Periodista.
A la sede de Ñuñoa del Partido Socialista llega Cristián Aránguiz, candidato a diputado por el distrito 10, luego de recorrer la feria de Guillermo Mann entregando volantes.
Se sienta frente a un escritorio en una de las salas interiores, buscando un espacio entre cajas y herramientas. Una metáfora de lo que ocurre en su distrito, donde hay 81 candidatos a la Cámara, y donde la bajada de la diputada Maya Fernández a la relección deja un padrón expectante, para conquistar.
-¿Cómo ve su candidatura, hoy a dos semanas de las elecciones del 21 de noviembre?
-La veo bien, con despliegue, con alta motivación del equipo de campaña, de los territorios y fundamentalmente la veo con mucha esperanza. (…) Se ve una idea de futuro y un convencimiento de que vamos a triunfar, representar al partido y colegislar con el territorio del distrito 10.
-Dice que quiere ser parte de un Parlamento para la nueva constitución ¿cómo ve entonces el proceso constituyente?
-El proceso constituyente es el hecho político, histórico y social más relevante de los últimos cien años en Chile, posguerra civil de 1891.Por primera vez en la historia, Chile va a ser capaz de construir una constitución con representación popular y democrática. (…) Y necesitamos un parlamento que promueva, fortalezca, cuide y defienda el rol de la convención constitucional, y para eso hay que tener capacidad de diálogo para instalar en el centro de la discusión los intereses de la patria. (…) Yo reconozco en eso al colectivo socialista que es el único que ha logrado ampliar su representación constitucional; eso habla de una capacidad de diálogo, una voluntad de llegar a acuerdos, y generar instancias con otras fuerzas políticas para construir mayoría.
-En las primarias presidenciales se mostró fiel partidario de Paula Narváez ¿Cómo resolverá esa viudez en la carrera presidencial?
-Efectivamente soy un viudo de Paula Narváez. Estoy convencido que Paula representa lo más genuino de las voluntades, de los valores del pueblo socialista. (…) Esa viudez involucra un proceso de duelo, que en mi caso todavía lo estoy llevando a cabo y que va a requerir explorar las distintas alternativas que hoy en día existente en función del programa que el socialismo colocó ante la ciudadanía y que yo estoy defendiendo con fuerza desde esta candidatura parlamentaria.
El teléfono del candidato suena y él hace un pequeño alto para silenciarlo, luego continúa la charla. Responde rápido y con claridad. Con 46 años recién cumplidos sus ademanes son de hombre mayor, pese a su agilidad y a su disposición energética.
-¿Cómo hace un candidato joven y relativamente desconocido para posicionarse en el conocimiento de su electorado?
-Lo primero es desplegarse en el territorio con las redes existentes del Partido Socialista, con los concejales y concejalas electos, y también con aquellos que no fueron electos pero que tienen un liderazgo en las bases. Además, yo estuve colaborando en la campaña del constituyente Jorge Baradit en el distrito 10 y eso me permitió tener un conocimiento del territorio, y conocer las necesidades de los vecinos y vecinas en sus comunas.
–En su campaña habla de proteger el medio ambiente. Hoy se está realizando la Cop 26 en Glasgow ¿Qué le parece que algunos mandatarios de países aún condicionen o eviten suscribirse a los acuerdos internacionales referidos al medioambiente?
-Que se realicen estas conferencias internacionales para hablar de cambio climático es muy relevante. Hay algunos países que todavía no colocan el sentido de urgencia a la evidencia científica respecto al calentamiento global. (…) Esto debiera estar en la primera agenda de los países. (…)Chile debe ponerse a la vanguardia en Latinoamérica en estos temas. Sustentabilidad y modelo económico van de la mano, y lamentablemente hemos tenido un modelo económico neoliberal que no ha puesto el énfasis en disminuir el calentamiento global, por los intereses que defienden, incluso algunos estados, pero fundamentalmente vinculado a intereses privados.
-Usted se refiere duramente a una “élite indolente” chilena, que daña la democracia. Algunos de sus representantes estarán en el congreso ¿Cómo lidiará con ellos en el trabajo legislativo?
-El Parlamento debe tener una capacidad de diálogo importante y eso involucra construir mayorías que represente voluntad de trasformación. Cuando hablo de “élite indolente” es aquella que mandaba a levantarnos más temprano para poder ocupar un pasaje de metro más barato, que mandaba a comprar flores cuando subía el precio de los alimentos, cuando señalaban que los 30 pesos no era algo relevante en el alza del pasaje y por tanto se menoscababa el movimiento social. Que solo se preocupa de su burbuja de privilegio, (…) y que no le duele la guata ni sufre por las carencias que puede tener gran parte de la población. (…) Hay que recordar la frase del ministro Mañalich cuando decía desconocer los hacinamientos que había en sectores populares de Santiago. Tenemos una elite que gobierna, actualmente en el Ejecutivo, (…) que además es oligárquica (…) donde son unos pocos los que deciden por unos muchos, y a costa de esos muchos, y eso lo vemos reflejado en todas las necesidades básicas de la población.
Aránguiz actualmente es profesor universitario en las Universidades de Chile y Playa Ancha. Lleva militando 23 años en el partido. Durante el 2020 disputó la precandidatura a alcalde por Providencia en las primarias del sector.
-Personalmente ¿qué lo moviliza en su actuar diario?
-Como socialista me mueven principios y valores que he aprendido. (…) Me movilizan convicciones de igualdad, de luchar contra la injusticia, de la fraternidad, mirar la vida desde lo colectivo, desde el bien común, mirar la sociedad desde el cooperativismo, desde la solidaridad. Entender que la sociedad la construimos entre todos y todas y, si bien vivimos en la diferencia porque no todos somos iguales y nos dedicamos a diferentes cosas, tenemos que tener políticas públicas que no sólo nos ayudan a la igualdad de oportunidades sino a la igualdad de resultados. (…)
-¿Y por qué decide ser candidato a diputado?
-Me cuesta vivir con las injusticias, me cuesta vivir con la desigualdad, me cuesta normalizar el abuso y eso parte por una sensibilidad social que tengo por mi trayectoria biográfica. También como sociólogo tengo una mirada crítica de cómo se dan los procesos sociales. Entonces cada vez que voy a hacer campaña y voy a conversar con las personas me gusta escuchar lo que están pensando de las elecciones, de cómo ven ellos el futuro del país. Y cuando uno entrega un mensaje de esperanza, cuando uno dialoga lo importante del proceso que estamos viviendo, siento que estamos cumpliendo un deber cívico y una responsabilidad social muy relevante para poder construir una mejor democracia. (…) Me siento parte de una generación que queremos que los cambios sucedan, y no nos conformamos con hacer las cosas en la medida de lo posible. Para eso hay que ponerle mucho empeño y coraje, y muchas veces ir contra la corriente. (…)
Al verlo destaca el diseño de su camisa, con estampado de palmeras. Me indica que le gustan las camisas con “harta alegría”. Un rasgo que le da un contexto más lúdico al discurso serio y concreto que entrega en cada pregunta.
