Periodista.
El directorio nacional del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile presentó al Ministro de Educación, Raúl Figueroa, sus propuestas para enfrentar el año escolar, que abordan los lineamientos pedagógico-curriculares necesarios en el actual contexto de crisis, el financiamiento y la estabilidad del sistema, las condiciones laborales del ejercicio docente y las medidas sanitarias indispensables para un eventual retorno a clases en el marco de la pandemia por Covid-19.
Como primer punto, el gremio plantea que no existen las condiciones para el retorno a los colegios en el corto plazo y que para pensar en un regreso a clases, debe existir un control de la pandemia, con números de casos consistentemente a la baja “y hay que asegurar las condiciones sanitarias que permitan brindar certeza a todas las personas que son parte de las comunidades educativas y sus familias de que no existe riesgo de contagios”.
En este sentido, juzgan como indispensable que la decisión de retorno sea consensuada entre todos los implicados en el sistema educacional, que el Ministerio de Educación garantice las condiciones de seguridad necesarias para este efecto y que una mesa compuesta por actores del mundo sanitario y educacional asegure las medidas de protección.
Condiciones sanitarias mínimas para el retorno a clases
Entre estas medidas, exigen que todos los establecimientos cuenten con los insumos y condiciones higiénicas de seguridad para realizar el trabajo, entre ellos mascarillas, guantes, alcohol gel, útiles de aseo y el personal para mantener debidamente sanitizados todos los espacios, como aulas y áreas de uso común.
Junto con ello, piden prever las inversiones necesarias para mejorar las instalaciones hidrosanitarias en los establecimientos educativos; el que toda unidad educativa cuente con una sala de primeros auxilios completamente equipada y con profesionales para la atención de las y los estudiantes, docentes, asistentes de la educación y personal administrativo; un equipo multidisciplinario que brinde apoyo al bienestar socio-emocional de las comunidades escolares -como ha sido recomendado por la Mesa Social Covid-19-; que todas las salas de clases estén dispuestas para garantizar el distanciamiento entre el alumnado -lo que ha sugerido la Organización Mundial de la Salud-; y que exista estricto control de las condiciones de traslado de las y los estudiantes, en especial que los medios utilizados para ello cuenten con los protocolos establecidos por la autoridad de salud.
Para el Colegio de Profesoras y Profesores estas medidas “no deben ser consideradas “ideales”, por el contrario, “deben ser establecidas como condiciones mínimas”.
Flexibilización curricular y suspensión del SIMCE
El Colegio de Profesoras y Profesores señala que esta crisis es una oportunidad de avanzar hacia un esfuerzo de cambio en el enfoque del desarrollo curricular y pedagógico. Como criterios de trabajo pedagógico-curricular en tiempos de crisis sanitaria propone, entre varias medidas, una flexibilización curricular que permita modificar el currículum según las necesidades educativas de las comunidades, “dicho criterio implica no priorizar (durante el trabajo no presencial) en contenidos y habilidades nuevas que revisten mayor complejidad y que requieren de apoyo pedagógico profesional”.
Para la orden, es vital considerar la dimensión socioemocional del aprendizaje como un componente clave del aprendizaje y del desarrollo integral de las y los estudiantes, para ello ponen énfasis en la generación de pensamiento crítico; el que se consideren las dificultades de las condiciones y de los tiempos disponibles de las y los estudiantes, “esto implica que las actividades y sus materiales de apoyo deben ser acotadas o bien desplegadas en plazos razonables”; y en que los procesos evaluativos durante la pandemia deben ser estrictamente formativos y no calificativos, para, luego del retorno a clases “avanzar con gradualidad a la combinación equilibrada de ambos mecanismos de evaluación”.
El documento hace mención a que la emergencia sanitaria evidenció profundas desigualdades de la sociedad chilena, entre las que se cuentan el muy disímil acceso a los recursos tecnológicos, “según nuestros datos, el 40% de los estudiantes de la educación pública, poseen limitada o nula conexión a internet. Otra cifra más de las insultantes desigualdades que este modelo ha generado”, indica.
La organización insiste en la suspensión del SIMCE de este año, puesto que “una condición básica para una evaluación válida y justa es que los evaluados hayan tenido acceso a aquello que se va a evaluar y eso actualmente no ocurre, por lo que es técnicamente inadecuado aplicar la evaluación en estas condiciones”.
Condiciones laborales y estabilidad
En materia de financiamiento y estabilidad del sistema, el gremio plantea, entre otras solicitudes, que se garantice el pago completo de la subvención escolar para asegurar la estabilidad laboral de las y los funcionarios, profesores, asistentes de la educación y personal administrativo, por todo el periodo en que las clases se mantengan suspendidas, como también los servicios y el gasto regular de cada establecimiento.
A esto suman que al retornar las clases presenciales, no se considere la asistencia media como factor de pago de la subvención, puesto que dicen que es esperable un aumento en el ausentismo escolar y es probable que se deban programar asistencias parciales de estudiantes dada la necesaria disminución del número de estudiantes por sala; además de mantener el financiamiento de los diversos proyectos que van en apoyo directo a los estudiantes tales como los de alimentación y de apoyo escolar (SEP).
Respecto a las condiciones laborales, demandan estabilidad laboral para docentes y asistentes de la educación, la prohibición de despidos, suspensión de contratos o rebajas horarias por causa directa o indirecta de la crisis sanitaria durante el presente año escolar.
Denuncian que en la actualidad hay sostenedores de colegios particulares subvencionados que han propuesto a sus docentes rebaja de jornadas laborales y salario, e incluso hasta suspensión de contratos de trabajo. “Es necesario que se prohíba este tipo de prácticas puesto que vulneran el derecho a la educación de las y los estudiantes quienes no podrían no recibir el necesario acompañamiento pedagógico de esta etapa no presencial”, enfatizan.
Por otra parte, exigen garantizar el pago de sueldos sin descuentos a todas y todos los trabajadores de la educación y las asignaciones individuales y colectivas estipuladas en contratos individuales o colectivos pactados con empleadores: “Nada justifica descuentos, ni rebajas de salarios ya que el profesorado no ha dejado ningún día de trabajar, realizando desde sus casas clases remotas con gran responsabilidad y dedicación. Del mismo modo y con el apoyo de los asistentes de la educación se han mantenido activos los turnos éticos”, declaran.
En torno a este punto, explican que los turnos éticos deben limitarse a las labores esenciales tales como apoyo en la entrega de alimentos, vacunaciones y material pedagógico, y solicitan al MINEDUC sanciones a aquellos sostenedores que exponen a sus trabajadores/as incumpliendo las medidas de aislamiento social: “algunos sostenedores están citando al profesorado a Consejos de Profesores/as, elaborar material pedagógico en forma presencial, completar libros de clases, entre otras”, denuncian.
Acusan, de igual manera, que existen sostenedores que han adoptado de manera abusiva la educación virtual vulnerandolas condiciones laborales: “no se respetan tiempos de descanso, no entregan los materiales ni insumos necesarios asumiendo que los deben proveer los docentes, no consideran las condiciones reales del profesorado que en el caso particular de las docentes está generando un triple trabajo (domestico, madre y docente), entre situaciones anómalas”. Frente a estos hechos instan a que se fiscalice y sancione.
Por último, el gremio exige la suspensión de la evaluación docente debido a la condición de estado de emergencia y “fundamentalmente porque no existen condiciones pedagógicas puesto que las clases presenciales están suspendidas indefinidamente”. Añaden que en el hipotético momento en que se pudieran reanudar las clases en los establecimientos, estas se realizarán en condiciones de absoluta anormalidad como para llevar adelante este proceso. “Esto sin perjuicio de las gravísimas irregularidades detectadas en el proceso 2019 y que han generado una profunda pérdida de credibilidad del sistema de evaluación y carrera docente”, indican.
Puede revisar el documento completo en www.colegiodeprofesores.cl
