Sobre la delicada situación que enfrentan algunos funcionarios públicos de Educación y los retrocesos respecto a los tratos laborales que han tenido que enfrentar luego que asumiera la actual ministra del ramo, Marcela Cubillos, y particularmente sobre la renuncia de la Secretaria Regional Ministerial de Educación de Atacama, Náyade Arriagada Alarcón, acusada de maltrato laboral a sus funcionarios, Página 19 conversó con Egidio Barrera, Presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación, ANDIME.
Barrera es un dirigente histórico de las y los funcionarios del MINEDUC, quien por años ha luchado junto a sus compañeros de ANDIME para resguardar los derechos laborales de las y los trabajadores de la repartición pública.
En la actual administración, ¿cómo considera el trato hacia los funcionarios del ministerio?
A lo largo de todo Chile existe un sistema generalizado de atropellos a nuestras funcionarias y funcionarios. Compañeros de ocho regiones son quienes se ven afectados con un factor común de maltrato, descalificaciones, trabajando bajo un clima laboral bastante complejo y deteriorado debido al trato de las autoridades.
Específicamente en Atacama, la Seremi tuvo que renunciar debido a denuncias por maltrato. ¿Qué ocurrió allí?
Hubo varias advertencias de parte nuestra. En una reunión, a la ministra le pedimos que revisara sus prácticas frente a sus jefaturas intermedias y le explicamos que estas deben entender que trabajan con personas. Por lo tanto, le solicitamos que hay que tratarlas con respeto y sin descalificaciones.
Posteriormente, se hizo un paro de advertencia -de dos días- para exigir la renuncia de la hasta entonces Seremi, Náyade Arriagada Alarcón. Ella presentó su renuncia terminado el primer día de la paralización por lo que depusimos nuestra medida de presión. Nosotros lamentamos esta situación de maltrato hacia las y los funcionarios que estaban bajo su jefatura, porque ella fue dirigente del gremio, hace seis años,y presidenta de la Seremi de Copiapó ANDIME. En esta repartición habrá que hacer un esfuerzo grande para unir a las y los trabajadores, porque el clima se va a enrarecer debido a que la señora Arriagada Alarcón es funcionaria de planta, por lo que debe regresar como una funcionaria más.
¿Es efectivo qué existen maltrato laboral en otras regiones del país?
En el Provincial San Antonio, de la Región de Valparaíso, también sabemos de un clima laboral deplorable. Esta situación generalizada da para pensar que el Ministerio de Educación está enfermo y muchos de sus funcionarios también debido a que su salud mental está afectada por los malos tratos recibidos. Da la casualidad que en San Antonio la jefa provincial también fue socia de ANDIME, situación que lamentamos profundamente debido a esta especia de voltereta.
A lo largo de todo Chile, son varias las regiones afectadas. Pudimos comprobar situaciones similares en Atacama, Punta Arenas, Coquimbo y Arica, zona que nos preocupa porque en noviembre del año 2018 despidieron a cerca del 25 por ciento de su dotación. Se trataba de excelentes funcionarios cuya hoja de vida era absolutamente buena, no existían anotaciones de demérito y sus desempeños eran destacados, por lo tanto esos despidos fueron injustificados. Otra región en la cual se está poniendo el foco es en la VII completa, porque ahí tenemos denuncias de toda la zona: Linares, Curicó, Talca, toda la región se está viendo perjudicada.
¿Cuál es su opinión respecto a la política de trato laboral de la ministra Cubillos?
Muchos de los Secretarios Regionales Ministeriales y jefes provinciales se empoderaron rápidamente del actuar de la señora Cubillos, con un liderazgo basado en el maltrato. En este sentido, con ella ha habido un retroceso. Más allá de las desafortunadas frases del ex ministro Varela, con él se podía llegar a un buen diálogo. Sin embargo, cuando llegó la ministra Cubillos, rápidamente, despidió de forma injustificada a 215 funcionarias y funcionarios con 17, 20 y 25 años de servicio. La misma Corte Suprema consideró que estas desvinculaciones fueron arbitrarias y sin diálogo. Definitivamente, la llegada de la ministra Cubillos es un retroceso para este ministerio.
