Periodista.
Prorrogar el Estado de Excepción en La Araucanía -una medida inevitable, pero que no gusta en el oficialismo- fue un verdadero barómetro para el gobierno en las últimas semanas. Pudo medir lealtades, deslealtades, orden y desorden en las filas de los parlamentarios gobiernistas. Señales indispensables para saber con quiénes puede o no contar para las reformas estructurales ofrecidas al país durante la campaña -Salud, Educación, Pensiones, Tributaria- que todos los parlamentarios y las parlamentarias de las coaliciones gobernantes abrazaron sin peros.
En realidad, no solo ese hecho le permite al gobierno medir las posiciones futuras de los parlamentarios. También, y, sobre todo, lo que ha provocado el borrador cada vez más en limpio de la nueva Constitución. Desde la reacción furibunda de senadores que se supone son gobiernistas, pero que abominan de la decisión de los constituyentes de terminar con este Senado. hasta la verdadera desesperación de las derechas que no trepidan en mentir sobre contenidos que aún no están a firme.
Tal como estratégicamente la derecha acordó respecto a su postura frente al plebiscito -dejar que hablen otros por ellos, no tan contaminados por el pésimo manejo de la derecha en el gobierno de Sebastián Piñera-, comenzaron a salir en los medios tradicionales y en las redes sociales ilustres desconocidos despotricando contra el texto que deberá aprobarse o rechazarse.
Los “amarillos”, que se decían liberales y usaron y hasta abusaron de su supuesto “Apruebo” en el plebiscito de entrada, ya son exactamente iguales a la derecha más recalcitrante en sus argumentaciones contra el plebiscito de salida. Por ejemplo, un tal Pablo Eguiguren señaló en twitter hace un par de días: “Excelente y valiente video de Mario Waissbluth haciendo un llamado a “Rechazar para Mejorar”. Exiliado. votó Apruebo y hoy, como cientos de miles de chilenos está desilusionado del borrador constitucional. La amenaza a nuestra patria es grave. Difundir”. Ni más ni menos. Casi calcado a lo que dice José Antonio Kast, Francisco Chahuán, Diego Shalper, Marcela Cubillos o Teresa Marinovic.
Y al ramillete se sumó ahora la senadora democratacristiana Ximena Rincón, a quien -según varios dirigentes incluso de su propio partido- todavía le pena su frustrada aventura como candidata presidencial. Ha sorprendido su discurso contra el gobierno cada vez que tiene una cámara frente a ella. Así como la odiosidad que evidencia en contra de los jóvenes gobernantes. Definitivamente, la senadora no tomó palco como auguraba en enero pasado: «Cómo va a sufrir el próximo Gobierno y yo voy a tomar palco», le dijo a su compañero de bancada Jorge Pizarro durante una votación sobre los recursos naturales. Ahora no pierde oportunidad de aceptar las invitaciones que le hacen los medios de la derecha para aprovechar oportunamente su odiosidad contra el gobierno. Por algo es que ella es la invitada estelar y no su compañero de partido, Matías Walker y el independiente, Pedro Araya, con quienes presentó una moción que busca «reducir los quórums de dos tercios y tres quintos que contempla la actual Constitución, como requisitos de su reforma, a un quórum uniforme de cuatro séptimos», en caso hipotético que gane la opción del Rechazo en el Plebiscito de Salida.
Ni Walker ni Araya aparecen en medio alguno. Ella sí. Y por algo será. Basta escuchar lo que dice la UDI Marcela Cubillos para darse cuenta cuál es la jugada: «Lo que hay detrás de la propuesta de Ximena Rincón de reducir el quórum para reformar la actual Constitución es dar garantía a la gente de que se honra el resultado del primer plebiscito, pero de que no está obligada a aceptar la oferta de la Convención». Y añadió :«El liderazgo que está asumiendo Ximena Rincón es abrir un camino para una salida constitucional más razonable que la Convención (…) Esta moción es una forma de decirle a la gente: perfecto, si no le gusta la propuesta de la Convención no pasa nada, se puede hacer otra que devuelva el poder constituyente al Congreso, de donde quizás nunca debió salir, y se hace un cambio sustancial en la Constitución vigente, a la que se le han hecho muchas reformas».
Rechazo rotundo
No es casualidad que el senador de su partido, Francisco Huenchumilla haya respondido rápidamente que tal propuesta era funcional al diseño de la derecha para oponerse al Apruebo de la nueva Constitución. «La baja de quórum operaría a medida que gane el rechazo, para eso está diseñada», indicó el legislador, a lo que agregó; «Por lo tanto, es un diseño que va unido a la posibilidad de llegar al rechazo. Ganando el rechazo, la derecha recupera su poder de veto, poder que perdió en la Convención Constitucional. Al ganar el rechazo volvemos a cero», aseguró el senador DC.
Explicó que «la derecha económica y política hizo un diseño para que ganara el Rechazo y entre esos diseños está ofrecer la rebaja del quórum, lo que pasa es que otros senadores tomaron esa idea y la presentaron antes, pero es una idea de la derecha», afirmó Huenchumilla.
En cuanto a la definición de la DC con miras al plebiscito el senador Huenchumilla manifestó: «Si la DC opta por el rechazo la pregunta va a ser con quién va a estar el día 5 de septiembre si gana el rechazo. ¿Va a estar en la centroizquierda?, ¿Va a estar en la derecha? o ¿va a estar en la soledad más absoluta?».
Con todo, la senadora siguió con sus propuestas produciendo el gozo de personajes semi olvidados, como Ignacio Walker, el mismo que siendo ministro de Michelle Bachelet, reconoció no haber leído el programa de su gobierno. Ahora Ximena Rincón, frente al plebiscito de septiembre, propuso la “libertad de acción” en su partido. De inmediato salió el Presidente de su colectividad señalando que, la propuesta levantada por la senadora le parece “lo peor que podemos hacer”, porque “la DC debe tener la claridad de tomar una opción”, según dijo a CNN Chile. “Lo peor que podemos hacer es dar libertad de acción, ese no es el camino, dejaría al partido con la imagen de que no puede tener posturas claras en la historia del país”. El también alcalde de La Granja añadió que ha hablado “con las bases del partido” y estas le han transmitido que “hay que tomar una decisión”.
Es lo que afirma también la senadora Yasna Provoste. “El proceso que nosotros hemos definido es un itinerario constituyente, donde ya el consejo nacional del partido hace varias semanas atrás, sacó una declaración muy clara de apoyo al trabajo de la Convención. Nos juntamos con la mesa de la Convención y definimos que había que darle una oportunidad al trabajo que hizo este órgano”. Y añadió: “en el proceso en que nos encontramos, uno definido democráticamente, hay sólo dos alternativas: aprobar o rechazar. Nosotros no estamos convocados a pronunciarnos respecto de un plan A, B o Z, son sólo dos alternativas, y cualquier otro camino que se intente imponer durante este tiempo, lo que busca es distorsionar la realidad”. Un recado directo para Ximena Rincón y compañía.
Escenario ¿armado?
Así, mientras se acerca el plazo fatal -4 de julio-para tener definitivamente el texto de la Nueva Constitución, chilenos y chilenas siguen atacados por todos los flancos con las noticias más aterradoras posibles. Desde portonazos y muertes, con asesinato de un carabinero y múltiples ajustes de cuentas, en un modus operandi inexistente en el país hasta hace algunos años, hasta el anuncio de una paralización de los trabajadores del cobre, en solidaridad con quienes laboran en la fundición de Ventanas, la misma que es responsable del 62 por ciento de emisiones que han intoxicado a niños, hombres y mujeres en la llamada “zona de sacrificio”. Un escenario aparentemente hecho a la medida para intentar ahogar al gobierno del Presidente Boric.
Y, por si fuera poco, este escenario cierra la semana con una denuncia hecha por “Interferencia” respecto de un general de Carabineros, Jefe de la Dipolcar, Luigi Lopresti, que estaría socavando sibilinamente la autoridad del gobierno del Presidente Boric, al entregar informes parciales de inteligencia, entre otras píldoras. Las reacciones están a la espera.
