Periodista.
Aunque aún siguen resonando los encuentros que ministros y parlamentarios -de todos los colores en este último caso-, sostuvieron en casa del lobista y ex alcalde UDI Zalaquet, despertando enojos múltiples en el oficialismo, muy pronto dichos errores pasarán a ser historia. Es que ya las fuerzas políticas comienzan a sumar y restar frente a la vorágine que se desatará a partir de las primarias del 9 de junio de este año. Es decir, en cinco meses más.
Será el momento en que los partidos presentarán al pueblo de Chile sus candidatos a gobernadores, concejales y alcaldes en las no muy apetecidas primarias. Pocos meses después, el 27 de octubre, chilenos y chilenas escogerán a sus autoridades municipales y regionales. Los alcaldes y concejales electos asumirían su nuevo cargo el 6 de diciembre de 2024. Y en las regiones donde sea necesario, en noviembre habrá segunda vuelta para elegir a su gobernador.
Frente a ese tsunami que se ve venir, la oposición está enfrentando grandes complicaciones. Y no sólo en una de las comunas más populosas del país, Puente Alto, donde ya sacaron cuchillos por lado y lado en Renovación Nacional. En realidad está ocurriendo en todo el país. Un proceso lento, pero que muy pronto dejará al descubierto los nudos que hoy los aprietan por todos lados.
No es casualidad entonces la preocupación que se ha despertado en la oposición, que aún no se repone de la pérdida del último plebiscito perdido de manera estrepitosa Tal vez por ello es que se ve entrampada en peleas de poca monta y que le hizo decir a un conocido opinólogo de ese sector político y académico de la Universidad de los Andes, Daniel Mansuy que, “la derecha está tomando la elección municipal con mucha liviandad”.
Los que siguen tranquilos por su camino son los republicanos. Están seguros que al final ellos serán los que impondrán sus aspiraciones en la derecha. No sería la primera vez.
Necesitan ganar
Lo probable es que, como de costumbre, se fagociten entre ellos pero sin perder finalmente el norte: necesitan ganar a todo evento la carrera municipal. Y para ello al final se unirán. Para la derecha tener en sus manos los municipios más estratégicos desde el punto de vista de las elecciones –las comunas más importantes de Santiago, Valparaíso y Concepción, para empezar- es imperativo pensando en las presidenciales y parlamentarias del 2025. Es que allí, en las comunas, están los votos que necesitan para esa misión. Allí viven quienes están habilitados para votar: 15.278.800 personas, de las cuales 7.456.459 son hombres y 7.822.341 son mujeres.
En la centro izquierda el problema por ahora está resuelto. Hace muy poco, el oficialismo llegó a acuerdo de pacto electoral con la Democracia Cristiana. El presidente de esta colectividad, Alberto Undurraga comentó sobre dicho pacto: “nos parece que la mejor forma de enfrentar esta elección es que en los cargos unipersonales, tanto en las alcaldías como en las gobernaciones, tengamos un pacto electoral con los distintos partidos del oficialismo, porque de esa forma no hay dispersión, no gana la derecha y nuestros candidatos y candidatas pueden tener un buen resultado en octubre de este año”.
Despejado el tema en el centro y la izquierda, peor se ve el escenario en las derechas. Los problemas se presentarán no sólo internamente en cada partido. Tendrán que resolver cómo y con quién irán a estas elecciones. Las alianzas se ven más que difíciles.
Mal pronóstico
Por de pronto, Amarillos y Demócratas -como si fueran una gran fuerza electoral- han señalado públicamente que no están dispuestos a incluir a los Republicanos en su diseño municipal, ni siquiera –hasta ahora.- en pactos por omisión. Incluso están proponiendo una nueva coalición sin la colectividad fundada por José Antonio Kast. Matías Walker, vicepresidente de Demócratas, ha manifestado su disposición a conformar una “alianza de centro político” junto a Chile Vamos. “RN y la UDI van a tener que tomar una decisión. Nosotros queremos conformar una coalición de centro y eso pasa por excluir a la extrema derecha y la extrema izquierda”. “O conforman una coalición de centro, con Demócratas y Amarillos y competir en una primaria con partidos de centro, o se van con republicanos, con la extrema derecha”.
Así las cosas, las aspiraciones de Rincón y Walker tienen un mal pronóstico. Chile Vamos se encuentra en un dilema que tendrá que resolver pronto. Porque ya la bancada de diputados de Renovación Nacional expresó su “preocupación” ante los acercamientos de Evópoli con Demócratas y Amarillos para un posible pacto electoral. El líder de la bancada RN, Frank Sauerbaum, afirmó que la colectividad expresó su inquietud ante este posible pacto electoral por no compartir ciertos puntos con estos.
Sauerbaum fue drástico al advertir: “somos un bloque político que se define de oposición. Por lo tanto, debemos hacer pactos electorales con quienes se definan de esa manera y, eventualmente, podremos llegar a acuerdos electorales”. “Nosotros creemos que es más importante que al gobierno del Presidente Boric se le enfrente con firmeza y rigurosidad, y se le plantee al gobierno un proyecto político de futuro que reemplace este mal gobierno de izquierda”. Y emplazó a los dirigentes de su coalición a tomar una decisión “ojalá a la brevedad y que no caigamos en hacer pactos electorales por conveniencia y sin convencimiento político respecto de nuestro actuar”.
La escasa fuerza de Demócratas
Todo indica que las aspiraciones de Ximena Rincón se toparán con el ala dura de RN y la UDI. Ellos están mucho más cerca de los Republicanos, que si muestran potencia electoral. Los acercamientos con Evopoli, que se habían dado a fines de año y que tenían a la senadora con una sonrisa que ahora desapareció, causaron tal inquietud en Chile Vamos que Gloria Hutt, presidenta de Evopoli, debió dar explicaciones en la comisión política del sector. Debió aclarar públicamente: que no tienen intenciones de salirse de la coalición Chile Vamos. En la derecha se inquietaron por el acercamiento de Evopoli a Demócratas y Amarillos, partidos que, dicen, “ni siquiera tienen presencia nacional”. Muchos advierten en el propio Evopoli que un acercamiento a las tiendas de centro podría provocar malestar a nivel de regiones, donde la militancia es de derecha “más dura” que en Santiago.
Y justamente buscando esa fuerza pareciera que andaba la senadora. Porque en distintos medios se denunciaron las ofertas de ayuda en conseguir viviendas hechas por Rincón a cambio de firmas para su partido. De acuerdo a una investigación de Ciper, Pedro Huerta Huilipan, militante de Demócratas y presidente de la Unión Comunal de Comités de Vivienda del municipio del sur de Santiago -organismo compuesto por 21 comités de vivienda-, les transmitió el trato.
“Como le hemos informado en las últimas reuniones, una de nuestras colaboradoras y apoyo que tenemos para lograr nuestro propósito del traspaso de terrenos y futura construcción de viviendas, es la senadora Ximena Rincón (…) En estos momentos ella es la presidenta de un partido que está en formación, y para legalizar este partido que se llama Demócratas, se necesitan personas que se inscriban para cumplir la cantidad exigida por el Servel. Con la senadora hicimos un acuerdo de apoyo mutuo, ella nos ayuda a apurar el traspaso de terrenos y nosotros ayudamos con inscripción de personas de los comités, empezando por las directivas”.
Por supuesto, Ximena Rincón salió a dar su versión centrando en que siempre ha ayudado a pobladores sin pedir nada a cambio.
Mientras tanto, siguen alzándose voces para que la derecha apure el tranco. Rodrigo Arellano, vicedecano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, analista político y concejal UDI por Lo Barnechea, alertó sobre los posibles perjuicios que podría sufrir la derecha si se presenta más de un candidato en una comuna, abriendo la puerta a que un postulante inicialmente sin opciones pueda destacar gracias a la dispersión de votos.
Reveló de paso que las negociaciones en curso “están tratando de configurar un escenario en que vaya solamente un candidato que represente a la centro-derecha o las fuerzas de oposición, desde Amarillos hasta Republicanos“. Eso es lo que se ve dificultoso, sobre todo por los resquemores de algunos hacia Republicanos.
Arellano abordó la discusión dentro de los republicanos sobre su participación en las elecciones. Destacó que las conversaciones apuntan más hacia una omisión en algunas comunas que hacia un pacto electoral formal. La negociación, según Arellano, se centrará en identificar municipios estratégicos donde la centro-derecha pueda recuperar terreno, como Santiago, Valparaíso y Rancagua. “Si la centro-derecha quiere tener un buen resultado electoral en las municipales, y la centro-izquierda quiere hacer lo mismo, lo más razonable es que vayan con un candidato único, tanto en municipalidades como en gobernaciones regionales”.
