Foto de Saketh Garuda en Unsplash

Seré directa: no existe una medida de ciberseguridad que sea impenetrable. Alcanzar una protección del 100% es, simple y llanamente, mentira. Con eso mente, claro que podemos minimizar los riesgos, especialmente considerando que más del 80% de las vulneraciones resultan de acciones u omisiones humanas y son en gran medida consecuencia directa de cuánta información tengan los usuarios acerca de los peligros de exponer su vida en Internet. Hoy, los datos son poder y la privacidad también.

En la seguridad digital, debemos estar conscientes sobre los riesgos y amenazas que se activan al Iniciar tu sesión. Primera recomendación: actualiza tu antivirus y no omitas una alerta. Segunda recomendación: jamás publiques datos sobre tu ubicación ni fotos mientras estás ausente, menos aún con datos como integrantes de la familia, edades o fechas en que no estarán en casa.

Sólo la implementación de medidas preventivas diversificadas ayudarán a mitigar la exposición y minimizar las consecuencias. Pero, ojo, tampoco nos podemos fiar de aquello. Si bien es cierto que las contraseñas robustas son esenciales, esa complejidad no garantiza total seguridad; la huella dactilar ofrece alto nivel de seguridad, siempre y cuando los dispositivos tengan sensores de buena calidad; el reconocimiento facial es eficaz, pero puede ser vulnerable mientras existan en la web fotos o videos de las víctimas. El límite de la tecnología es la creatividad humana, tarde o temprano desarrollarán métodos para vulnerar cualquier sistema de protección, ya sea empleando ataques de fuerza bruta o tácticas más sofisticadas como el phishing.

¿Qué hago antes, durante y después de un extravío o robo de teléfono móvil?

Ante esta situación, es crucial seguir medidas preventivas. Al adquirir un dispositivo, anotar el código SIM es esencial para bloquear y proteger la información sensible. Recomiendo contratar seguros contra robo, extravío, phishing o ciberestafas. También, tener contactos importantes en papel para casos de emergencia. Nunca sabes dónde ni cuándo ocurrirá ni cuándo te enterarás. Siempre es mejor reaccionar cómo si se tratara de un robo: las consecuencias son similares, desde impactos económicos hasta reputacionales. La privacidad es poder, y los datos personales son un negocio rentable. Es vital mantener la calma y tomar medidas inmediatas para proteger los datos. Reportarlo a las autoridades locales proporcionando detalles necesarios. Luego, seguir medidas recomendadas como bloquear el dispositivo, activar la localización, bloquear o borrar remotamente, cambiar contraseñas, informar a contactos y a la compañía de servicios móviles, y monitorear cuentas en línea.

¿Cómo abordar la falta de educación sobre seguridad en Internet?

Estar consciente de los peligros e informado sobre qué hacer, es clave. Nuestra preocupación principal desde el Observatorio de Ciberseguridad y Estudios Estratégicos de la Universidad USEK, es acercar la academia a las personas; entregar y profundizar los conocimientos hasta ahora adquiridos, pero también hacerlos partícipes del monitoreo constante del entorno web, hasta hacerlo propio y natural. La educación y difusión sobre ciberseguridad es esencial para prevenir vulneraciones mayores, robo de datos sensibles, privados, secretos e incluso que pueden poner en jaque la vida de nuestros seres queridos o nuestra seguridad nacional.  Chile ha invertido tiempo, dinero y capital humano en digitalizar al Estado y en capacitar al aparato público junto a una agresiva estrategia de alfabetización digital que ha logrado importantes avances en acercar a generaciones analógicas y nativas.

Hoy más que nunca, proteger nuestra información es crucial. La conciencia sobre los riesgos y la aplicación de buenas prácticas en seguridad digital son responsabilidad de todos y todas, pero sobretodo es urgente que esto se ponga en marcha desde el poder central en base a tres pilares para una gestión exitosa: la técnica, la política y las comunicaciones. Esa es la triada mágica.

Algunos consejos para resguardar tus datos y mantener la seguridad en línea:

-Utilizar conexiones Wi-Fi seguras y evitar transacciones en redes públicas no seguras es esencial. Además, establecer contraseñas fuertes y únicas en aplicaciones bancarias añade una capa de protección.

-Mantener actualizadas las aplicaciones bancarias y el sistema operativo del teléfono garantiza las últimas correcciones de seguridad. Configurar alertas de transacciones y cerrar sesión después de cada uso son prácticas fundamentales. Activar la autenticación de dos factores y el bloqueo automático del teléfono añaden seguridad adicional.

-La gestión de contraseñas es clave. Utilizar contraseñas largas con combinaciones de letras, números y caracteres especiales es recomendable. Evitar datos fácilmente disponibles y cambiar contraseñas periódicamente son prácticas esenciales. Habilitar la autenticación de dos factores siempre que sea posible agrega una capa adicional de seguridad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.