Periodista y Director de Página 19.
Apareció de improviso, por unos exiguos minutos en el pódium de la sede Naciones Unidas, mientras los presidentes del mundo se referían al acontecer del planeta con sus implicancias políticas, económicas y sociales. Pero, también, con un elemento adicional que se había tomada la agenda: el cambio climático. Se trataba de Mister Trump, con un evidente exceso de maquillaje y un nuevo bisoñé platinado, se mandó el siguiente “speech”: “El futuro no pertenece a lo globalistas, el futuro pertenece a los patriotas”, con una adolescente Greta Thunberg que lo observaba casi iracunda. Que una imagen vale más que mil palabras se hizo realidad y fue portada de cientos de medios de comunicación de todo el orbe.
Sin embargo, la notica no fue la potencial tirria que podría tener la joven Greta contra el presidente estadunidense, tampoco sus superficiales palabras contra el cambio climático y su caballito de batalla contra Irán o Venezuela, sino porque los medios de comunicación de su país filtraron una conversación que habría tenido Mister Trump con el presidente de Ucrania para averiguar e “incidir” políticamente contra uno de los aspirantes y más seguro candidato presidencial demócrata, el moderado Joe Biden, el mismo que ofició de Vicepresidente bajo el mandato de Barak Obama. Según, los analistas políticos estadounidenses Trump quería saber si el hijo de Biden, con conocimiento de su padre candidato, tenía que ver con negocios oscuros en ese país de Europa del Este. Aunque el mismo Trump reconoció el contacto telefónico con su homónimo ucraniano, desechó que esa comunicación tuviera ese objetivo. Y, para muchos, esa sola acción, del ex conductor de realitys, no tiene otro fin: está muy nervioso de perder su reelección.
Por todo lo anterior, Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representes, la tarde del martes 24 de septiembre de 2019, comunicó urbi et orbe que dicha instancia iniciaría una juicio político contra el mandatario estadounidense por “evidentes faltas a la seguridad nacional”. Lo cierto es que no solo los demócratas, sino también un pequeño puñado de moderados republicanos que no se sienten interpretados para nada con la conducción del país norteamericano, se cansaron de las acciones, dichos y pataletas de un Trump que transformó a los Estados Unidos en un set de televisión de marca mundial.
Trump no se demoró ni siquiera dos minutos en contestar vía Twitter, en su conocido estilo fantoche y soberbio: “¡acoso presidencial!”, poco menos que gritó, agregando que se trata de una “caza de brujas”. Acto seguido se victimizó, señalando que, después de un excelente día del paso de mandatarios de todo el mundo por Naciones Unidas, los “demócratas empañaron este día”. Sin duda alguna, el estadounidense la sabe hacer, porque sigue pensando que su país es una gran teatro griego donde pone suspenso. Es un actor nato sin haber pasado un día en una escuela de teatro.
La pregunta de fondo es si se cuenta con los votos necesarios para iniciar este juicio político con el actual inquilino de la Casa Blanca. Lo cierto es que hoy, más que ayer, hay un consenso entre las fuerzas demócratas para actuar unidas. En el Senado, el asunto es distinto, porque la mayoría es republicana, salvo algunos de ellos que son de una ala más moderada y han manifestado y cuestionad públicamente la marcha de la nación en la era Trump. Todo está por verse, pero Pelosi lo dijo en su anuncio: los estadounidenses ya están cansado del rumbo que el mandatario ha hecho de los Estados Unidos. Y está todo por verse por segunda vez, porque ya lo hizo Trump con su campaña contra la moderada Hillary Clinton al iniciar una exitosa campaña en las redes sociales contra la demócrata. Tiene el dinero, las influencias, Irán, Venezuela y quien sabe que más. Si Trump cae o no, es una cosa de tiempo, pero se avizora una campaña presidencial que podría ser una carnicería.
