Periodista.
Un interesante libro con distintos y complementarios análisis de lo que fue el segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet nos entregan periodistas del diario Crónica Digital en su libro “Bachelet 2014-2015: ¿qué fue, qué pasó?” presentado la semana pasada en Santiago.
En él se describen sus numerosos e importantes logros, así como sus debilidades, además de señalar las tareas que quedaron pendientes para la izquierda y la centroizquierda en el futuro próximo.
Con análisis en profundidad, políticos y periodistas como Juan Andrés Lagos (PC) y Marcel Garcés, y comentarios del presidente PS Álvaro Elizalde, de los ex ministros José Antonio Gómez (PR) y Víctor Osorio (IC); de Javiera Toro y Karina Oliva (Frente Amplio), Lautaro Carmona (PC) y René Jofré (PPD) repasan una experiencia exitosa pero frustrada debido al ataque sin cuartel de la derecha económica y política y a las divisiones surgidas en el seno de la coalición gobernante, la Nueva Mayoría.
Quizá esto último fue lo más grave, ya que se sabía que la derecha política y empresarial nunca permitiría que se avanzara como se planeó en los cambios fundacionales al modelo neoliberal con el cual se siente muy satisfecha, aunque éste nos ubique como uno de los países más desiguales del mundo.
Una trasformaciones que no eran tan revolucionarias o radicales como se las llamó. Eran solamente el comienzo de las necesarias para hacer de nuestro país una sociedad donde se respetan los derechos sociales y la justicia social para todos. Algo que cualquier país europeo liberal sustentaría. Pero algunos chilenos, viviendo en la jungla en que nos sumergieron los Chicago Boys, vieron muy radicales esos cambios y se asustaron. Y aunque dieron gran apoyo a Bachelet y al programa de la Nueva Mayoría en las elecciones de 2017, la gran abstinencia electoral debió alertar de lo que se venía.
Para comenzar a hacer los cambios que Chile necesita y tras escuchar la voz de la calle – un Chile movilizado a partir de 2011 como no se veía desde la Unidad Popular -, Bachelet se comprometió a tres pasos fundamentales: reforma a la Educación, para crear igualdad desde la cuna; una reforma al Sistema Tributario donde los que más tienen, más pagan, para financiarla; e iniciar un proceso de Nueva Constitución participativa que elimine aquella normativa férrea que sostiene el sistema neoliberal impidiendo las necesarias transformaciones.
Todo esto se hizo, pero no como hubiéramos deseado: con profundidad y hasta el final. Mucho quedó pendiente, porque cuatro años de gobierno es poco para tan vasta agenda, y por el ataque feroz de una derecha económica y política que en nuestro país tiene mucho poder y pocos escrúpulos. No trepidaron en atacar hasta los sentimientos más caros y básicos de cualquier padre o madre, como es un hijo, para debilitar su gobierno. Otra prueba de la cual Michelle Bachelet salió impoluta.
Sin el poder de los medios de comunicación
Uno de nuestros errores – por lo demás, común en todos los sectores políticos salvo en la derecha – fue no considerar la fuerza del Cuarto Poder, es decir, de los medios de comunicación. Víctor Osorio (Izquierda Ciudadana) señala que en el primer borrador del programa de Bachelet ni siquiera se los mencionaba. Gracias al empuje de periodistas y comunicadores se logró que se agregara en el definitivo parte de la propuesta del Colegio de Periodistas, que básicamente proponía una nueva Ley de Medios que exija pluralismo en el sistema de medios limitando la concentración hegemónica de la derecha que padecemos desde el golpe militar.
No se hizo nada al respecto. Las comunicaciones parecen ser invisibles para los políticos tradicionales.
Así, desde el primer día de gobierno de Bachelet 2 la opinión pública chilena se vio envuelta, arrasada por una propaganda emitida por los medios vociferando que la reformas estaban “mal hechas”, acusando “falta de realismo pretender hacer tantas reformas juntas”, y preconizando que abandonar la lógica de la “retroexcavadora” y volver a la “política de los acuerdos”, que tan buenos frutos les dio. Y así, más la presión del aliado de centro (o “fuego amigo”), Bachelet cedió a una nueva etapa: el del “realismo sin renuncia”, que no fue otra cosa que ralentizar el paso en las reformas y postergar la meta final.
¿Qué se pueden contabilizar muchos logros?, claro que sí. El presidente del PC diputado Teillier, hizo un recuento de las 45 más importantes realizaciones del gobierno de la Nueva Mayoría (aparecen en el libro que comentamos), donde su partido tuvo importante participación después de décadas de marginación. No tanto por su “gran influencia”, como se le imputa, sino porque fueron más leales con el programa de la Nueva Mayoría que el propio partido de la Presidenta, el Socialista, donde también hubo disensiones y aflojes, aunque no tan graves como dentro de la coalición. Se ha escuchado a altos dirigentes de la Democracia Cristiana, disculparse hoy ante su ala de derecha por haber participado en ella, arguyendo que “no leyeron el programa”….
Entre los principales logros, el texto menciona: gratuidad en colegios y universidades para los estudiantes más vulnerables y nueva Ley de Educación Pública; reforma tributaria que subió el impuesto a los grandes empresarios, para financiar lo anterior; cambio a un sistema electoral proporcional; unión civil para los homosexuales; despenalización del aborto en 3 causales (incluyendo la violación); creación del Ministerio de la Mujer; fin del embarazo como preexistencia en las isapres; Ley Ricarte Soto y obligatoriedad de los fármacos bio-equivalentes; fin a la corrupción en el financiamiento de la política; aumento constante de salas cunas y jardines infantiles; proyecto de Reforma Constitucional (firmado cuatro días antes del fin de su mandato y que duerme en algún anaquel del Congreso); concesión de terrenos para proyectos de energía Renovables No Convencionales que nos coloca en los primeros lugares en esta materia en el mundo; eliminación de las bolsas de plástico por el bien de la fauna marina; y cobertura de un cuarto del territorio nacional como “área silvestre protegida”.
Todo un éxito para apenas cuatro años de gobierno, que el actual trata de revertir. Por eso, los partidos de la centro-izquierda en el Parlamento dan la batalla por defender estas conquistas. No permitir ni un paso atrás, mientras se recupera la confianza del electorado y… La Moneda.
