Periodista.
Están nerviosos algunos en la derecha. Incluso algo frenéticos. Creen que era justo ahora, con el robo de los computadores y la caja fuerte del Ministerio de Desarrollo Social, el momento de lograr el objetivo que tienen desde el día uno: sacar del escenario a Giorgio Jackson mediante una acusación constitucional o por aumentar hasta el paroxismo la presión sobre el Presidente para un cambio de gabinete.
Hasta hora, ni lo uno ni lo otro. La decisión de la UDI de restarse a cualquier diálogo con el gobierno, negarse a avanzar en la reforma de las pensiones y otras menudencias si el Mandatario no saca al ministro Jackson del gobierno, calificado como un chantaje por todas las fuerzas del oficialismo, e incluso por uno que otro parlamentario de derecha, le está rebotando al gremialismo. Y de una acusación constitucional, ni hablar. Los que la andan promoviendo sigilosamente, prefieren no darle luz porque ya están curtidos con todas las acusaciones que les han fracasado, la última, la que creían más segura, la del Ministro de Educación. En suma, desconfían de los propios, porque ya hay señales de que no apoyarían una medida de esa naturaleza.
En definitiva, la derecha aún no encuentra la bala de plata para terminar con quien parece ser les quita el sueño. Por más que encuentren apoyos en personas como el senador socialista Fidel Espinoza, que trató al ministro Jackson del “líder de la banda” de ladrones que habría en el gobierno, la apresurada decisión de la UDI los está dejando solos.
Entretanto, los computadores robados aparecieron en manos de una mujer con abultado prontuario policial y político. En un principio, el episodio fue catalogado como “sospechoso” por prácticamente todo el espectro político. Es que se produjo en medio de investigaciones en el caso Convenios para esclarecer los millonarios traspasos de fondos del Estado a distintas fundaciones vinculadas principalmente al Frente Amplio, algunas de ellas ligadas al partido del ministro Jackson: Revolución Democrática. Falta aún que la caja fuerte robada aparezca.
La ofensiva de la UDI
La situación parecía ser un bocatto di cardinale para la oposición. Primero fue la bancada de diputados de la UDI la que envió una carta al Presidente Gabriel Boric, de gira en Europa, solicitándole al Mandatario pidiera la renuncia de Jackson del ministerio. Y nada menos que en un plazo de 48 horas.
Luego, salió el Presidente del gremialismo, Javier Macaya, planteando que “desde el punto de vista político a nosotros nos parece que es cada vez más difícil que el gobierno haga oídos sordos de la petición que llevamos haciendo muchas semanas por parte de la UDI de la salida del ministro Giorgio Jackson”.
Y añadió la frase que lo encadenó a un futuro inmediato de soledad: “no existe interlocución posible con la oposición si el ministro Giorgio Jackson permanece en el gobierno. No existe ninguna conversación política posible en las reformas importantes que necesita Chile, en los diálogos políticos que son necesarios en cualquier democracia, si el ministro sigue en el gobierno”.
Y aprovechándose de las incendiarias declaraciones del senador socialista Espinoza, Macaya aseguró que la solicitud que hacen para la salida de Jackson, no es solamente una petición de la oposición, “sino que también es la posición mayoritaria dentro del oficialismo, del Socialismo Democrático, respecto del rol que ha cumplido el símbolo de la superioridad moral, que tanto daño le ha hecho al país en los últimos años”.
Por último, salió el hijo del coronel Cristian Labbé, ex alcalde de Providencia y condenado por la segunda sala de la Corte Suprema por aplicación de tormentos a detenido en Panguipulli en 1973, desechando la posibilidad de conversar para llegar a acuerdos en el aumento de las pensiones para la tercera y cuarta edad. “Mientras el ministro Jackson siga en la cartera de Desarrollo Social y no dé un paso al costado, los parlamentarios de la UDI no estamos disponibles para seguir conversando con la ministra Jara ni con nadie de este gobierno que hoy día ha abandonado a los chilenos”, dijo en un video.
“Mientras el Presidente no le pida la renuncia al ministro Jackson, a raíz de todo lo que ha pasado durante el periodo de este mandato del Presidente, nosotros no vamos seguir sentados en la mesa de la reforma de pensiones que, además, es una reforma ideologizada”, agregó.
La respuesta de sus socios de Chile Vamos no tardó mucho en llegar. Desde Evópoli, el diputado Jorge Guzmán señaló: “Lo que señala la UDI es una decisión de la UDI”. Y coincidió con su par de RN, el jefe de bancada, Frank Sauerbaum. en orden a que “no nos podemos cerrar a la posibilidad de tener un diálogo con el Gobierno solamente por la figura del ministro Jackson”. “Cortar las relaciones por una decisión política me parece que no es lo que le hace bien al país”.
Guzmán agregó que en Evópoli “permanentemente vamos a estar disponibles a poder evaluar, con responsabilidad y seriedad, las distintas propuestas que presente el Gobierno”. Y RN puso la lápida a los intentos de la UDI: el diputado y secretario general Diego Schalper, sostuvo que “Renovación Nacional va a mantener el diálogo previsional, porque nos parece que el tema de las pensiones ya se ha demorado demasiado”. Y dijo que su partido está por conseguir un acuerdo en el “corto plazo” respecto a esta materia.
“Creemos que Chile necesita generar un clima proclive y se vea un buen resultado. Nos parece que el tema de pensiones tiene que quedar resuelto en el corto plazo. Ese diálogo lo vamos a mantener”, sentenció.
La respuesta a una carta “infame”
No tardó en llegar la respuesta del oficialismo. La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejos, en un punto de prensa apoyada por el Subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, fue drástica en su respuesta. “Es preocupante que estos hechos fueron apresuradamente, inescrupulosamente y maliciosamente utilizados por un sector de la oposición para imputarle un delito a un ministro de Estado”. Y añadió la decisión gubernamental que dejó sorprendida a la UDI: “No puede ser que de manera apresurada, a partir de estos delitos, un sector de la oposición haya calumniado e injuriado a un ministro de Estado.
Al ser consultada por la carta del gremialismo en la que solicitaron la salida del ministro Jackson respondió: “No va a haber contestación a esa carta por ser calumniosa, injuriosa e infame, y eso fue notificado al presidente (Javier Macaya) de la UDI”.
Parece ser que esta respuesta tan firme y fuerte, dolió en la UDI. El diputado Henry Leal fue el encargado de responder. “La ministra Vallejo nos ha tratado de que hemos actuado con infamia en contra del gobierno, que los hemos injuriado y calumniado. No le aceptamos a la ministra Vallejo un trato de ese tipo. Desde la UDI rechazamos esas declaraciones y no estamos disponibles para seguir conversando con un gobierno que sigue respaldando al ministro Giorgio Jackson, un ministro que se ha transformado en un verdadero lastre para el gobierno y para el país, que impide seguir avanzando”.
El Ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde también fue tajante en su respuesta. Dijo que la advertencia de la UDI le parecía “inadmisible, que no es lo que el país necesita cuando se renuncia al diálogo y se actúa bajo la lógica del chantaje: ‘No me gusta tal ministro y por tanto, o lo sacan o simplemente no contribuyo a construir un país mejor’”. E hizo un llamado a que “los demás actores del arco político mantengan una actitud siempre constructiva”.
“Lo que le corresponde al Congreso y a los políticos es promover el diálogo para avanzar en buenas iniciativas para Chile, por tanto, nos gustaría ver esa actitud por parte de todos los actores, pero hay quienes se confunden y entran en la lógica del chantaje, se niegan a dialogar, se obsesionan con tal o cual ministro de Estado y finalmente no contribuyen a lo que el país necesita”, señaló Elizalde.
Dijo que el gobierno hará esfuerzos por construir mayorías y que “vamos a insistir en la promoción de buenas iniciativas para mejorar la calidad de vida de los chilenos. Si hay quienes quieren pasar otro tipo de cuentas, se obsesionan con un determinado ministro y, por tanto, renuncian a la obligación que todos tenemos de construir un mejor país, bueno, sinceramente lo lamento”.
