Periodista.
La historia de la salsa en Chile se ha enfrentado a gran cantidad de obstáculos para su difusión. La radio fue una trinchera a fines de los 80´s gracias al trabajo de muchos, entre ellos el abogado Domingo Zamora, que contribuyó a esto como invitado y productor de variados programas radiales.
Domingo es hombre de pausas y reflexión y para graficar el titular de esta crónica recuerda este escenario hostil: ¨Aunque suene un poco duro decirlo la salsa en los 90´s tuvo muchos detractores entre ellos: Ernesto Corona, nada menos que el director de la Archi (Asociación de Radiodifusores de Chile), en esa época. Él una vez dijo: ´yo nunca voy a permitir que esta música picante y ordinaria entre al dial chileno´ Entonces uno ya no tenía que solamente que luchar en contra de un no mercado discográfico que no existió sino que tenías que luchar en contra de los detractores.¨
Domingo Zamora toma contacto con la salsa, luego de partir al exilio el año 1978 en Alemania, en Essen que es una ciudad de Renania del Norte-Westfalia. Zamora fue detenido el 13 de septiembre de 1973 y trasladado al buque Maipo de la Armada de Chile y finalmente es tomado prisionero en el campo de concentración de Pisagua, en el norte de Chile por órdenes de la dictadura del general Pinochet. Su delito fue ser dirigente estudiantil de la Universidad de Chile, en Valparaíso. Es un sobreviviente.
Ya en Alemania, en el año 1978, estudia Magister en Sociología y Derecho. Fue en los comedores de la Universidad en que comenzaba a escuchar en una radiocasete portátil la música jazz de Chick Corea, Keith Jarrett, Herbie Hancock y Santana.
En los comedores con grandes mesas llamadas “mensa” con capacidad de 800 personas, alguien irrumpe en el almuerzo y cambia la historia de Domingo Zamora. Así evoca Zamora este momento: “Estaba en la “mensa” escuchando mi “jazzito” y de repente se sienta un colombiano al lado mío que me cachaba hola- hola y me dijo ¿qué estás escuchando? Le respondí y me dijo qué interesante ¿y has escuchado esto? Y en ese casete habían 2 o 3 temas de Fania del concierto del Cheetah año 1972 , “Ahora vengo yo” y “Quítate tú”.. Me dijo – ¿te gustó? Le dije me encantó. Te presto el casete, llévatelo, escúchalo entero. La selección era del lujo. Casete que lo conservé 30 años”
Domingo medita sobre este momento cúlmine en su vida: “Como refugiado que te pasa, este tema no te está hablando del paraíso tropical, playa con palmeras, arenas blancas y mar calipso. Creo que fue una transformación mayormente emotiva, no solamente intelectual”
La salsa comenzó a transformarse en un puente de unión entre los latinos en Alemania y esto despertó la observación de este fenómeno en Domingo Zamora: ¨Yo decía esto tiene algo de particular porque tiene muchas maternidades y no tiene paternidades. Aquí hay mucho de matrimonio y no de patrimonio. Porque no es patrimonio de nadie. Los peruanos decían esto me gusta, independientemente que venga de Puerto Rico, de Cuba o Nueva York”.
El tiempo de reflexión y curiosidad por la salsa terminan en pasión en 1980 cuando Domingo Zamora fue a ver al grupo cubano los Van Van en la ciudad de Colonia y se repite el plato en otro concierto en vivo del mismo grupo en la capital alemana de Berlín.
En 1981 finalmente tomó conciencia de su adicción a la salsa al ver en Caracas, Venezuela a la Fania All Stars, sentenciando . “ya me metí en esto y es muy difícil que salga”. Adicción que le ha durado 39 años.
El 1983 retorna a Chile en el año de “las protestas”, centrándose en labores políticas. En 1987 trabaja en el diario “Fortín Mapocho” y asiste a las fiestas del Club de Salsa-Chile. Recuerda Zamora : “No bailaba, sí bailaba pero mal. Se juntaba gente que principalmente había estado afuera”
El proceso de adaptación luego del trauma del exilio, era fuerte. Y en ese tiempo los retornados generaron espacios de encuentro. No había radios y no se vendían casetes de salsa. Nacía por aquel tiempo la primeras salsotecas: “El Tucán” y “Maestra Vida”
Luego viene la maratónica carrera radial de Domingo Zamora que parte el año 88 como invitado en programa de radio Beethoven: “Concierto Latinoamericano”, conducido por Enrique Monje a las 12 de la noche.
A finales del 88, Domingo Zamora ingresa a Radio Nuevo Mundo como conductor y productor los programas: “Azúcar” y “Buscando América”, con una audiencia muy alta y variada se escuchaba en la cárcel y en las salas de hospitales por médicos y pacientes. Trabaja aquí hasta el año 91.
De ahí pasa a Radio Tierra, Radio de las Mujeres, yo tenía un programa “Buscando América” que comenzaba a las 10 y terminaba a las 11, cerrando la radio.
Entre 1998 y 1999 conduce los programas de salsa “Club de la Salsa” y “Salsipuedes”, en Radio Universidad de Chile, bajo la firma de un juramento escrito exigido por el director Domingo Santa María en que se le prohibía hablar o imitar el acento caribeño en las emisiones radiales.
El último hito comunicacional de Domingo Zamora en fue en Radio Universidad de Santiago desde el año 2000 al 2006 con su programa “Sesión Latina”, emitida todos los domingos a las 3 de la tarde. Promovió la salsa, latin jazz y músicos como Francesca Ancarola y Pedro Green, entre muchos
Domingo Zamora continúa su lucha por su pasión salsera, pese el nulo mercado discográfico y al prejuicio y censura de la salsa en la radiofonía y televisión chilena, con su testimonio y legado imprescindible.
