Javier Uribe, ex subdirector de fiscalización de Aduanas, asegura que la institución que controla el ingreso de mercancías a nuestro país debe operar como una primera línea para abordar el aumento de los delitos a través de un trabajo preventivo y de inteligencia. “Chile hace un tiempo era el pasillo para blanquear envíos irregulares. Hoy no responde a un blanqueo de ruta, sino a una falta de control y, por lo tanto, termina siendo propicio para el crimen organizado”, explicó.
Con el aumento de los índices de criminalidad, en especial por un alza en los delitos violentos a mano de organizaciones criminales, el debate por mejorar las atribuciones y la coordinación entre las instituciones públicas parecen ser cada vez más necesarios. Una de ellas es Aduanas, quienes cumplen un rol fundamental en el control de mercancías al país desde las fronteras.
Javier Uribe, cofundador del observatorio aduanero (OAR) y ex subdirector de fiscalización de Aduanas, coincide con esta mirada. En conversación con Gestiona Group, aseguró que las instituciones pueden aumentar sus atribuciones y su labor, no sólo desde la normativa, sino también desde la forma de trabajar. “Lamentablemente somos reactivos. Debiésemos apuntar a controles previos con trabajo de inteligencia que permita hacer prospección en el intercambio de información entre los diferentes organismos”, aseguró.
Sobre cómo trabajar coordinadamente, el ex ejecutivo sugiere que “hay varios elementos de anticipación, primero con una integración de sistemas. La Aduana tiene sistemas paralelos donde no toda la información se cruza, por lo tanto, hay que invertir ahí. La mejora anticipada para tener una constante retroalimentación con los sistemas de inteligencia de las policías o de la ANI”.
Uribe resalta el trabajo de la institución, pero señala que se requiere ampliar la mirada en el trabajo de coordinación: Asimismo, afirma que “normalmente no se conoce lo que hace la Aduana, simplemente se cree que es pegar o marcar un timbre al cruzar la frontera”. La Aduana “tiene un rol fundamental, trascendental y por lo tanto tiene una misión y una tarea que es tremendamente relevante”, dice el ex ejecutivo y, además, plantea que “el funcionario aduanero(…) tiene unas potestades que cualquiera se las quisiera, puede ejercer su función en forma automática, en zonas primarias, puertos, aeropuertos. Puede actuar en zonas secundarias, cuando media una resolución”.
Además, pone como ejemplo la coordinación que debe existir en materia de armas: “No se condice el nivel de armas que hay en Chile con lo que está inscrito, la retroalimentación entre la dirección general de movilización Nacional y la Aduana -entre otros- es reciente”,
La posición de nuestro país con relación a años anteriores también es relevante. Uribe explica que “Chile hace un tiempo atrás era el pasillo para blanquear. Hoy en día Chile, no responde a un blanqueo de ruta, sino a una falta de control”, asegura Uribe, y afirma que el crimen organizado vino a suplir, a facilitarle la vida a muchos chilenos que han estado esperando el apoyo del Estado”.
Sin embargo, Uribe es tajante en señalar que “muchos de los artículos que se venden de forma ilegal, no pasan por la Aduana, lamentablemente tenemos una extensión del límite geográfico que también facilita a los contrabandistas actuales”.
Uribe indica que “llegamos a un punto donde el sistema no resiste entonces, básicamente es con firmeza y decisión”. que se debe crear una nueva línea de trabajo, “la Aduana lo que puede además hacer, porque no es policía, es generar una buena base de datos para compartir(…), de tal manera que se haga mejor un trabajo preventivo”.
Finalmente asegura “un factor de riesgo puede ser un desvío de ruta, por eso es muy importante poder trabajar con otras Aduanas, donde existe una mayor integración”.
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