La siguiente es la declaración de ANEIICH:
“Junto al cambio de autoridades de gobierno, este viernes 11 de marzo se conoció por la prensa, la decisión de remover de sus funciones a la máxima autoridad del SII, Fernando Barraza, haciendo uso de la facultad presidencial de poner término anticipado del mandato de directores de hasta 12 servicios públicos, considerados clave para el desarrollo del programa gubernamental.
Desde la Asociación Nacional de Funcionarios/as del SII (ANEIICH) saludamos la decisión del Presidente Gabriel Boric de poner término a la peor administración de la historia del SII, caracterizada por un formato de dirección sin liderazgo, sin gobierno, sin ética ni organización, que en 7 años, literalmente desmanteló el prestigio y carácter técnico y fiscalizador de una institución centenaria, clave para el desarrollo del país.
Durante este período, entre otras materias, la Dirección Nacional del SII:
- Dejó sin efecto todas las facultades fiscalizadoras aprobadas en la reforma tributaria del año 2014, siendo su caso más emblemático, la nueva Norma General Antielusiva, que literalmente, nunca ha sido utilizada.
- Abandonó la persecución judicial de delitos tributarios, que, entre otros daños incalculables para la institucionalidad del país, consagró la impunidad de todas las causas de fraude tributario relacionado al financiamiento ilegal de la política.
- Redujo sustantivamente la recaudación efectiva del país, producto de planes de fiscalización de bajo impacto y el tratamiento diferencial y complaciente a grandes contribuyentes, a través de la negociación interna de casos de fiscalización a través de los procedimientos RAV y RAF, y la emisión de múltiples circulares de nulo fundamento técnico que cambiaron criterios históricos de nuestro servicio y/o beneficiaron a empresas o grupos económicos específicos, generando fuertes cuestionamiento en la opinión pública, tales como lo ocurrido con los casos PENTA, Barrick Gold, Dominga y Verónica Pinochet.
- Desconoció todas las políticas de carrera funcionaria, instalando en la alta dirección del Servicio a subdirectores sin experiencia en instituciones públicas de alta complejidad.
- Dejó en evidencia la vulnerabilidad y dependencia de la institucionalidad tributaria frente a las decisiones de política coyuntural adoptadas por las autoridades de Gobierno, al disponer de nuestra institución, por primera vez en nuestros más de 120 años de historia, para la realización de labores sin ninguna relación con nuestra misión, como fue el caso de la entrega de bonos y beneficios para la clase media y el soporte técnico de la comisaría virtual de Carabineros.
Esperamos que las nuevas autoridades de gobierno consideren en la próxima designación de Director Nacional del SII, a una persona con comprobada vocación y experiencia en el servicio público, vasto conocimiento del sistema tributario nacional e internacional, convicción respecto a enfoques tributarios favorables a los intereses superiores del Estado y competencias relacionales indispensables para gestionar una institución estratégica para el desarrollo de Chile y sus habitantes.
