Periodista.
Llegó la hora de la “real politik”. Esa que sabe de acuerdos, de compromisos, de lealtades y deslealtades. Mucho de eso quedó en evidencia en esta primera parte de una elección que prometía y aún promete, ser de importancia estratégica para Chile. El mensaje que el 47 por ciento de chilenos y chilenas que fueron a votar el domingo fue claro y tiene tal cantidad de aristas para las oposiciones que analistas, politólogos, dirigentes partidarios y expertos políticos tendrán un material de primera línea para revisar y estudiar.
La sorpresa
Pasadas 24 horas desde ese tremendo golpe al mentón de las fuerzas opositoras, al enterarse que quien personifica lo más extremo de la derecha, que glorifica al dictador Pinochet y admira a asesinos como el coronel Miguel Krasnoff -entre otras “maravillas”- pasaba a la segunda vuelta como el ganador de la primera medición que dejó en un injusto quinto lugar a la representante de la centroizquierda, y entronizó en un lugar de privilegio a un extraño candidato, que nunca apareció en Chile personalmente, con distintas excusas. ¿La última? Un oportuno contagio de Covid 19. Peor aún. El candidato virtual incluso ocupó el primer lugar en una de las regiones del norte, pese a estar acusado de ser uno más de los “papito corazón” existente en este país, además, de estar acusado de estafas inmobiliarias.
De ahí que fue una de las situaciones más comentadas en los medios de comunicación y para qué decir en las redes sociales que tanto ama Franco Parisi, el candidato virtual. Fueron las que le consiguieron el porcentaje de votos que le dan la posibilidad privilegiada de dejarse querer sobre todo por el republicano José Antonio Kast, que necesita sus votos tanto como la vida misma. Y en una de esas, con la devolución de los dineros del Servel por votos conseguidos, capaz que hasta pueda pagar su deuda con sus hijos.
Más allá de la anécdota, lo difícil será la gobernabilidad del país, sea quien fuere el que gane el próximo 19 de diciembre cuando se cumpla el rito de la segunda vuelta. Sólo algo más de dos puntos separan a Kast de Boric: 27,91% para el primero, 25,82% para el segundo. ¿Será posible atraer a ese más del 50 por ciento de chilenos que no fue a votar en primera vuelta? ¿Será posible mostrarles el significado profundo del programa de José Antonio Kast que anunció despidos en la administración pública, (habló de 30 mil); el fin de la posibilidad de aborto en sus tres causales; la persecución a la izquierda; “orden y paz” en La Araucanía y en la Plaza Dignidad, entre otras linduras?
Si bien la derecha aparece como ganadora sumando y restando diputados con republicanos y el partido del candidato virtual, lo cierto es que los resultados de los parlamentarios mostraron cifras que pusieron término al ciclo de derrotas electorales que vivió el sector después de la revuelta social. De hecho, se dio un escenario inédito en el Parlamento desde que se ganó la democracia en el país en 1990: Chile Vamos y los republicanos lograron la mitad de escaños en el Senado.
¿Hablaron las regiones?
De a poco, lentamente, se fue acortando la distancia entre el representante de la izquierda, Gabriel Boric y el ultraderechista José Antonio Kast. Hubo momentos en que la diferencia parecía irremontable. Cuando en algún instante del día en que el Chile de regiones votó mayoritariamente por quien representa la continuidad del pinochetismo, la sorpresa, la rabia, la incredulidad fueron las emociones que recorrieron el país en los hogares opositores. El candidato de la derecha extrema sacó su mejor resultado en La Araucanía (42,16%), fue el más votado desde O’Higgins hasta Aysén y en regiones del norte como Arica y Tarapacá. Se dice que en sectores rurales, arrasó, lo que puso en el tapete la debilidad del trabajo del Frente Amplio en esos sectores.
El re baraje de las fuerzas pone en entredicho todo lo que se había conversado hasta ahora en las oposiciones: Las reformas reales sólo serán un sueño. Y es posible que todo lo que la Convención Constituyente decida realizar, quede trabado por mucho tiempo en los pasillos del Congreso. No por nada -comentaba un convencional- la exponente más agria de la extrema derecha de Kast en la Convención, no dejó de sonreír cuando vio rostros compungidos de la oposición en el ex Congreso Nacional, donde sesionan.
El convencional Fernando Atria, uno de los referentes del Frente Amplio, no deja de estar preocupado: “Chile sigue atravesando una crisis política significativa y que hace más imprescindible el éxito del proceso constituyente”. Y agregó: “Hasta ahora existía la idea de que los resultados del plebiscito y de la elección de convencionales, de una u otra manera, aseguraban el resultado del proceso. Creo que lo sucedido ayer pone una nota de interrogación y abre la posibilidad de una campaña en contra de la Convención y luego en contra del proyecto que salga de la Convención. Que esa campaña pueda ser exitosa, no puede ser descartado”.
Por ahora, las fuerzas políticas en disputa se preparan para ir a conquistar los votos que necesitan. Kast y Boric no tienen un gran espacio para hacerlo. Sin embargo, el hecho que más de la mitad del padrón electoral no esté participando es un gran campo de acción, si es que se trabaja a fondo. El hecho, además, que los jóvenes de sectores populares que participaron en el plebiscito del Apruebo y del Rechazo a la nueva constitución, esta vez no se hayan levantado para ir a ejercer lo que puede ser el único derecho que tienen y pueden ejercer de igual a igual con los sectores de la cota mil, es otro gran sector a conquistar. Falta reconocer que la estrategia comunicacional usada por la oposición no fue exitosa, al contrario de la usada por el candidato de la extrema derecha que caló hondo en sectores rurales y populares.
La estrategia del miedo
La estrategia del miedo les dio resultado. No es casualidad que en su discurso de la victoria, Kast haya dicho que iba a trabajar “para recuperar la paz, el progreso, el orden y la libertad. Cada mujer que no puede llegar tranquila a su casa por la delincuencia o el acoso, tendrá la esperanza de vivir en paz (…) Cada chileno, cada persona que se haya visto atemorizada por el narcotráfico, tendrá la esperanza de que su barrio volverá a ser lo que era”.
Y luego la advertencia: “Gabriel Boric y el Partido Comunista quieren indultar a los vándalos que destruyen. Fue Gabriel Boric y el PC los que se reúnen con los terroristas asesinos. Son ellos los que han dicho que quieren inestabilidad en nuestro país, que quieren seguir avanzando por esa senda del odio, intolerancia y destrucción. Necesitamos progreso, desarrollo, crecimiento (…) Nosotros queremos bajar los impuestos y esforzarnos para que más chilenos se normalicen. Hay que sacar a los apitutados, a los operadores políticos. A los que llegaron ahí por ser parientes de, no por ser los mejores en lo que hacen”, indicó.
“En diciembre vamos a elegir entre libertad y comunismo. Vamos a derrotar a esa izquierda intransigente. Llegó la hora de salir con fuerza a defender nuestra libertad (…) Jamás usaremos la violencia en alguien que piense distinto a nosotros. Jamás”, aseveró. La pregunta es si cumplirá con lo que más repitió en su campaña: que no le temblará la mano para lograr esa paz y ese orden.
Ese es el hombre que puede ser Presidente de Chile, si es que las fuerzas opositoras no se ponen de acuerdo y con generosidad, piensan en lo que ocurrirá con este pueblo si Kast llega a La Moneda. El partido Socialista y el PPD muy pronto señalaron que no tenían dudas respecto a cómo parar al extremista de derecha. Es lo que hasta ahora no ha hecho la DC, que esperará a su Junta Nacional para decidir el qué hacer. Carmen Frei, presidenta de la DC, señaló que “no daremos un cheque en blanco”, junto con convocar a una Junta Nacional extraordinaria para definir la postura del partido en el balotaje.
Se debaten entre la duda de abstenerse, como pidió Ignacio Walker y Carolina Goic, entre otros, o aprobar ya, como pidió el senador Huenchumilla. El senador demócrata cristiano señaló que, si bien considera “legítimo un periodo de reflexión, hay una alternativa que no es viable bajo ningún escenario para la DC, que es votar por la derecha o la ultra derecha”. “La DC no puede tener otra alternativa que estar a favor de los cambios, y eso es lo que significa la candidatura de Gabriel Boric, lo que no significa poner ninguna condición, porque no corresponde colocar condiciones, y estar pidiendo cambios de programas, cargos o estar en la coalición, porque la primera condición es tener una posición ética frente al país”, añadió el senador DC.
Por lo pronto, advirtieron que serán oposición. No será fácil la decisión. Porque según confiesan algunos militantes de ese partido han sido tratados muy mal por al Frente Amplio y en silencio, otros resienten el poco apoyo recibido por su candidata en la campaña. Situación que en silencio, también, es reconocida por militantes del pacto que sí trabajaron por Yasna Provoste.
