periodista.
Marcela Sandoval es mamá, feminista, periodista, ex vicepresidenta Nacional del Colegio de Periodistas y militante de Revolución Democrática. De hecho, es la Vicepresidenta de la Macro Zona Centro del partido y será quien asuma el reemplazo de Renato Garín por el Distrito 14 en la Cámara de Diputados y Diputadas, en una elección que no estuvo exenta de críticas y polémicas.
Entre los desafíos de la nueva diputada, se encuentran los problemas extremos de acceso de agua, las violaciones a los derechos humanos, los derechos de trabajadoras y trabajadores agrícolas junto con la agenda de género y el trabajo territorial vinculante con las distintas comunas que conforman el distrito.
-¿Cuáles serían los temas que buscará impulsar desde el Congreso, en representación del Distrito 14?
Quiero construir una diputación feminista y con mirada de DD.HH en todos los temas y eso tiene que ver, también, con la experiencia que he tenido en instituciones de gestión pública pero también con organizaciones sociales. Eso, para mí, es clave para el trabajo de la diputación. Con respecto a las demandas del propio distrito, la mayoría de las comunas tienen problemas graves de sequía, asociados al acceso al agua, que son una demanda hoy día contingente. Queremos ser un puente para construir soluciones y respuestas a nivel institucional en ese tema.
Otras situaciones que nos preocupan son los derechos laborales de trabajadores y trabajadoras agrícolas, el distrito 14 es uno que tiene comunas rurales, lo que también nos lleva a un desafío institucional que requiere que un diputado o una diputada pueda ayudar con alguna respuesta en la conectividad en estas comunas, donde la mayoría son periféricas y tanto estudiantes como trabajadores que se mueven a centros urbanos de otros distritos, requieren invertir varias horas de traslado dada la falta de conectividad.
Ahora, en general, en marzo vienen varios proyectos de la agenda de género que para mí van a ser centrales. La tramitación en sala de la Ley Antonia viene también acompañado de un proyecto sobre la imprescriptibilidad de delitos sexuales y hay un tema muy presente que hemos estado empujando desde la coordinación feminista del Frente Amplio y de mujeres de oposición, que es la Ley de Violencia Integral, una ley que está en tramitación en el Senado y que hay que empujar para que se acelere su tramitación.
Sobre el proyecto de ley de violencia integral insistiré en que es una prioridad política y legislativa para las feministas. La pandemia agudizó las situaciones de violencia que viven miles de mujeres a diario y donde el Estado es incapaz de enfrentar este problema de manera integral y a tiempo.
– Con respecto al trabajo territorial, en el contexto de pandemia es mucho más difícil, ¿Cómo se subsana?
Vamos a construir un plan territorial con los propios militantes activos del distrito y también queremos influir y coordinar con algunas dirigencias que no necesariamente sean de RD en el distrito, sino que tengan trabajo distrital. También nos vamos a coordinar con las candidaturas constituyentes del Frente Amplio, aprovechar ese despliegue con las candidaturas a concejalías de Frente Amplio, sobre todo de Revolución Democrática, de manera que nos vean como un canal de ayuda para articular los distintos trabajos, y algo que nos interesa mucho es el trabajo con los medios locales. Creemos que hay que aprovechar todas las plataformas de comunicación sobre todo en comunas en que, a veces, solo se informan por radio, boletines o redes sociales que son la instancia más cercana en el contexto de la pandemia.
– Como descripción de feminista, teniendo en consideración que, desde el punto de vista político y electoral existen muchas dirigentas y parlamentarias que utilizan esta definición, ¿qué significa para Usted ser feminista en el Siglo XXI?
Ser una representante feminista hoy es incorporar esta lucha y visión política como parte integral de cualquier acción política que se proclame de manera transformadora. No es posible hablar de transformaciones sociales y culturales sin poner al centro el feminismo. Hoy es crucial avanzar, por ejemplo, en políticas de cuidado donde el Estado se responsabilice económica y socialmente. El cuidado de las familias no puede seguir siendo una tarea sin valoración económica y donde las mujeres en mayor medida son quienes estamos a cargo, lo que afecta sin duda nuestra autonomía y posibilidades de participación.
-Un tema relevante será la despenalización del aborto, como feminista, ¿cuál es su postura?
Es otro tema que se viene en marzo y mis compañeras de bancada saben que comparto con ellas el sentir de defender el derecho de las mujeres a decidir sobre la autonomía de su cuerpo, es un mandato que se ampara en el derecho internacional de los derechos humanos. La diputada Maite Orsini va a liderar esa agenda desde la comisión de género y estaremos apoyándola en todo lo que ella requiera.
No tengo matices sobre la autonomía del cuerpo de las mujeres. El derecho al acceso al aborto legal es eso, implica garantizar el derecho a decidir de las mujeres con la protección debida del Estado. Chile necesita avanzar de las 3 causales al acceso al aborto legal, sin caricaturas, dando una discusión informada donde la definición sea desde el Estado y no desde un debate moral que responsabilice aún más a las mujeres.
– Basándonos en su experiencia en la dirigencia del Colegio de Periodistas, donde existió un debate extenso sobre el Derecho a la Comunicación, ¿cuál podría ser el aporte para que se democraticen las comunicaciones en Chile?
Que el sistema de comunicaciones sea más plural es condición indispensable para que Chile tenga una mejor democracia. La concentración de la propiedad de los medios es brutal y eso permite, entre otras cosas, falta de diversidad política y discriminación en la participación. La ausencia de una ley de medios, de normas técnicas menos selectivas para la regulación de medios comunitarios o locales y el escaso debate político sobre el derecho a la comunicación, salvo lo impulsado por los actores sociales como gremios, organizaciones y especialistas en comunicaciones que lo han promovido durante los últimos años, es parte de mis preocupaciones políticas y un ámbito donde quiero contribuir desde el Congreso.
– Durante la elección del reemplazo en el D14 hubo varias situaciones complejas. Una de ellas fue la reacción de Renato Pizarro en interponer un recurso de protección en contra del partido ya que acusa que se le negó la opción de ser candidato sólo por “ser hombre”, ¿Qué opina al respecto?
Lo explico de la siguiente manera: las normas y políticas antidiscriminación justamente se crean, como la Ley Zamudio, para proteger a los grupos que han sido históricamente discriminados o vulnerados en sus derechos, a nivel de los derechos civiles y políticos. Las mujeres somos una mayoría que hemos sido vulneradas en estos estos derechos, y los hombres son una hegemonía en términos civiles y políticos, entonces, recurrir e invocar una ley antidiscriminación para favorecer una situación de privilegio, que en el fondo es la participación de un hombre, es absolutamente contrario y contraproducente al principio que invoca la ley. Así que, en este caso, espero que se genere jurisprudencia porque es uno que puede ser muy esclarecedor en términos de lo que significa la asignación de las mujeres en la participación política.
-Otro de los conflictos que sostuvo la prensa fue la omisión de la Consulta Territorial, sin embargo más allá de esto existe también una baja participación en Revolución Democrática que se ha mantenido constante…
En la prensa sólo se difundió esta consulta territorial que no era vinculante, pero otras etapas que debimos cumplir con Paz Gajardo es que nos tuvimos que presentarnos en el Consejo Metropolitano, donde están presentes todos los dirigentes y dirigentas de los distintos espacios del partido a nivel metropolitano. Ese Consejo tuvo que escucharnos y, también, aprobarnos. En ese consejo saqué un voto más que Paz, y ese antecedente se tomó como que ambas fuimos validadas y pasamos a la siguiente etapa. Lo mismo nos pasó cuando tuvimos que conseguir más de 100 firmas de militancia activa dentro de la Región Metropolitana, el primer paso que tuvimos que cumplir, junté más de 120 y Paz juntó 100, pero eso no quiere decir que yo tenía ventaja, porque no era un antecedente para la elección, sino que era una validación de ambas como candidatas por cumplir el requisito mínimo del patrocinio.
En estos dos casos, las instancias eran metropolitanas, porque si bien la diputación representa un distrito, también representa intereses nacionales del partido, porque se votan proyectos en el Congreso que finalmente afectan la vida de las personas.
La Consulta es algo mucho más vistoso porque se hizo ver como que era el proceso participativo (…)y lo otro es la baja participación de militancia activa en general en los procesos de Revolución Democrática, pero tenemos que ver cómo ir mejorando eso (…) subimos una diputación que su foco fue legislativo y no fue territorial, entonces, evidentemente que ahí la presencia en todas las comunas es muy escasa.
-Existe una cierta voluntad de unidad entre los partidos de oposición, con el fin de ser una fuerza unitaria para legislar, ¿cómo lo ves Usted?
Creo que es fundamental, sobre todo, para el proceso constituyente y las elecciones a nivel de gobiernos locales. Es fundamental que RD y el Frente Amplio se fortalezcan como un proyecto político y eso requiere de tratar de acordar ciertos proyectos como la condena a la violación a los derechos humanos o cómo avanzamos en la protección de los derechos sociales.
Este año vamos a vivir una situación de recuperación económica, donde las medidas del gobierno son aún insuficientes y nos vamos a seguir enfrentando a estos índices de cesantía, y eso requiere evidentemente de esfuerzos unitarios.
