Periodista.
Pese a que muchos nombres ya habían salido en la prensa, el Presidente Gabriel Boric logró sorprender gratamente al país con la conformación de un gabinete que responde exactamente a su varias veces anunciado compromiso: diverso, intergeneracional, joven, presencia regional, con una gran representación de independientes y, por sobre todo, con un claro predominio femenino. Tanto así que incluso el Ministerio de la Mujer será parte del Comité Político, en una clara apuesta que la administración Boric apostará por el feminismo.
Se suma que, consciente de la necesidad de ampliar su base política de apoyo, el futuro Mandatario abrió su escenario para tener equilibrios más amplios, incorporando al PS, PPD, PR y Liberales a su gabinete, entregándole al Partido Socialista una responsabilidad de gran envergadura en la conducción del gobierno. No de otra manera se lee la inclusión de varios ministros militantes y simpatizantes de esa colectividad, además de la decisión de incorporarlos al Comité Político.
La historia recogerá que no sólo las mujeres accedieron mayoritariamente al poder gubernamental encabezado por el futuro Mandatario Gabriel Boric. También que por primera vez en los anales de nuestra historia habrá una mujer como Ministra del Interior, la segunda al mando de la administración del Estado, la doctora Izkia Siches.
Es la misma que fue nominada por la revista Time como una de las 100 líderes emergentes más influyentes del mundo a propósito de su papel al frente del Colegio Médico en plena pandemia; la misma que fue destacada como la mejor evaluada por la opinión pública chilena superando por lejos a los actores del Gobierno de entonces, como el Presidente de la República Sebastián Piñera, el ministro de Salud Jaime Mañalich, y otros integrantes del gabinete. La misma que fue factor clave en el triunfo del Presidente, cuando asumió como jefa de campaña en la segunda vuelta e inició un recorrido en un bus por tierra y amamantando cuando debía a su hija de 8 meses.
Ella es la que tendrá un rol clave en este primer gabinete. Será no sólo jefa política y deberá entenderse con las distintas sensibilidades del gabinete y de los partidos que se sumaron al núcleo inicial de la coalición del Mandatario. También tendrá a su cargo la difícil misión de la seguridad de chilenos y chilenas y del polvorín existente en la Macrozona Sur.
Ella en Interior y la designación de Mario Marcel en Hacienda fueron las grandes sorpresas del gabinete de Gabriel Boric.
El enigma de Hacienda
El gran enigma de Hacienda sobre el cual el Presidente electo era consultado a cada rato se despejó rápido. Mario Marcel, hasta ahora presidente del Banco Central, será el nuevo Secretario de Estado encargado de las finanzas públicas.
Los sectores más radicales en la izquierda fueron golpeados con esta designación, no así quienes tienen clara conciencia de la necesidad de financiar un programa ambicioso y que, de lograr llevarlos a cabo, significará cambios profundos en algunas áreas. Quien crea que Mario Marcel -que debió renunciar a su militancia socialista al asumir la presidencia del Central-, no está de acuerdo con el programa de Boric, está en el limbo. Ambos están en absoluto acuerdo de que los cambios se van a hacer de manera gradual y con responsabilidad fiscal. De hecho, en la Enade el presidente electo reiteró, una vez más, que su gobierno se cuidaría de respetar la regla estructural, algo en lo que Marcel es experto.
El asunto está en que no le creían al Presidente electo y la nominación de Marcel en Hacienda pone un punto final a las dudas. No sólo a las dudas sobre el destino de la economía en manos de quién quedaría, sino que Gabriel Boric era capaz de construir un nuevo gobierno sin dejarse presionar por los partidos de su coalición. Tampoco por los nuevos integrantes.
Es obvio que no todos pueden quedar contentos. Siempre ocurre. Las respuestas entregadas por el presidente del partido Comunista, Guillermo Tellier al arribar a la Quinta Normal, donde se desarrolló la presentación del nuevo gabinete, significaron especulaciones inmediatas sobre una supuesta molestia de la colectividad por ese nombramiento. “No lo conozco”, dijo al ser consultado sobre el nombramiento pocos minutos antes de comenzar la ceremonia. Al final del acto cuasi solemne Teillier fue nuevamente consultado por la designación de Marcel, y respondió que prefería no opinar sobre los ministros de otros partidos. Al consultarle las razones dijo: “Porque creo que no corresponde, los quiero ver primero en sus trabajos y quiero dar todo mi apoyo a este ministerio y a todos los ministros y ministras. Es el presidente el que tiene que calificar su trabajo. Yo también para opinar primero quiero ver su trabajo, qué es lo que piensa, cómo se va a parar frente al programa, antes no”. Luego explicó por qué a su juicio el Mandatario electo incorporó no sólo a Marcel: ”Nosotros no tenemos todo el campo libre, ni toda la capacidad como Apruebo Dignidad, no tenemos la cantidad de parlamentarios suficiente, y por lo tanto había que buscar a estas otras personas. Son los motivos que dio el Presidente”, dijo.
Escuchar, escuchar
“Les pido que visiten los barrios y las regiones, que estén en las calles”, fue la petición que el Mandatario electo le hizo a sus recién designados ministros. Insistió que más que hablar, debían escuchar y mucho porque “este gabinete tiene la misión de poner los cimientos de las grandes reformas, llevar adelante nuestro programa es justamente lo que une a este equipo”.
Les dijo que valoraba mucho “su arrojo y su disposición a trabajar por Chile. Van a venir momentos difíciles, en esos momentos es cuando necesitamos actuar más unidos que nunca para avanzar en el proyecto colectivo”, agregó aludiendo a su agenda de transformaciones.
Sus ejes inmediatos son respetar el programa, pero con gradualidad, la continuidad de la exitosa política de vacunación, recuperar la economía y su compromiso con la Convención Constitucional. A este respecto, dijo que, resguardando su autonomía, “en el Ejecutivo cuentan con un aliado en este proceso, necesitamos una Constitución que, a diferencia a la impuesta a sangre y fuego, sea la casa de todos. Necesitamos estar a la altura y que llegue a puerto, pensando en los próximos 40/50 años”.
El Presidente Boric mencionó las prioridades de la primera etapa de su administración. Afirmó que “la salud de las personas estará en el tope de nuestras prioridades, anunciando además una estrategia en salud mental para enfrentar la crisis derivada del coronavirus.
En educación escuchó a los profesores al instalar en el Ministerio a un profesor de aula, ex director de un establecimiento educacional. Y dijo que la educación será “una de las principales preocupaciones” de su gobierno. El nuevo Ministro de Educación -contó en una entrevista concedida a la BBC Mundo- – fue profesor “en San Miguel, en el mismo colegio que el grupo musical “Los Prisioneros”. Y nos parecía que ese era un gesto importante, además de las competencias profesionales y la vocación de Marco Ávila yo creo que para el sector era un gesto necesario”.
Agregó que “durante demasiado tiempo tuvimos académicos sin aula, ingenieros comerciales dirigiendo la educación en nuestro país y creo que hacía falta un remezón desde el aula que es donde se expresan de manera más clara las desigualdades y los desafíos de la experiencia educativa. Esto no puede ser reforma sin sala, sin los niños y las niñas, no puede ser reforma sin profesores”.
Apuntó a la recuperación de la economía en tiempos adversos derivados de la debacle generada en este sector, a causa justamente del coronavirus. Sin embargo, aclaró que esta tarea se encabezará “con una justa reproducción de la riqueza (que) termine con los abusos que tan indignados tienen a nuestro pueblo”, enfatizando que su enfoque estará en la recuperación de los empleos de las mujeres y jóvenes.
Dijo que enfrentarán desafíos enormes, como en el Wallmapu, con hechos de violencia y una violencia histórica, reconociendo y saludando al pueblo nación mapuche.
Reconoció lo realizado en el pasado al señalar que “no empezamos desde cero, sabemos que hay una historia que nos eleva e inspira”, dijo y terminó hablando de su anhelo de “un país en el que la justicia y la dignidad sean el pan de cada día”.
