Periodista.
No son pocas las veces que Paula Narváez, candidata presidencial del PS, PPD, Partido Liberal y Nuevo Trato, le ha insistido a Yasna Provoste, candidata de la DC, que se pronuncie por una primaria convencional, mecanismo que, a su juicio, la centroizquierda debería utilizar para elegir al candidato único que tendrá que enfrentar a la derecha y al polo de izquierda. Ella y su partido creen que sería la manera de legitimar a quien represente a Unidad Constituyente.
Pero, aun no hay respuesta. Primero fue el silencio. Más adelante, las respuestas políticamente correctas para evitar un pronunciamiento. Luego vino lo que podría ser el inicio de una escalada de dimes y diretes que suma cero para ambos partidos. La candidata que aún no es candidata de la DC, Yasna Provoste, por primera vez se salió de sus casillas y respondió con molestia que “quienes más piden primarias, no han ganado ni siquiera la presidencia de una Junta de Vecinos”.
Hubo desagrado en el PS y obviamente recibió la respuesta de quienes se sintieron aludidos. Lamentaron los dichos de la senadora, los que tildaron como descalificaciones. El diputado Pablo Vidal, Coordinador del comando de la candidata del PS, dijo que lo último que necesitaba el país es ver o escuchar descalificaciones entre las posibles candidatas presidenciales de la centro izquierda, porque no es el camino. El senador Carlos Montes (PS) llegó a declarar que “la resistencia a primarias es como si ellos (DC) tuvieran miedo a perder”, provocando la respuesta inmediata de Yasna Provoste. Dijo que no tenía miedo a competir y que ha ganado procesos eleccionarios siendo primera mayoría nacional. Y agregó: “Me parece que seguir hablando de las primarias es una preocupación que más bien le interesa a la élite política”. El diputado Jaime Naranjo invitó a la Presidenta del Senado a dejar de lado las descalificaciones y a contribuir en la unidad sin miedo y desde las elecciones ciudadanas, para que no sea recordada como la candidata de la “cocina” política, algo que para el parlamentario socialista le hace daño al esfuerzo unitario de Unidad Constituyente.
Palabras sacaron palabras, pero quien puso paños fríos fue la propia candidata Narváez. «No me parece para nada constructivo ahondar en ese tipo de conversaciones, no creo que sea el ánimo». «Tampoco me interesa importunar a nadie con la solicitud de algo que es más democrático, que es hacer primarias», agregó. «Ese es mi ánimo, esa es mi intención y no me parece que haya que ahondar más en esto. Mantendré siempre el fair play, porque con Yasna somos parte de un espacio común en política», añadió.
Dar largas
Difícil situación enfrenta desde ahora en adelante, -no se sabe cuán tan adelante- la presidenta del senado Yasna Provoste. Día que pasa, es un paso más en los desencuentros. Y lo que queda meridianamente claro es que las palabras no matan, pero hieren. ¿Cuánto demoran en sanar esas heridas? Dependerá de la fortaleza del cuerpo, y ese cuerpo, Unidad Constituyente, se ve muy debilitado. Es como la vacuna sin su doble dosis: los anticuerpos aún no generan la defensa requerida.
Hasta hace unos días, la decisión de la Democracia Cristiana de darle largas al asunto y evitar un pronunciamiento era entendible. Desde la testera del Senado, Yasna Provoste podría seguir en la competencia mediática. Podría, además, ocupar ese sitial para seguir aumentando su caudal de conocimiento y aceptación en la ciudadanía.
Pero, todo indica que ya hay agotamiento y nerviosismo por las indefiniciones. Si bien hasta ahora la DC sigue apostando al silencio, la indecisión respecto a una saludable primaria que legitime la candidatura única cualesquiera que esta sea, ya comenzó a pasarle la cuenta. No son pocos los expertos electorales que aseguran que tal estrategia ya tocó techo, no sólo por lo obvio. Sino porque están ad portas unas primarias legales donde la centroizquierda no está. Significa que el foco estará puesto en Jadue y Boric por un lado y en los cuatro candidatos de la derecha por el otro. Eso, sin contar con curiosidades que podrían entrar en competencia, como José Antonio Kast, por la ultraderecha y un tal Parisi, que busca la presidencia de la República por segunda vez, pese a su currículum un tanto opaco.
En el escalamiento de los dimes y diretes, y luego del comentario molesto de Yasna Provoste, Paula Narváez señaló: «Tenemos una enorme oportunidad con la candidata de la Democracia Cristiana a aportar en un foro de discusión de cara al país (…). Las mujeres nos hemos ganado el derecho de estar ahí y estoy segura que la candidata de la Democracia Cristiana estará de acuerdo conmigo en ello».
Por cierto, que hubo respuesta: Yasna Provoste señaló que «nosotros estamos contribuyendo desde el Senado, otra tarea es que la asumen también quienes tienen los liderazgos partidarios, nuestra contribución tiene que ver con estar con los pies en este Chile real». Dijo que ella hace un «debate de ideas diariamente» desde el Senado. «Quiero ser muy clara y muy fraternal, soy senadora de la República y presidenta del Senado y a eso estamos dedicados todos los días. Estamos disponibles para aquella contribución, que, desde la unidad de la oposición, le hagan bien al país. Quiero hacer una invitación a que abandonáramos este tipo de estrategias, este libreto ya tan repetido, yo quisiera hacer un llamado para que a lo mejor esta lluvia también pudiese limpiar las ansiedades y preocupaciones de algunos o algunas, quienes son candidatos y candidatas debieran dedicarse a plantear cuáles son sus ideas”.
Agotamiento de mínimos comunes
Lo concreto es que agotada ya la agenda de los mínimos comunes -que lanzó a Yasna Provoste a la carrera presidencial- ya está llegando el momento de las definiciones. Está el peligro de que el tema de “la cocina”, que tanto desprestigio trajo a la clase política, particularmente a la centroizquierda, resurja con fuerza.
Según un dirigente socialista, de no haber claridad pronto respecto al mecanismo para sellar la candidatura única, se avizoran otros peligros, ambos convertidos en verdaderos misiles contra la línea de flotación de Unidad Constituyente, que ya está bastante deteriorada. Por una parte, de no haber primarias convencionales, el PS podría seguir con Paula Narváez hasta la primera vuelta, cuestión que inevitablemente debería hacer también Yasna Provoste. El riesgo es que ninguna de las dos candidatas de Unidad Constituyente quede en la papeleta para la segunda vuelta. El otro peligro es que hay quienes creen en el PS que, de no haber primarias, parte de su electorado podría irse para su casa o volcarse hacia la candidatura del polo de izquierda, dejando a su partido en la irrelevancia.
Lo que se sabe hasta ahora es que Unidad Constituyente tratará de definir en una reunión de presidentes de partidos, el mecanismo que utilizarán para dar con una candidatura presidencial única. Y también se sabe que en dos semanas más, el 5 de julio, la DC definirá su cronograma presidencial.
Mientras tanto, la idea de la primaria convencional, ciudadana, ya entró en la DC. El ex presidente de ese partido, Fuad Chaín declaró que hay que tomar decisiones respecto a si Yasna Provoste “ va a ser la candidata de la DC para que se le proclame y también para que definamos un mecanismo democrático, de cara a la ciudadanía, y tener una candidatura única de Unidad Constituyente”. “Siempre es necesario consultar a la ciudadanía, me parece que es indispensable darle participación a la gente sobre todo cuando el resto de los candidatos están pidiendo primarias. Estas cosas no son unilaterales, hay que cuidar Unidad Constituyente. Si es que se quiere primarias como mecanismo, la DC tiene que estar disponible a participar”.
La pregunta es entonces, si el 5 de julio se proclamará oficialmente a Yasna Provoste y si habrá, por lo tanto, acuerdo parlamentario y ejes programáticos comunes. De no trazar el camino, cualquier cosa puede suceder.
Es lo que el coordinador del comando de Paula Narváez, Pablo Vidal, ha señalado. Ha dicho que no quiere ni siquiera ponerse en el escenario que la DC se niegue a una primaria, “porque sería catastrófico no solo para la DC, sino que para el conjunto de la centroizquierda. Insisto, forzar una definición por la vía del desgaste y el cansancio es dinamitar las posibilidades de que este sector pueda ganar las elecciones presidenciales”.
