Periodista.
Baila Capucha Baila así se denomina la colectiva feminista de mujeres y disidencias que, unidas por la danza, se manifiestan en las calles al son de la protesta.
Cuando los ánimos estaban decaídos y las bombas lacrimógenas irritaban sus ojos y piel, cuatro mujeres encapuchadas decidieron utilizar sus cuerpos para canalizar la rabia y el dolor que sentían ante tantas injusticias sociales,que ha vivido nuestro país desde 18-O.
Se juntaron en una marcha en la Plaza de la Dignidad mientras una batucada tocaba diferentes ritmos. No bailaban hace tiempo porque después de la protesta social, las ganasse habían esfumado.
A un mes de este hito, se volvieron a ver en el mismo lugar y, como un imán, fueron hacia la batucada, se movieron al ritmo de los tambores hasta que ya no aguantaron más el efecto de lasbombas lacrimógenas y tuvieron que cubrir sus rostros con poleras, así que, sin pensarlo, quedaron encapuchadas. A pesar de los ataques de la fuerza policial, continuaron bailando porque como ellas mismas dicen, “su cuerpo, es su primer territorio de lucha”, la gente vio esto y les empezó a gritar: “baila capucha baila”, allí nació su nombre.
Después de ese día quedaron de acuerdo en crear coreografías de las canciones que se compusieran a partir de la protesta social, y justo en ese instante, aparecen LasTesisinvitando a realizar la performance “Un violador en tu camino”, en cada territorio. Frente al llamado, convocaron a más mujeres, se unieron con otras colectivas, entre ellas, Las Flamencas y Las Villanas de Villa Francia y desarrollaron la intervención en la Plaza Ñuñoa.
Continuaron con la idea de crear coreografías y apareció la primera: Mentholatum, canción del artista emergente conocido como Zin Zendero. Las colectivas cuentan que “enuna ocasión lo etiquetamos, nos vio y estuvo dispuesto a reunirse con nosotras y grabar un video. Realizamos el registro audiovisual con 15 chicas, fue una experiencia muy bonita”.
Villancico subversivo
En contexto con la Navidad, las colectivas no perdieron esta oportunidad e inventaron un cántico llamado “Villancico Subversivo”, una intervención que se desplegó en varios puntos de la capital. La letra de esta canción plasmaba las demandas sociales y acusaba los abusos cometidos por agentes del Estado.
Las capuchas no solamente bailan y luchan en las calles a través de su arte, sino que también son una tremenda fuentede contención y apañe para otras mujeres que llegan a sus ensayos. Según ellas, “han llegado mujeres y disidencias que han sido abusadas, vulneradas en sus derechos y que encuentran aquí un espacio de liberación que, tal vez, no habían conseguido en otro lugar. Hay mucho trabajo y amor detrás de nuestra colectiva”.
Esta iniciativa autogestionada recurre al arte como una forma de evitar la violencia que ha ocurrido desde el principio del estallido en la ciudad, quieren que “las mujeres se sientan empoderadas, que generen más confianza en ellas mismas. De alguna manera, el baile siempre ha sido una excusa para llevar el feminismo a todos lados, sacarlo de los libros” y como se les ha visto, expresarlo en cada movimiento.
Para este 8M, conmemoración del Día Internacional de la Mujer, están preparando una performance coreográfica junto a Las Dillas, bailarinas profesionales, exponentes del hip hop en Chile, una intervención que sumará a más de 350 mujeresde capuchas rojas y que, de seguro, impactará -una vez más-en las calles de Santiago.
