Periodista.
¿Tendremos un Bolsonaro en Chile, o peor aún -si es que puede ser peor- alguien parecido a un bailarín algo ignorante, xenófobo y fanático como Donald Trump dirigiendo los destinos del país? Hoy, primero de noviembre, se puede afirmar que es posible. Mañana quizás no. Pero hoy, muchos creen que es posible, sumando otro ingrediente al temor -y hasta terror- que fría y calculadamente recorre este país, y que, finalmente, es el responsable de que alguien como José Antonio Kast esté liderando en el oficialismo y hasta en las encuestas, si es que éstas tienen algún grado de credibilidad.
Más increíble que la posibilidad de que Kast llegue a La Moneda, es que la derecha, que en su mayoría proviene de colegios y universidades rangosas y de excelencia, (muy bien pagadas, por lo además) se crea primero el cuento de los comunistas ”come guaguas” -base de la campaña del terror desatada-, y acepte servilmente las tremendas estulticias, para calificarlas elegantemente- que propone José Antonio Kast y sus Republicanos como programa de gobierno. Y si no fuera porque es trágico creer en tales tonteras del siglo pasado, sería como para reírse a carcajadas.
Porque, cómo no va a ser “maravilloso” para algunos y terrorífico para otros, leer en su programa que: “Necesitamos un Chile con un liderazgo fuerte y transparente, un presidente a quien no le tiemble la mano al momento de tomar las medidas que hoy exige el país”. “Lo que yo voy a hacer es dedicarme, en cuerpo y alma, a combatir la delincuencia, el narcotráfico y el terrorismo y a usar todos los recursos disponibles y todas las fortalezas de nuestras fuerzas policiales, para perseguir, juzgar y sancionar estos crímenes y volver a hacer de Chile un lugar tranquilo, pacífico y libre. Cuando digo todo, es todo. Lo he dicho otras veces y lo repito ahora: en la Araucanía necesitamos la colaboración de los militares, apoyando a las Fuerzas Policiales para terminar con estas pandillas terroristas”.
¿Cuáles medidas? Es la pregunta. ¿Correr balas en la Araucanía, en las poblaciones donde aparte de narcos, hay gente honrada viviendo allí o en la Plaza Dignidad donde además de los antisociales y vándalos, hay una gran mayoría que protesta por tanto abuso acumulado?
El nerviosismo de Jacqueline van Rysselberghe, ex presidenta de la UDI y candidata a senadora, interrogada en un programa de televisión dominical acerca de su voto en los comicios presidenciales, no se atrevió a decir que era por Kast, limitándose a decir que si la votación fuera hoy, votaría por “José Antonio” y que por tanto, Sebastián Sichel, el candidato de su partido, tenía dos semanas para convencerla de votar por él. Para qué decir de Ena von Baer, también de la UDI, que hasta hace una semana se sacaba la foto con Sichel, y ahora, sin siquiera una arruga en la frente, lo hace con Kast y lo declara urbi et orbi. Problema de lealtades que a la hora de lograr los votos que necesitan para mantener su cómodo sillón en el Parlamento, sencillamente parece que no cuenta. Para ellas y varios más en la derecha.
Las estulticias de Kast
No es tan difícil leer el programa de José Antonio Kast y sus republicanos. Posee 204 páginas. Por cierto, ellos prefieren borrar -si es que se puede- el nombre de su partido y nombrarlo como Frente Social Cristiano. Un Frente escuálido, pero potente en divisas, tanto que tienen copados los medios electrónicos, radios y demases.
Hay varias perlas en este programa que iremos dando a conocer poco a poco para que los lectores analicen quién es y qué busca este candidato de la extrema derecha. Por ejemplo, dice que “el Presidente de la República debe tener la facultad de interceptar, abrir o registrar documentos y toda clase de comunicaciones y arrestar a las personas en sus propias moradas o en lugares que no sean cárceles ni estén destinadas a la detención”. También dice que “lo que está pasando en Colombia no es casualidad. Se repite el modelo del estallido antisocial en Chile. Nos coordinaremos con otros gobiernos latinoamericanos para identificar, detener y juzgar agitadores radicalizados“, dice en su propuesta número 33.
Propone además que Chile abandone el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y cierre su Instituto de Derechos Humanos. Impulsa la expulsión de migrantes en el norte del país y en su programa propone cavar una zanja en la frontera con Bolivia para evitar el ingreso de nuevos inmigrantes.
Propone la eliminación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y la derogación de la Ley de Aborto, que en Chile opera sólo bajo tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la mujer y en embarazos producto de una violación. Kast propone la creación de un Ministerio de la Familia, que incentive la natalidad y proscriba cualquier tipo de interrupción del embarazo. En la educación, “el Estado debe eliminar los programas y contenidos del currículum que constituyan propaganda o apoyo al aborto y las ideologías de género”.
Otro ejemplo que se suma a los que ya hemos entregado: para este imitador de Bolsonaro, Chile se debería acercar a un proceso de aceptación internacional que, en definitiva, busca que la flora y la fauna paguen por su derecho a existir. Ni más. Ni menos.
En su propuesta 559 del programa, en su sección sobre “recuperar nuestra agricultura”, dice: “Es preciso avanzar en el creciente proceso de aceptación internacional que, las especies de flora y fauna, que conviven con la población humana o son influidos por esta, deban buscar el camino para ‘pagar su derecho a existir y prosperar en manos de sus guardianes’. Con ese objetivo, deben ser debidamente regulados por la autoridad mediante la generación de parques temáticos y otros emprendimientos de aprovechamiento de la flora y fauna”. Por ello es que “se vuelve necesario que la división de recursos naturales del SAG, experimente un importante cambio en los criterios de preservación y aprovechamiento de especies nativas e introducidas. Esto, con tal que abandone medidas prohibicionistas y, al mismo tiempo, se revise el impacto de la sobrepoblación de especies nativas y exóticas, la cual se ha generado producto de la actividad humana”.
Las redes sociales, que no solamente difunden frivolidades, se llenaron de preguntas sin respuesta. Por ejemplo, alguien opinó que “se daría chipe libre a la tala de bosque nativo, pesca indiscriminada, caza, etc., si se quitan los criterios de protección de las especies, justo en la línea opuesta de lo necesario para hacer frente al cambio global”. Otro señaló: “¿O sea, eliminar parques nacionales haciendo cultivos de estas especies en lugares determinados, permitiendo así que las zonas endémicas puedan ser explotadas en beneficio económico de algunos pocos?”. Sharonita17 no se pudo contener y escribió: “Quiere seguir con el legado de piñera, arrasar con la naturaleza, vender Chile a pedazos. ¿Cómo cresta hay gente que votará por él?”
Es la misma pregunta que sólo se responderá el próximo 21 de noviembre