El 6 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Tolerancia Cero con la Mutilación Genital, apuntando especialmente este año 2024 al objetivo de acabar con esta forma de violencia para el 2030.
Hasta hoy, niñas, mujeres y personas con vulva/vagina en algunas partes del mundo son sometidas a la mutilación, alteración o lesión de sus genitales por razones no médicas, hecho que internacionalmente se reconoce como una grave violación a los Derechos Humanos, incluyendo el Derecho a la Salud y los Derechos Sexuales y Reproductivos.
Según Naciones Unidas, esta práctica puede causar complicaciones como hemorragia, dolor crónico, sangrado, mayor riesgo de transmisión de VIH, depresión, complicaciones en la capacidad reproductiva, tanto en la concepción como en el parto y postparto, estados de conmoción, retención de orina por causa de las infecciones, e incluso puede llegar a causar la muerte.
Si bien en los últimos 25 años la prevalencia de la mutilación genital ha disminuido en el mundo, aún se practica en 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional, así como también en India, Indonesia, Iraq, Paquistán y aunque no es tan conocido, también tiene lugar en algunas comunidades de América Latina.
Desde APROFA, organización con casi 60 años de trayectoria en la defensa de los Derechos sexuales y Reproductivos en Chile, señalan que “aunque las probabilidades de que una niña sea víctima de esta práctica han disminuido en el mundo con el paso de los años, las crisis humanitarias, los conflictos armados y la pandemia de Covid-19 ponen en peligro los avances en relación a la protección de los Derechos de niñas, jóvenes y mujeres”.
En esta línea, la directora ejecutiva de APROFA, Débora Solís, indicó que “la mutilación genital es la manifestación más cruel del control sobre el cuerpo de las mujeres y debemos permanecer atentas/os ante cualquier situación que no ponga al centro la decisión de estas, ya que eso sin duda es un retroceso en los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos”.
“Respecto a Chile, es importante educar y visibilizar estas manifestaciones de la violencia, recalcando la importancia de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos a través de la Educación Integral de la Sexualidad”, aseveró Solís.
