Periodista.
Más de 20 años lleva en el activismo la periodista Érika Montecinos Urrea, reconocida lesbofeminista fundadora de la histórica agrupación lésbica Rompiendo el Silencio, quien hoy es candidata a diputada, como independiente en cupo PS, por el distrito 9, que comprende Cerro Navia, Huechuraba, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal, Recoleta, Renca y Conchalí, comuna en la que creció.
En conversación con Página19, Érika Montecinos repasó parte de su historia como defensora de los derechos humanos de las disidencias y explicó su motivación para ocupar un lugar en el Congreso, donde “lograr los plenos derechos de todes” es la visión de su propuesta, que tiene como foco trabajar por un Sistema Nacional de Cuidados, la no discriminación, la integración, el reconocimiento y reparación a las diversidades y el respeto por el medio ambiente.
Con 25 años, la entonces estudiante de periodismo de la Universidad Arcis decidió vivir su orientación sexual vinculada a organizaciones sociales. “Había salido recién del closet, y si bien existían espacios de diversión, de esparcimiento, como las discotecas y todo eso, para mí no bastaba, yo sentía que a través de las organizaciones podríamos aportar a los cambios, que era lo que buscaba”, señala.
-¿Empieza así su camino en el activismo?
-Si, en ARCIS se nos inculcaba mucho lo social y yo he tenido siempre vínculo con el tema social y político y conciencia de donde provengo. Me crie en Conchalí, allí viví mi infancia en plena dictadura. Llegué al activismo escuchando “Triángulo Abierto” en Radio Tierra, que en ese tiempo era el programa radial del Movilh (Movimiento de Liberación Homosexual) Histórico. Una vez invitaron a sus auditores a conocerse de manera presencial y así llegué a la sede del Movilh Histórico, conocí más gente, me fui interiorizando. Luego conocí a colectivas lesbofeministas, empecé a leer de feminismo, supe del encuentro feminista latinoamericano en Cartagena, entonces sentí que tenía que ser parte del movimiento feminista, del movimiento lésbico, o sea, quería estar con mis hermanas, siempre las busqué a ellas, compañeras que en ese tiempo tenían un profundo compromiso político. Así llegué al activismo, convencida que solamente al organizarnos podríamos transformar las cosas.
Este año la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio celebró su aniversario número 19. El 14 de mayo de 2002, Érika fundó el sitio web de noticias, reportajes y chat que buscaba crear comunidad. El equipo creció y con el tiempo se lanzó una revista impresa, más tarde se conformó la reconocida organización lesbofeminista e inclusiva que realiza incidencia para visibilizar los derechos de mujeres (cis/trans) que se identifiquen sexoafectiva y políticamente como lesbianas o bisexuales.
-¿Cuándo nace la idea de Rompiendo el Silencio?
-Rompiendo el Silencio viene de esa génesis cuando me inicié en el activismo, año 2000 – 2001. Fue precisamente en esa época en que empecé a dar mis primeros pasos ya como egresada de periodismo y era la época incipiente de internet, estaban apareciendo las primeras páginas, diarios electrónicos. Yo trabajaba en agencias de comunicaciones y en algunos medios y sentí que ese podía ser mi aporte. Pensé que las comunidades lésbicas necesitaban un espacio, un lugar donde informarse, y observé que la mayoría de las páginas eran para chicos gay, había muy poco para mujeres lesbianas y no algo como un medio de comunicación, entonces empecé a concebir la idea de hacer un medio de comunicación en formato revista electrónica, no solamente para copiar y pegar, yo salía a reportear. Después fui invitando a otras colegas periodistas, a fotógrafas para que hiciéramos un trabajo con todos los formatos de una revista. Mi idea era crear este medio para la comunidad lésbica porque simplemente no había. Las organizaciones hacían muchas actividades y no tenían un canal para darlas a conocer, entonces en mi idea siempre estuvo la visibilización, la visibilidad política de las lesbianas porque sentía que a través de eso podíamos generar cambios.
El nombre viene de un programa de radio lésbico en el que participé a fines de los 90, Ama-zonas en la Radio Tierra, allí tenía un espacio que se llamaba Rompiendo el Silencio, rescaté ese nombre y se lo puse al sitio web. Al principio me recomendaban que no le pusiera así, que era muy largo, que nadie se iba a acordar, pero yo seguí mi intuición porque sentía que ese nombre decía mucho, hablaba de mí, pero hablaba también de todas, de como lentamente íbamos rompiendo estereotipos y prejuicios, íbamos saliendo de este silencio que nos impusieron, sacando la voz. Por eso “rompiendo”, era una invitación a avanzar, es un nombre muy significativo.
-¿Por qué decide levantar una candidatura al Parlamento?
-Para mi este es un gran salto, es cambiar el ambiente del activismo donde me desarrollo con total confianza en un espacio que hemos construido junto a mis compañeras a lo largo de todos estos años. Es dar un paso radical en la forma de comunicarme con mis comunidades y entrar a grandes ligas como se dice, poder representar desde el Congreso todo lo que hemos hecho en estos años y poder plasmar lo que siempre hemos dicho, que nosotras con nuestras propias voces tengamos este espacio en el poder, que las disidencias tengamos este espacio en el poder no solo para legislar en favor de las disidencias, que lógicamente siempre será prioritario, pero además plasmar una mirada amplia. Legislar pensando siempre desde la interseccionalidad, creo que eso sería un aporte en el Congreso, legislar en beneficio social de todas las mujeres y de todas las personas.
La activista lesbofeminista detalla que no fue fácil tomar la decisión de entrar a competir por un escaño pero que le resultó un camino natural que le presenta como mayor desafío el ir más allá de lo reconocida que es hoy en las comunidades de la disidencia para lograr apoyo en los territorios.
-Yo he luchado todos estos años contra la invisibilidad, eso también me toca a mí. Cuando tú te paras desde ser feminista, desde ser lesbiana, lógicamente que hay otra carga y viene este tema de invisibilidad o de no creer que tú lo puedas lograr. Pero yo creo que si se puede. Ahora tengo que convencer a las personas del distrito, soy una cara nueva, alguien que viene desde el activismo, que quiere otra forma de hacer política, que proviene también del territorio porque viví y tengo familia en Conchalí y siempre he trabajo con los territorios, entonces puedo y quiero representar sus preocupaciones.
Érika Montecinos se presenta como independiente en cupo del Partido Socialista. En el último tiempo fue parte del equipo programático para la diversidad de la excandidata presidencial Paula Narváez, de quien dice sintió una empatía sincera con las comunidades disidentes. Manifiesta que siempre ha sentido cercanía con el mundo socialista.
-“Si bien yo tengo profundas críticas a algunas actuaciones políticas, más allá de eso siento gran respeto por el PS y su historia, en especial por el Presidente Salvador Allende, y por muchas compañeras socialistas feministas a quienes admiro mucho. Si bien pienso que todos los partidos políticos tienen que renovarse y no solo manifestar que son feministas, sino que llevar esto a la práctica. Eso ha costado un montón, y ahí las compañeras y compañeros tienen un gran desafío. Yo como independiente no voy a renegar tampoco y agradezco tener un cupo porque a quienes somos independientes nos cuesta bastante que algunos partidos puedan decidirse a dar ese espacio, y sobre todo agradezco a las compañeras feministas, porque de ellas nace este apoyo”.
-¿Cuál cree es el valor de su candidatura para la comunidad LGBTIQA+?
-Tiene que ver con todo el trabajo que he realizado todos estos años en el activismo en los territorios, desde las disidencias, desde el lesbofeminismo. Partí en una época donde se hablaba menos de esto, las personas tenían muchos más prejuicios, todavía seguían creencias de que era una enfermedad, ahora eso es menos, pero por esto mismo ha aumentado también la violencia, porque mientras más visibles somos, más empoderadas, mientras accedemos a más puestos de poder, aumenta el lesbo-odio, la homofobia, el transodio, entonces ahora hay otros desafíos. Cuando partí era considerada una loca ¿a quién se le ocurre dedicar la vida a esto? Me decían que me había metido a algo complejo, pero yo seguí adelante, y siento que ese valor, desde las disidencias, tiene mi candidatura, soy una de las activistas que ha sido constante y que ha estado presente durante 20 años.
-Que llegara al Congreso sería histórico.
-Hubo activistas, lesbianas visibles en tiempos mucho más difíciles que los míos, imagina las compañeras de Ayuquelén en plena dictadura. Entonces, el hecho de que yo pueda llegar ahí representa a muchas mujeres lésbicas, a jóvenes a las que les puedo decir que no tengan vergüenza, que esta candidatura es capaz de pararse, de ser visible siendo lesbiana. Mis volantes lo dicen, mi biografía lo dice. Para mi ese es un valor, es algo de lo que me siento orgullosa, porque he conocido el sufrimiento de muchas compañeras a las que le han arrebatado a sus hijos, las han echado de sus casas, sus mamás o papás no les hablan, las maltratan, las mandan obligadas a terapias, que hacen sus vidas fragmentadas muchas veces. Nos han dicho muchas cosas, nos han ninguneado debido al machismo y a la lesbofobia. Entonces, siento que llegar a un puesto de poder sería para muchas compañeras algo histórico, más allá de las diferencias políticas que podemos tener.
Pese a que su historia se vincula a los derechos de las disidencias y los medios de comunicación la requieren para esos temas, que siempre -dice- serán su principal lucha, la periodista feminista aclara que no quiere ser una candidata de nicho sino que busca representar a todo su distrito.
-“Mi candidatura tiene una mirada amplia. Por eso entre mis propuestas está el trabajar en crear espacios de participación comunitaria para que las comunidades migrantes puedan convivir en los territorios y no se cree este ambiente de xenofobia, que existan espacios comunitarios de acercamiento. Yo provengo también de una comunidad segregada y eso me hace tener mucha más empatía con quienes viven en espacios segregadores, sin acceso a vivienda digna, o quienes tienen trabajos precarizados, yo también lo he vivido”.
Con la Agrupación Rompiendo el Silencio, Érika ha sido impulsora, entre otros, del proyecto de ley para el reconocimiento de filiación de hijas e hijos de familias lesbomaternales y homoparentales, que regula los derechos de filiación; de una indicación al proyecto para fortalecer la Ley Antidiscriminación y prohibir las terapias de conversión; de la indicación al proyecto Sin consentimiento es violación para condenar las denominadas violaciones correctivas y de la moción que -recién en agosto de 2021- derogó el divorcio culposo por homosexualidad.
-¿Cuáles son las principales propuestas de su candidatura?
-El principal eje de mi campaña es el tema de los cuidados, como un gran paraguas. Todes tenemos el derecho a ser cuidados, por eso, similar a lo que estuvo en el programa de Paula Narváez, proponemos un Sistema de Cuidados que logre poner en el centro a las personas desde sus vivencias, porque el Estado ha abandonado no solo a las mujeres, sino a todas las personas en su más amplia diversidad. Tenemos un Estado que ha abandonado tantas de nuestras vivencias, de nuestro cotidiano y se ha convertido más que en un Estado cuidador, en un Estado gerencia, así le llamo yo. La pandemia nos enseñó que es un deber cuidarnos y en ese sentido proponemos varias líneas. Por ejemplo, muchas personas cesantes quedaron a cargo de esos cuidados y ha existido abandono por parte del Estado. Lo mismo con la violencia contra las mujeres y disidencias y el Poder Judicial que mira para el lado. Tiene que haber además una universalización de las políticas publicas y sobre todo el reconocimiento y reparación a las diversidades, también desde este punto de vista del cuidado. Junto con ello, cuidar el medio ambiente, a los animales, tener conciencia de lo que hemos hecho con el medio ambiente.
Por otra parte, la no discriminación siempre estará en primer lugar en lo que yo pueda legislar si resulto electa. En cada proyecto de ley que llegue a mis manos o que yo pueda impulsar, siempre voy a estar pendiente de que tenga un real enfoque interseccional -del que carecen muchos proyectos- para que incluyan las necesidades de no solo un tipo de mujer y de hombre, sino que las realidades de las mujeres trans, lesbianas, bisexuales, de los gays, de las mujeres migrantes, de las mujeres trabajadoras sexuales, de todas.
La candidata a diputada cuenta que su campaña partió de cero, pero hoy tienen un equipo conformado casi exclusivamente por mujeres y disidencias con el cual se centran en recorrer los territorios. “Es una campaña bien feminista desde la visión que queremos plasmar. Cuento con un equipo potente. La hacemos a pie, mucho puerta a puerta, estamos en cada feria con las brigadistas. Yo no soy una persona que sale en los matinales o todos los días en la televisión, entonces me tienen que conocer de otra manera”.
-¿Y cómo ha sido la recepción?
-He encontrado muy buena recepción, me dicen mucho que se necesitan caras nuevas, renovar el Congreso. Mi campaña se está construyendo con mucha alegría y mucha esperanza de que vamos a poder transformar y cambiar las cosas, que es lo que queremos, porque más allá de si resulto o no electa, el que la gente pueda conocer lo que proponemos desde el activismo, el compartir esa mirada, es también un aporte y forma parte de mi meta, así como también lo es el motivar a la participación política, puesto que en los territorios hay una gran desafección política, una gran crítica y una desilusión de la política, el no creer, no confiar, y yo les digo que les encuentro toda la razón. En eso las y los políticos, los partidos, deben hacerse cargo y pienso que no lo están haciendo, por eso los y las candidatas debemos hablar desde el corazón, desde la empatía y buscar realmente transformar las cosas, no solamente buscar llegar al poder por querer llegar al poder.
