Inicio Destacado Recuerde que en el plebiscito de 2020 las preguntas fueron dos

Recuerde que en el plebiscito de 2020 las preguntas fueron dos

0

No hay que tener memoria selectiva para tomar decisiones importantes. La derecha dice que es sincera en su intención de cambiar la actual Constitución porque los ciudadanos ya se pronunciaron al respecto en el plebiscito del 2020.

La idea es que allí donde el pueblo ya decidió no hay más que decir. Parece razonable, puesto que un 78% de quienes sufragaron, en una votación muy concurrida, rechazó mantener la actual Constitución.

Entonces, se nos dice que, de ganar el Rechazo, el camino para producir el cambio de carta fundamental consiste en un acuerdo en el Parlamento, para lo cual se ofrece la rebaja de los quorum, como muestra de buena voluntad.

No se le tiene que pedir a la derecha que explicite que, quorum más o menos, de triunfar el Rechazo será ella la que queda con la sartén por el mango porque sería este sector el que define qué es “de verdad” un cambio de la constitución.

Aunque sus dirigentes han sido emplazados a precisar cuáles son los cambios que están dispuestos a apoyar, nunca han salido de las generalidades.

Quedan con las manos libres para hacer lo que les parezca y cuando les parezca. La obligación para cambiar la Constitución en plazos definidos no existe. Hay quienes dejan la decisión en sus manos sin poner ninguna condición ni pedir garantías. Se supone que harán lo correcto de buenos que son.

Podemos coincidir en lo pertinente que hubiera sido que la oposición no tuviera que haber pasado por una derrota en el plebiscito para facilitar el cambio constitucional, luego de décadas de enconada resistencia.

Cada uno podrá votar a favor de la baja del quorum, pero pensando en emplearla para los más diversos propósitos. Como hay vida después del plebiscito, sería bueno que los dirigentes de centroizquierda que lo están proponiendo lo reconozcan ahora, para no quedar un tanto descolocados con lo que ocurra después, sí es que ocurre. Aunque de los arrepentidos es el reino de los cielos, no siempre pasa lo mismo con los triunfos electorales.

Pero hay algo importante: con el Apruebo se resuelve de una vez el problema de la legitimidad de la Constitución, en el caso contrario no ocurre lo mismo.

No se puede tener tan mala memoria que se nos olvide que en el plebiscito del 2020 se hicieron dos preguntas y no solo una. La segunda pregunta consultaba sobre quiénes eran los llamados a escribir la nueva constitución, teniendo como alternativa una convención de ciudadanos o una convención “mixta”, es decir, con presencia parlamentaria. En proporción, más gente voto por la convención ciudadana que, incluso, por el cambio de constitución. Involucrar al Parlamento obtuvo menos preferencias que mantener la constitución del 80.

También aquí habló el pueblo. Una convención paritaria llevó a una constitución paritaria, una constituyente con presencia indígena destacó los derechos de los pueblos originarios, una convención con independientes relevó el papel de los independientes. Faltó la presencia de la política tradicional y su sensibilidad por un mayor equilibrio entre instituciones. Es lo que hay que agregar sobre la base de lo nuevo. El Parlamento puede complementar lo legitimado, pero no reemplazar la decisión ciudadana. Aprobar es sinónimo de cambio perdurable.

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salir de la versión móvil