Periodista.
De lo que no hay duda es que el proceso electoral para las presidenciales y parlamentarias iniciado después de la consulta de Unidad Constituyente el pasado 21 de agosto está desatando conflictos de distinta envergadura en todos los sectores políticos. De un extremo a otro.
Ahí está el descalabro producido en la Lista del Pueblo con el delito cometido por su ahora ex candidato presidencial Diego Ancalao, acusado de fraude en las firmas de adherentes para pasar el rasero de Servel. Quienes lo presentaron y lo sostenían, la Lista del Pueblo, ahora anuncia que se querellará en su contra. Ha resultado penoso para sus seguidores, como Luis Mesina, vocero de No Mas Afp´s, quien escribió que lo penoso que resulta el espectáculo y se pregunta si tienen conciencia de cómo le hacen el juego a la derecha. Un ejemplo: el diputado UDI Sergio Bobadilla aprovechó de pasar su aviso contra la Convención Constitucional: “Y estos son los que están escribiendo la Constitución”. Lo probable es que este pretexto hará aumentar la campaña contra la CC.
Suma y sigue. Ahí está el conflicto que a duras penas tratan de tapar en la derecha, particularmente en RN, por la actuación de su nueva dirección comandada por Francisco Chahuán en desmedro de varios candidatos de sus consejos regionales. Ahí está la rabia a duras penas contenidas del candidato presidencial de la derecha, Sebastián Sichel, por la incorporación a la lista de candidatos a parlamentarios de un personaje de dudosa trayectoria, como el actual diputado Pedro Velásquez, quien el año 2007 fue condenado por fraude al Fisco y negociación incompatible, en el momento en que ejercía su cargo de alcalde de Coquimbo. Fue inhabilitado de manera perpetua del cargo de alcalde.
Ahí está el otro descalabro producido en la escena política, cuando Marco Henríquez Ominami fue sobreseído de cargos en algunos tribunales y decidió de inmediato postularse como candidato presidencial, quebrando a última hora las aspiraciones no sólo de su partido, el Pro, sino, además, de Unidad Constituyente. Y se suman los temblores que están remeciendo el árbol del Partido Socialista a raíz del resultado de la consulta ciudadana donde su candidata, Paula Narváez, obtuvo un débil resultado, por calificarlo suavemente. En los últimos días se suceden recriminaciones a la directiva de la colectividad en las redes sociales, además de cartas renunciando a las direcciones de algunos comunales en reacción a lo ocurrido.
En la derecha
Luego de que terminara el proceso de inscripción de candidaturas por parte de los partidos políticos y uno que otro independiente, comenzaron muy rápido las críticas por las actuaciones de los respectivos partidos. Al parecer, quedaron más heridos que de costumbre en el difícil asunto. En todos los sectores.
Sebastián Sichel de Chile Vamos y Gabriel Boric de Apruebo Dignidad quedaron automáticamente inscritos luego de su primaria legal. El 23 de agosto, fecha límite para la inscripción de candidaturas, se sumaron otros siete presidenciables: Yasna Provoste (DC) -ganadora de la consulta ciudadana de Unidad Constituyente realizada el sábado 21-, José Antonio Kast (Republicanos), Marco Enríquez-Ominami (PRO), Franco Parisi (Partido de la Gente), Gino Lorenzini (Independiente), Eduardo Artés (Unión Patriótica) y Diego Ancalao (La Lista del Pueblo.
De estos, el Servicio Electoral (Servel), rechazó dos de las nueve postulaciones a La Moneda: Diego Ancalao, representante de la Lista del Pueblo, por problemas con el número de patrocinios -que lo dejaron por debajo de los 33 mil apoyos necesarios para inscribirse en los comicios. Es que Servel constató que algunas firmas se presentaron en una notaría que dejó de funcionar en 2018 y frente a un notario que falleció en febrero de este año. Se anunció que el caso se llevará al Ministerio Público para su investigación. En el caso de Gino Lorenzini (ex Felices y Forrados), por haber estado afiliado a un partido político dentro de los nueve meses anteriores al vencimiento del plazo para presentar declaraciones de candidaturas”, incumpliendo así la Ley Antidíscolos.
Para la Cámara de Diputados se presentaron 183 candidaturas en tanto que para la Cámara Alta se presentaron 36 candidatos y candidatas.
El discurso y la realidad
El discurso del candidato de la derecha, Sebastián Sichel, que por todos los medios trata de distanciarse de quien fue su jefe -Sebastián Piñera- quedó en letra muerta cuando las sesiones de fotos realizadas con los candidatos de su sector lo enfrentaron a la cruda realidad. Aquella que se contrapone con los discursos típicos de campaña. Por ejemplo, Sichel dijo que “cuando hay gente que ha sido condenada o tiene problemas con la justicia, que yo creo que los partidos tienen que ser responsables en evaluar, estudiar y analizar los casos y también si corresponde dar de baja esa candidatura. Pero ese es un problema que tienen que resolver los partidos”.
Y ahora, no sólo debió abrazar a dos de los parlamentarios involucrados en problemas de probidad: Jacqueline van Rysselberghe e Iván Moreira, sino además pasar el trago amargo de saber que en las inscripciones de los partidos aparecieron personeros como el diputado Pedro Velásquez (independiente en cupo PRI), quien competirá por un cupo en el Senado, pero no lo hará bajo el alero de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), partido con el que llegó a la Cámara de Diputadas y Diputados, sino que lo hará por Chile Podemos +, y el PRI. Velásquez condenado por fraude al Fisco y negociación incompatible, fue militante DC y el año 2009 decidió postular al Congreso, resultando electo diputado como independiente. Luego en 2017, decidió volver a postular, en este caso, en un cupo de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), y resultó electo.
No sólo eso. A pesar de la advertencia que realizó el propio Sebastián Sichel, de que iba a estar “mirando” a quien apoyaba a un nuevo giro de fondos previsionales, igual se promovió al Senado a las diputadas Paulina Núñez (RN) y a las ex UDI Virginia Troncoso y Sandra Amar, que se han manifestado abiertas a discutir un cuarto retiro. También se inscribió al diputado Leonidas Romero, quien, por temas valóricos, dijo que esperaba que Sichel perdiera. Se suma el apoyo a Henry Boys (independiente en cupo RN), reconocido partidario del republicano José Antonio Kast.
Tan molesto quedó Sichel con esta rayadura a su carrocería que está presionando a las directivas de Chile Vamos para resolver la inscripción de Pedro Velásquez como candidato a senador. Se afirma que el candidato había realizado varias llamadas para evitar que bajaran a Marcelo Telias, seremi de Desarrollo Social, quien era su carta para la senatorial en Coquimbo. No lo logró. RN decidió, aunque Telias fue uno de los díscolos del partido que apoyó a Sichel en las primarias de Chile Vamos.
Fue justamente esta situación la que provocó un conflicto de proporciones en Renovación Nacional. Durante una reunión de la Comisión Política de su partido, Mario Desbordes enfrentó al flamante presidente de su colectividad quien no pudo evitar pasarle la cuenta a quienes se opusieron a su candidatura y se alinearon con Desbordes. Quienes no quedaron conformes con el resultado de la negociación llevada a cabo por la nueva directiva acusan que no se respetó a los candidatos propuestos por los consejos regionales.
Desbordes reclamó porque el partido se omitió en dos circunscripciones (Biobío y Ñuble) y un distrito (Magallanes). “Quiero hacer presente que aquí no se está diciendo la verdad respecto de lo que pasaba antes. Usted señaló que entre gallos y medianoche se anunciaba lo que se hacía. Eso no es cierto. Aquí lo que se hacía del 2016 en adelante es informar a la comisión política el avance de la negociación, cupo por cupo, región por región. Y donde no había candidato se le pedía ayuda a la comisión política, no solamente a la mesa”.
Desbordes, en una entrevista radial, aseguró que a Velásquez “lo invitó la directiva de RN, que le pidió al PRI que lo llevara. Eso debió haberlo conversado con el partido y no se hizo. En el proceso la directiva no conversó con nosotros, no socializó nada. Y eso hace que el candidato presidencial tenga que andar dando explicaciones”.
También sentenció en esa oportunidad: “ojalá que no tengamos más sorpresas, como la de Henry Boys”.
