Periodista
Manuel Zúñiga Aguilar es actualmente concejal de El Bosque, electo con la primera mayoría y candidato a alcalde de la comuna de la zona sur de la Región Metropolitana. Uno de sus compromisos es trabajar junto a la comunidad para erradicar las cementeras que se constituyen como unos malos vecinos en un sector residencial que colinda con San Bernardo, en medio de la ciudad. Zona de sacrificio afectada hace más de 30 años por un plano regulador que no considera la calidad de vida de las vecinas y vecinos
-En la actualidad existen al menos cinco empresas cementeras conviviendo con 4 mil 500 viviendas construidas en los últimos 10 años ¿Qué le falta a esta ubicación del sector 5 para que sea declarada una zona de sacrificio?
-No existe determinación técnica, ni categoría jurídica para establecer objetivamente una zona de sacrificio, es más bien un concepto social y político, para describir una situación de peligro ambiental en un área determinada. Y eso es lo que sucede en el eje de avenida Ochagavía que divide a las comunas de El Bosque, San Bernardo y sus alrededores, debido a la gran cantidad de industrias contaminantes, entre ellas cinco cementeras y una galvanizadora, que conviven miles de familia. De lo que si tenemos certeza es que el Ministerio de Medio Ambiente el año 2016 declaró la zona como una zona de saturación ambiental debido a la gran cantidad de Material Particulado (MP10 MP2.5) existente en todo ese cordón y que ha agudizados los problemas de la salud respiratorias de las personas del sector, según las cifras de nuestro Cesfam Santa Laura.
-La Municipalidad de El Bosque realizó un estudio que consideró insuficiente la declaración de impacto ambiental del proyecto Orange, ¿cuál es el daño que puede provocar a las vecinas y vecinos de El Bosque?
-Más que el desarrollo de un estudio, el municipio demostró el año 2019 y continúa en esa tarea, que este proyecto presentado por la empresa Orange S.A no puede realizarse por la vía rápida como se le conoce a través a la declaración ambiental. Por eso ha expresado con mucha fuerza que debe realizarse una Evaluación de Impacto Ambiental que es un proceso de largo aliento, donde se desarrollan estudios ambientales, sanitarios, de aguas, etc, todos independientes y externos, donde además el componente de la participación ciudadana es parte fundamental para su aprobación. Respecto a los daños, el más grave es a la salud de las personas, ya que los resultados de los estudios realizados muestran que esta nueva planta de hormigón aumentará en 5.9 toneladas de emisión MP.2.5 en esa zona reconocida como un lugar de saturación ambiental.
–¿Realizarán un proceso de participación ciudadana de El Bosque que se verá afectada por el proyecto?
-Ya se realizó un proceso de participación ciudadana en el primer ingreso del proyecto que Orange hizo al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), y que retiró sin explicación en diciembre de 2019. En esa oportunidad se logró en apenas tres semanas 1400 observaciones críticas al proyecto. En la segunda presentación de la iniciativa al SEA la comunidad respondió 1600 observaciones más.
Esto es destacable porque la empresa en ambas ocasiones ha hecho esta acción oficial en verano, cuando la mayoría de las personas está de vacaciones y sabiendo, además, que la petición de participación ciudadana la debe ejercer solo una organización social ubicada en el área de interés del proyecto, sin embargo, se ha logrado el objetivo.
Ahora, es un ejercicio de participación ciudadana circunscrito a un protocolo Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA) de corta duración y no es lo que conocemos como un proceso completo, pero son las normas del juego impuestas por el Estado cuando se presenta solo una declaración de impacto ambiental.
-¿Considera contradictorio que una zona saturada de material particulado esté destinada a un proyecto de transporte de hormigón premezclado lo que incluye clinker, áridos, puzolana y yeso?
-Por supuesto que es contradictorio, pero más allá de eso es problemático, porque da cuenta de un dificultad mayor que tiene que ver con el Plano Regulador Metropolitano que es el instrumento que permite el desarrollo de estos proyectos al contener definiciones de zonas que en muchos casos son de uso mixto, permitiendo que este tipo de empresas definidas por el mismo plan como de “actividad molesta” presenten o ejecuten proyectos que se contraponen al avance habitacional que ha tenido Santiago en estos últimos 30 años, generando una convivencia en permanente tensión y conflicto.
-¿Cómo es posible que un terreno de propiedad del Fisco se destine a saturar aún más una zona de sacrificio?
-Bueno, eso es porque el Grupo EFE posee un modelo de negocio de alianzas público privada, que le permite el arriendo de sus terrenos en la orilla de la línea del tren, en uno de esos sitios, abandonados, es donde Orange S.A. tiene un preacuerdo. Es contrario a toda lógica y poco ético que una empresa con la historia y la trascendencia que tiene EFE para el país, no se haga responsable de las externalidades negativas y el impacto que genera en las comunidades aledañas los contratos que ejecuta. Es sorprendente, porque pone al Estado contra el Estado en una pelea donde pierden familias vulnerables, se contamina el medio ambiente y en favor de la empresa privada.
-¿Es posible modificar el uso de suelo de industrial a netamente residencial?
-Eso lo puede hacer la Seremi de Vivienda y Urbanismo. El municipio ya solicitó oficialmente al ministro la modificación de esa área, categorizada como industrial molesta a una zona de uso residencial. Hasta ahora no hemos tenido ni un tipo de respuesta.
