Periodista.
“Va a ser esta semana”. Lo dijo el propio Presidente electo luego de participar en la versión de este año del Congreso Futuro, al ser consultado sobre su gabinete, hasta ahora en preparación. En un punto de prensa señaló que “el plazo que nos autoimpusimos se cumple esta semana, estamos ajustando los detalles, pero no voy a anticipar ahora ni nombres ni el tipo de equilibrio que vamos a tener. Eso se va a conocer en el momento en que lo presentemos, pero va a ser esta semana”.
Es decir, en pocos días más se sabrá cuál es el equipo de 24 ministros y 39 subsecretarios que lo acompañará en su gestión. O al menos en los inicios de este, cosa no menor para la importancia del primer año de administración del Estado.
La sola mención que hizo Boric acerca de que esto se hará en dependencia de la «situación del covid-19 y los contactos estrechos», desató de inmediato en los medios el comentario acerca del futuro de la doctora Izkia Siches, quien se encuentra precisamente en esa condición al ser contacto estrecho de una persona contagiada, situación que finaliza el próximo jueves. Como si no se hubiera dicho desde el día uno que la doctora Siches sería sí o sí parte del gabinete. Lo mismo que Giorgio Jackson o Camila Vallejos. El punto es en qué ministerio. Hay quienes se han aventurado a instalarla en el Ministerio del Interior y otros, en Salud, tomando en cuenta que esta pandemia y otras futuras, colocarán esa cartera en la primera línea política de la administración.
Son, sin duda, dos de las carteras más relevantes, junto con Hacienda. Porque -obvio- para poder llevar a cabo los cambios profundos que el Presidente electo ha mencionado (pensiones, salud, educación, entre otros), se necesita el dinero que una reforma tributaria puede entregarle a su administración y a otras futuras.
La ansiedad de la prensa por tener al menos un dato respecto del futuro gabinete no se ha calmado. El Presidente electo solo ha repetido más de una vez que “no se trata de una sola persona, sino de todo un equipo que va a impulsar las transformaciones que queremos, con la garantía de que no vamos a retroceder en lo que hemos avanzado hasta ahora como país”.
¿El PS al gabinete?
Uno de los misterios a dilucidar es el papel que jugará en su gobierno el Partido Socialista. Los rumores al interior de la coalición van y vienen y sólo se despejarán en los próximos días. Se dice que en estos días habrá una segunda reunión del futuro Mandatario con el Presidente del PS, donde se aclarará el diseño que el gobernante ha hecho para el socialismo. Será el momento de un debate interno para establecer el futuro del PS en el gobierno de Gabriel Boric, sobre lo cual no hay nada claro. Hay entusiasmos por el si y por el no. Sobre este último, ya lo dijo el ex presidente socialista Osvaldo Andrade: “Institucionalmente, el PS no debe ser parte del gobierno en tanto no forme parte de la alianza gobernante. Además, la invitación no se ha cursado formal ni específicamente y no se conoce su contenido”. Más o menos en el mismo sentido se había pronunciado a principios de este mes el senador José Miguel Insulza. Al ser consultado sobre la colaboración del PS al nuevo gobierno, el ex Canciller señaló que “en todos los planos tenemos gente valiosa, con quien el Presidente quiera contar, que vaya y que se los pida. Pero que eso no se entienda como que el Partido Socialista entró al gobierno, ese es otro asunto. Para entrar al gobierno tendríamos que coincidir en algún programa común”.
En todo caso, se ha dicho que la apuesta de la dirección en manos de Álvaro Elizalde es que los nombramientos tengan un claro “ADN” institucional. Pero eso no se contradice con la posibilidad de que a militantes individuales se les solicite ser miembros de gobierno. “Si así ocurre, eso será su propia responsabilidad y nadie del partido puede obstaculizarlo”, dijo Insulza.
Hay quienes señalan dentro de la propia colectividad que será difícil que se nombre a alguien de la disidencia de ese partido que no sea del agrado de la dirección de Álvaro Elizalde. Sería el caso de Maya Fernández y Paula Narváez. Esto, porque el nuevo gobernante necesitará cada voto del Parlamento para poder sacar adelante su programa, o al menos, parte importante de él. Y esos votos se los puede dar, hasta ahora, la dirección oficial del PS.
Al ser consultado sobre la eventual incorporación de figuras socialistas en su gabinete, y cómo se conformará este, Gabriel Boric señaló que “buscamos representación paritaria, que estén personas capacitadas y preparadas para llevar adelante el liderazgo de las diferentes carteras, una síntesis de diferentes generaciones que están por construir un mejor país, que tenga diversidad social” y enfatizó: “Sobre los partidos que lo van a componer, lo sabrán en dos semanas, que no cunda la ansiedad al respecto”.
Otros, en la misma colectividad mencionada, se atreven a afirmar que habrá una solución salomónica respecto al PS: uno y uno, que podrían ser Maya Fernández Allende y Paulina Vodanovic. El misterio recién se resolverá poco antes del domingo próximo.
La prueba de fuego
Una vez descorrido el velo que ha ocultado herméticamente la composición de los nuevos ministros y subsecretarios, y conformada ya la segunda línea de la administración con los más de 3 mil 300 cargos a ocupar en todo el país, comenzará la parte difícil de su gobierno.
El gobierno entrante no tendrá que bregar solo con especímenes como Republicanos de YouTube que amenazan con las penas del infierno al nuevo Presidente o las odiosidades de un señor llamado Checho Hirane que irritado hasta lo indecible por la actitud de los empresarios en su encuentro anual de Enade, se atrevió a decir en su programa de Radio Agricultura: “Veía a Boric en la Enade, y veía a los empresarios en la Enade hablando que su discurso era bueno, bastante moderado y todo eso. ¿Creerán que somos estúpidos? Es que hasta cuando aguantamos que nos mientan cara de raja en la cara, mintiendo cara de raja, disfrazándose de acuerdo a lo que le convienen los políticos”. “’Vamos a colaborar con este gobierno’, dicen algunos. Están cag… de susto que les quiten su plata, cag… que cumpla lo que ha prometido, porque el país se va a ir a la cres…”, añadió Checho Hirane que cerró pidiendo a los empresarios que “no tienen que cooperar nada con Boric, deben poner todo tipo de trabas para que le vaya mal en sus malas políticas”. Y este antiguo comediante, curiosamente tiene un programa en la Red TV.
También las dificultades asoman por el otro costado. Lo advirtió un ex comunista de apellido Muñoz que se fue al otro extremo, como a veces ocurre con los conversos: previno sobre “la izquierda anarco/octubrista, que ya lo está amenazando con “no soltar las calles” si no indulta a los presos de la revuelta”. A su juicio “la primera prueba en materia de orden público será el 26 de marzo, “día del joven combatiente”, que seguramente se convertirá en una dura jornada callejera por el indulto”.
Lo tiene más que claro el Presidente electo. “Hemos conversado como equipo con los familiares y entendemos que esto es una situación que es difícil. Esperamos que se resuelva en el actual Congreso y hacemos un llamado -y lo hemos conversado también con el senador y presidente de la comisión de Constitución, senador (Pedro) Araya-, para que esto se resuelva a la brevedad”.
“Se está buscando llegar al mejor acuerdo posible, porque ustedes saben que se requieren, al menos, dos votos de los senadores de derecha y espero que haya una comprensión para lograr justamente el clima que necesitamos para poder abordar todas las transformaciones que podamos hacer. Tiene que haber colaboración de todos los sectores”, agregó y enfatizó en que, en sus declaraciones, también incluye a “quienes sufrieron daños en sus emprendimientos”.
Recién este martes, la Comisión de Constitución del Senado comenzó el debate del proyecto de ley de indulto a los presos del estallido social. Este proyecto lleva muchos meses durmiendo en el Congreso. De acuerdo a Gendarmería, son 144 las personas que se encuentran en prisión preventiva hacen más de dos años, por hechos relacionados a las protestas y manifestaciones del estallido social.
Los familiares de presos de la revuelta social señalaron: “Nosotros hemos mencionado en reiteradas ocasiones que, si la ley no se llegase a aprobar y se rechaza en la comisión, que esperemos no sea así, o se rechaza en la Sala, nosotros vamos a seguir movilizados y vamos a tener que apuntar a otras medidas u otras posibles soluciones para la libertad de los presos políticos», manifestó el abogado de las familias, Jaime Fuentes.
