Periodista.
El lunes será un gran y complejo día. Por un lado, se inicia el trabajo del nuevo gobierno, que por las señales entregadas hasta hoy, será a todo vapor. Y en el otro lado, será el momento en que Renovación Nacional -pasada ya la ira inicial que estalló el pasado viernes- , dará a conocer su postura oficial en un voto político que clarifique en qué pie quedaron como equipo de Chile Vamos, luego del espectáculo que la derecha acostumbra a dar de tiempo en tiempo, cuando de lograr cuotas de poder se trata.
Es que el acuerdo del nuevo oficialismo con la UDI y Evópoli, que significó la elección como presidente del Senado de Álvaro Elizalde (PS) y como vicepresidenta, Luz Ebensperger (UDI), hizo estallar las pasiones en la derecha. De acuerdo a parlamentarios de Renovación Nacional, pudieron conseguir la testera de la Cámara Alta, pero negociaciones de última hora de la UDI y Evópoli con la centro izquierda, desde el PS hasta la DC pasando por el PC, lograron un acuerdo que terminó dejando afuera a Renovación Nacional.
Con este pequeño escándalo, asumieron el viernes los 155 diputados y 50 senadores electos, que llevarán adelante la agenda legislativa durante este 2022. Así la nueva oposición inició su labor en el Parlamento de la peor manera posible: peleando, aunque no a muerte, por un cargo que puede ser vital para la marcha de los proyecto y reformas que necesita aprobar el nuevo gobierno
Puede ser que el senador Ossandón esté respirando por la herida, por cuanto su nombre era el más seguro para ocupar la testera de la Cámara Alta. Pero en algo tiene razón. El senador dijo que «en Chile las cuatro instituciones más importantes, entre comillas políticas, quedaron en manos del gobierno de Boric”, y a su juicio, tenían «una que era nuestra, que era el Senado y se la regalamos, o sea, se la regalaron». También afirmó que se deja a “la centroderecha en la indefensión más grande que ha tenido en la historia de Chile”.
Según el senador mencionado «en la derecha debemos hacer un mea culpa. No haber escuchado ni apoyado los cambios nos está pasando la cuenta». No descartó que la entidad abandone Chile Vamos y calificó de traidores a los demás partidos del conglomerado. Lo mismo opinó el diputado RN Andrés Celis: «UDI y Evopoli traicionaron a RN y se vendieron al actual gobierno”.
Por su parte, en el Partido Republicano, el presidente y senador, Rojo Edwards, afirmó a través de su cuenta de Twitter que la UDI le entregó el Senado al socialismo sin mover un músculo.
Incómodos, pero pragmáticos, la UDI respondió afirmando que estas críticas son injustas y agregaron que fue RN el partido que inició conversaciones con el nuevo gobierno para tener apoyos en la Cámara Alta. El senador Macaya (UDI) le respondió a Ossandón que «esto no se trata de una persona, lo importante es lograr un acuerdo de gobernabilidad»
Hay que recordar que existía un acuerdo de palabra entre los sectores de la derecha y el eje PS-PPD desde noviembre de 2021 para rotarse la testera y repartir de manera equitativa las comisiones.
Todo cambió con el trabajo de la Convención y la posibilidad de que la Constitución determine la unicameralidad. Una idea que no gusta en algunos sectores de la centroizquierda y que para la UDI es el horror mismo. De ahí que hayan determinado que lo mejor en esta época de turbulencias peligrosas es que el partido Socialista se hiciera cargo del Senado en estos primeros meses,
Es que nadie desconoce que el PS, hoy partido de gobierno, tiene influencia tanto en la administración de Gabriel Boric como en el órgano constituyente y por lo tanto, puede neutralizar mejor los afanes de quienes abogan por una sola cámara en el Parlamento. Esa es la respuesta del al menos curioso apoyo de la derecha más extrema a un socialista.
El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, pese a que evitó referirse a este quiebre de la coalición opositora, afirmó que la Cámara Alta debe trabajar de manera ecuánime y pensando en el bienestar de los chilenos.
