Periodista.
Realizar un plebiscito para una nueva Constitución en el mes de noviembre, como han sugerido algunos partidos políticos, es para el sociólogo y analista político Alfredo Joignant “algo imposible”. Lo explicó latamente en el nuevo Podcast del Instituto Igualdad del Partido Socialista, señalando que hay razones reglamentarias y operativas objetivas que explican esa imposibilidad. “Hacerlo en noviembre significaría que ahora, en este minuto, estaríamos inscribiendo candidaturas”.
En la conversación sostenida en el programa “Entre Iguales”, confesó que votó por el apruebo sin convicción y con enormes dudas sobre el texto, particularmente en lo que se refiere al sistema político, lo que le valió no pocos “malos momentos” con algunos que hoy “miran para el techo”. Explicó también las razones por las que -a su juicio-, ocurrió lo que calificó como desastre electoral para las izquierdas, el por qué de la derrota de la opción Apruebo, desestimando las interpretaciones de que ello ocurrió por las tergiversaciones y fake news que rodearon el proceso.
“Lo que menos explica lo que ocurrió fueron las noticias falsas. Paren con eso. Evidentemente que existieron, pero explicar una votación de esta magnitud, con 13 millones de electores sufragando en base a noticias falsas, me parece una explicación ofensiva. Es creer que la gente es tonta. Los pueblos no son tontos…puede haber personas y no pocas, que no estaban suficientemente informadas…pero de ahí a hacer de esto la explicación principal, definitivamente no”.
Respecto de la gran diferencia entre el resultado del plebiscito de entrada con el de salid, Joignant dice que coincide con su colega Cristian Pérez, que -señala- conoce muy bien al socialismo. “El dijo que esta es la peor derrota política y electoral de la izquierda chilena en su historia. Y yo lo comparto. Y es que aquí no fuimos derrotados por la oligarquía. Aquí, los que propinaron una derrota a los distintos mundos del apruebo fue el pueblo de la ciudad y el campo”.
Las razones posibles
Joignant cree que esto se produjo porque el Apruebo y la Convención se obsesionaron con identidades y particularidades que a muchos chilenos de la clase trabajadora y del mundo popular no le hacían sentido. Dice que si bien son muy buenas causas las de las minorías, “la izquierda clásica tiene que olvidarse de los particularismos, no en el sentido de renegar de esas causas sino reconocer la existencia de ellas y de identidades abusadas, sino volver a encontrarse con causas universales. “Porque eso es a mi juicio lo que explica que se produjo una verdadera catástrofe electoral el 4 de septiembre y eso es lo que explica en proporción, que el rechazo haya ganado más en sectores populares que en sectores medios y acomodados”.
Cuenta, además, que hay dos tesis corriendo entre los cientistas políticos. Una es que los indecisos en su gran mayoría se fue al rechazo y cree que de ser así, habría que ahondar en las razones por las que un grupo tan masivo se volcó al rechazo. La otra es lo que, de acuerdo a la ciencia política, es lo que hace el “votante medio”. Dice que ese votante en teoría es el que hace la diferencia en cualquier elección. Y al parecer ese elector se fue en una inmensa mayoría al rechazo.
“En ambos casos se está hablando de una explicación que implica a grupos masivos de electores. Ese es el denominador común. Eso hay que explicarlo. ¿Por qué ocurrió?, ¿hasta qué punto son recuperables?”, son las grandes preguntas del sociólogo.