En su ronda de contactos con sectores políticos y actores sociales, el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, visitó ayer la sede del Partido Socialista para pasar revista a las reformas sociales en que está empeñado el Ejecutivo.
En la ocasión se refirió a las dificultades que está enfrentando la tramitación de la reforma tributaria, aspectos claves de los cambios al royalty minero, el devenir de la reforma de pensiones y algunos aspectos de la reforma a la salud e incluso algo sobre el fallo de la Corte Suprema sobre las Isapres.
Venía llegando de una reunión con la CUT con la cual estaba negociando el aumento del salario mínimo a $500.000- algo que podría representar una buena noticia en medio de un clima político y social enrarecido por los temas de seguridad- y antes de una reunión sobre el royalty minero, el que representa también importantes recursos, esta vez para las gobernaciones regionales y los municipios, los más interesados ahora en esos cambios y que se vota en Comisión de Hacienda de la Cámara en esta jornada.
Mañana el ministro parte de Estados Unidos a participar en las reuniones del Banco Mundial y el FMI, de la cual se espera salgan las más recientes proyecciones de la economía internacional, que sabemos azotada por algunas incertidumbres no menores en términos de algunos “accidentes” de conglomerados bancarios internacionales, una persistente inflación mundial y la amenaza de una ralentización de la economía global, que recién venía recuperándose de la pandemia.
El ministro, en la sede del PS, habló del cuadro interno de las reformas sociales, las que se debaten entre juegos de apoyo y rechazo en el Congreso, mientras que en lo macroeconómico seguimos contando con una inflación que ronda el 11% en doce meses, que se espera apenas crezca el presente año, con expectativas a la baja para el próximo, un desempleo aún persistente y remuneraciones reales que caen por ya varios meses consecutivos.
Marcel partió hablando de las seguridades social, económica y ciudadana, ligando los conceptos y resaltando que la inseguridad que se ha vivido en nuestras calles y sus efectos en los sectores más postergados implica que “las amenazas (que ello conlleva) están peor distribuidas que la distribución del ingreso”, porque los sectores populares tienen menos posibilidades de salir adelante después de un asalto que afecte su integridad física o sus bienes. Y enfrentar ello, subrayó, también requiere de recursos.
Luego enfatizó que en materia tributaria Chile no ha tenido novedades importantes en los últimos 30 años, cuando ha tenido una carga tributaria en torno al 18 o 19% del PIB y al final, para atender las diferentes necesidades sociales lo que se ha tenido que ir haciendo es “rotar” los recursos disponibles de una necesidad en otra. Al respecto añadió que claramente Chile está rezagado en materia de tributos a las rentas personales, “donde recaudamos la cuarta parte de los países más desarrollados” y ello básicamente por el mecanismo que permite un sistema integrado, desde 1984, donde la recaudación del impuesto a las utilidades de las empresas, se descuenta de los impuestos que tienen que pagar las personas que reciben utilidades de las empresas.
Desmitificó el hecho de que este último mecanismo fomente el ahorro, ya que dijo que las grandes fuentes de ahorro en Chile son el ahorro obligatorio de los trabajadores en las AFP y el ahorro dado por la responsabilidad fiscal, dado que los privados financian sus inversiones básicamente con crédito y emisión de deuda.
“En materia de carga tributaria hemos tenido un techo, no de vidrio, sino de cemento”, enfatizó Marcel.
En materia previsional sostuvo que los frustrados cambios que han intentado diferentes administraciones se han topado con ideas que ponen el acento en la propiedad y en la capitalización individual de los fondos y planteó que por sí solos los ahorros previsionales personales “no constituyen un sistema de seguridad social”, que justamente lo que busca es establecer es un piso mínimo mediante el cual ninguna persona tenga lo básico para mantenerse en esa etapa de la vida.
Respecto del royalty minero subrayó que Chile es uno de los países más centralizados, incluso comparado con América Latina, y lo que se busca, con los cambios tributarios en esta materia, es que se aporten recursos a las distintas gobernaciones regionales y los municipios, siendo los primeros los que prácticamente han sido tratados como “servicios públicos”, porque no tienen en la práctica recursos para una serie de necesidades que cubrir.
Estas son algunas de las consultas formuladas al ministro de Hacienda en la oportunidad:
-Ministro Marcel, varias consultas, se ha señalado que el aumento de la PGU a 250 mil pesos está ligado al éxito de la reforma tributaria, y ese trámite se ve complejo, ¿esto quiere decir que sin ésta podríamos no tener el referido aumento? Por otro lado, según como se está dando el debate sobre la reforma tributaria ¿se podría dar que se termine cediendo en el tema de los impuestos a la riqueza y el patrimonio y quedarnos con los avances en materia de evasión y elusión? Por último, en su exposición no se incluyó el tema de la reforma a la salud, donde sabemos se está planteando un fortalecimiento de la Atención Primaria…
-Normalmente cuando se habla de reforma tributaria nos ponemos al tiro a discutir de impuestos, pero hablamos muy poco del lado del gasto. Las reformas tributarias no se hacen solamente para recaudar más plata, se hacen cuando uno quiere movilizar recursos para gastarlos de alguna manera. Por ejemplo, para ir de lo más macro a lo más micro, se plantea el impacto que tiene la reforma tributaria sobre el crecimiento, pero se plantea mirando solo el lado de los ingresos y todos los estudios indican que cuando uno incluye el lado del gasto se observa que una reforma tributaria no solo puede ser neutra en términos de crecimiento, sino que puede contribuir al crecimiento. Nosotros hicimos ese análisis para el proyecto de la reforma tributaria y llegamos a la conclusión de que iba a aumentar el potencial de crecimiento porque se iba a estar invirtiendo justamente en salud, por ejemplo, o en un sistema de cuidados, lo que tiene impacto sobre el mercado del trabajo, o porque se iban a invertir recursos en ciencia y tecnología e investigación y desarrollo (…) Mi impresión, a partir de cómo está planteada la discusión, es que hoy día hay un sector de la oposición que estaría dispuesta a aprobar lo justo y necesario para financiar el aumento de la PGU y como contrapartida propondría separar este aumento de la PGU de todo el resto de la reforma previsional, se han visto declaraciones muy concretas en este sentido. A la luz de eso, es importante no centrar toda la discusión del uso de los recursos de la reforma tributaria en la PGU, porque hay otras cosas que son importante de hacer, entre ellas, los cambios a la salud, la reducción de las listas de espera en los hospitales, el aumento del per cápita de salud primaria…todo eso requiere de recursos y estos tiene que venir de la reforma tributaria. Eso, en sí mismo, no es suficiente como reforma de la salud, pero si no somos capaces de hacer algo en esos ámbitos, es muy difícil que logremos mostrar los méritos de una reforma a la salud. Tenemos que acordarnos, en buena medida, en parte de lo que fueron los problemas que tuvimos con la reforma educacional, en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet, en que muchos, ex post, reflexionaron que habría sido mejor partir por fortalecer la educación pública, antes de otras cosas, pero se partió de otra manera, entonces creo que allí, en el caso de la salud, tenemos que pensar en lo mismo: en cómo fortalecer la salud pública en esos dos niveles, la capacidad de resolución de los hospitales y en la salud primaria en los consultorios, porque eso es lo que ayuda a legitimar la reforma de cara a la ciudadanía…
Evasión y elusión
En relación al tema de los componentes de la reforma tributaria en discusión, el ministro de Hacienda comentó:
-Respecto de este tema, cuando se habla de evasión y elusión, yo soy un poco escéptico porque es cierto que de parte de la oposición se habla de que ellos estarían dispuestos a apoyar medidas de ese tipo, pero cuando nosotros hicimos la discusión en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, en todas las medidas específicas para reducir la evasión y elusión, en todas ellas la oposición votó en contra, entonces esto no es una abstracción…reducir evasión y elusión implica cosas bien concretas. Implica dotar al Servicios de Impuestos Internos de más facultades, significa eliminar fuentes de elusión muy abusivas. Para solo dar un ejemplo de cómo fue esa discusión: se debatía sobre una norma que quedó del gobierno de Sebastián Piñera, respecto de la cual se pueden hacer donaciones entre personas, dentro de un cierto límite, sin pagar el impuesto a las donaciones…que es el mecanismo que usan personas de alto patrimonio para distribuir fondos y riquezas a sus familiares, sus hijos, sus nietos. La reforma proponía eliminar ese mecanismo, simplemente eliminar la exención del impuesto, no que se prohibiera estas operaciones entre familiares, la respuesta de los parlamentarios de la oposición fue decir que esto atentaba contra la filantropía…Tenemos que tener claro que evasión y elusión que parece algo simple, algo como que quién podría oponerse, en realidad, si uno quiere que eso tenga dientes, involucra decisiones que no son fáciles y que, al menos en lo que fue esa experiencia, no hubo mucha disposición a apoyar…En relación al tema del impuesto al patrimonio sabemos que es un tema difícil, sabemos que es un impuesto complicado, y hemos dicho que estamos dispuestos a evaluar alternativas que cumplan estos dos requisitos: que ayuden o generen una recaudación similar y que tengan un efecto sobre la equidad del sistema tributario que sea también similar. Hasta el momento tenemos pocas propuestas en esa dirección, probablemente alternativas existan, pero tenemos que tener claro que esta es una reforma que se planteó no solamente para recaudar, sino también para mejorar la progresividad del sistema tributario chileno, que es muy poco progresivo.
-Ministro, se ha visto cauteloso al gobierno en relación al cumplimiento del fallo de la Corte Suprema por parte de las Isapres, ¿qué se espera en este sentido?
-El fallo de la Corte Suprema es la culminación de un proceso muy largo. No es algo que ocurrió de repente, las demandas contra las Isapres vienen con muchos años de desarrollo. La preocupación del gobierno es cómo asegurar que el fallo se pueda cumplir, que no ocurra que por el hecho de que quiebre una Isapre, al final esa deuda no se pague nunca. Entonces para eso hay cosas que tienen que ocurrir en el mundo de las Isapres y al mismo tiempo uno tiene que tener un sistema público que esté preparado para la gente que se va, no en masa, sino que es algo que está ocurriendo día a día, que hay mucha gente que se va trasladando del sistema privado al sistema público y hay que estar preparado para poder responder a las expectativas que la gente tiene. Entonces, en eso es lo que se ha estado trabajando, en cómo generar una normativa, que requiere algunas modificaciones legales, para que el fallo se pueda cumplir. Lo que la Ministra de Salud está haciendo es generar un proyecto de ley que es para habilitar o facilitar que el fallo se cumpla, que se hagan los reembolsos a las personas que corresponden, tal como lo estableció la Corte Suprema, y que las tarifas de las Isapres se ajusten a los límites que fijó la Corte Suprema también en su fallo.
