Inicio Destacado A 50 años, crece y se agiganta

A 50 años, crece y se agiganta

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Con el objetivo de conmemorar el 50 Aniversario del discurso del Presidente Salvador Allende, en la Universidad de Guadalajara, el Partido Socialista realizó un emotivo acto en su sede central el viernes pasado, 2 de Diciembre.

También el gobierno español lo rememoró, en Septiembre recién pasado, lo propio hizo la Universidad de Guadalajara, asimismo, los comunales y regionales socialistas, en nuestro país y fuera de él, llevaron a cabo múltiples iniciativas recordatorias.

Este discurso del Presidente Allende es un apasionado llamado al compromiso social de la juventud latinoamericana, cristalizado en la frase de “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, así como, realiza una ardorosa condena de los planes de bloqueo imperialista y desestabilización golpista que está sufriendo su gobierno desde las empresas transnacionales y la administración de Nixon, desde los Estados Unidos.

Su vocación latinoamericanista nace de su defensa de la patria chilena y de su brega por el término de la dependencia económica, el retraso cultural y social y el escaso poderío industrial de nuestras naciones, factores que determinan su vulnerabilidad frente al capital foráneo. Ante este histórico desafío, expone su proyecto político: “la vía chilena al socialismo, en democracia, pluralismo y libertad”. Así, el discurso de Guadalajara refleja como Allende emerge como líder de alcance continental.

No hay otro líder que como Allende haya sabido conjugar su corajudo patriotismo con el respeto y el cariño que brindó a los pueblos latinoamericanos, a las multitudes de trabajadores bregando por sus derechos, a la mujer reivindicando sus espacios, a las comunidades indígenas reclamando por lo que legítimamente les corresponde.

En especial, el Presidente Allende llamaba a la juventud a la tarea de remover obstáculos ancestrales y entregarse plenamente al propósito de alcanzar la justicia y ejercer la libertad en una sociedad auténticamente democrática, con Estados nacionales efectivamente soberanos.

Hay que romper el cerco que desconoce o minimiza el patrimonio histórico que representa su vida política y saber reivindicar a Salvador Allende como el líder más visionario, en los 90 años de lucha, del socialismo chileno.

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