Periodista, desde Valparaíso.
La madrugada del 14 de marzo, la Plaza de la Dignidad amaneció cerrada con un muro perimetral metálico y fuertemente custodiado por Carabineros. Bajo la premisa de la restauración de la estatua del General Baquedano, se cerró la posibilidad de que el monolito, epicentro de los movimientos sociales pueda ser visitado por los miles de ciudadanos y ciudadanas que cada semana hacen eco del descontento social. Así lo afirma el abogado chileno avecindado en Canadá, juez Félix Mora, coordinador de la Red Plurinacional de Jueces y Juezas de las Américas.
Señala que para los más entendidos, la medida del gobierno es un hito simbólico del nuevo totalitarismo de Piñera y peor aún, los miles de carabineros que custodiarán el perímetro están facultados por la Corte Suprema para usar armas antidisturbios, las mismas que han dejado más de 300 mutilados oculares desde el inicio del movimiento social.
Según el coordinador, “este hecho traspasa una decisión política, pues le otorga mayores atribuciones a Carabineros para contener a los manifestantes, esto luego que la Corte Suprema, dejó sin efecto la sentencia que prohibía el uso “a todo evento” de escopetas antidisturbios por parte de la fuerza policial en manifestaciones sociales, permitiéndoles disparar escopetas con balines con todo el apoyo de la ley”.
Mora, quien además es un ex preso político de la dictadura de Pinochet, refugiado en Italia y posteriormente radicado en Canadá, ocupando diversas responsabilidades, tales como Juez de Refugio e Inmigración del Gobierno de Canadá y adjudicador del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, manifestó su preocupación por la forma como se gestó el resguardo a la estatua del general Baquedano, al conocerse el gran contingente de efectivos policiales que serán más de mil carabineros custodiando el perímetro.
El Juez de Paz de la Corte de Justicia de Ontario, agregó que “considerando que en todos los informes de derechos humanos se señalan más de 300 lesionados por trauma ocular, algunos de ellos mutilados hasta la pérdida total de uno o ambos ojos, donde queda en evidencia la puesta en práctica, por parte de Carabineros de su accionar represivo, me preocupa que en manifestaciones pacíficas, las fuerzas policiales puedan actuar porque están amparados en la ley”.
Asimismo expresó que “la facultad que le otorgó recientemente la Corte Suprema a Carabineros de Chile habla de una aberración jurídica y una nueva vergüenza para el ya cuestionado prestigio de la Corte Suprema de Chile. falta de prestigio que dicha Corte arrastra desde su conocido rol como cómplice, tolerante e indolente, ante los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura cívico militar chilena, entre los años 1973 y 1990”.
El juez chileno-canadiense, sostuvo que “ambas instituciones republicanas: Corte Suprema y Carabineros de Chile, fueron creadas por la oligarquía de su época, para servir a ella y como tales han actuado. Ambas -dice- le han dado la espalda al pueblo, una vez más. Corresponde, en el caso de Carabineros, recurrir a los organismos Internacionales, ya que aquí no existe protección adecuada para los y las que participan en un ejercicio democrático como es manifestarse públicamente”.
