viernes, mayo 3, 2024
DestacadoLos incendios forestales y la fauna chilena por Miguel...

Los incendios forestales y la fauna chilena por Miguel Díaz Gacitúa

Foto de Romina BM en Unsplash

-

Síguenos en

“A eso de las once cayeron las primeras chispas. Una aquí, otra allá (…) semejantes a las morcellas de un pábilo; partículas incandescentes que daban en el suelo con un ruidecito de arena”.

Lluvia de Fuego. Leopoldo Lugones, 1906.

Cuando Pedro de Valdivia llegó al húmedo Chile en el siglo XVI los pocos incendios forestales de que tuvo noticia, fueron aquellos provocados por rayos, erupciones volcánicas y algunos, por hogueras mal apagadas por los nativos del país. Más tarde conocería de aquellas ciudades como la Imperial y la Villarrica quemadas al calor de la guerra de la resistencia mapuche. Nada parecido a los grandes fuegos boscosos que se vivían en la península española. Como buen país volcánico Chile, el Finis Terrae, ha sido formado por grandes y fogosas erupciones volcánicas, las cuales han modelado su paisaje desde tiempos pretéritos. Pero sólo fue a partir de la Colonización Española que el fuego comenzó a ser un actor importante en su paisaje. Éste, en grandes magnitudes, destructor de ecosistemas, sólo apareció a partir de esa época, continuó en el siglo XIX con la Colonización europea en el sur y más tarde ya, en el siglo XXI en los mega incendios forestales de pino y eucaliptos. En el siglo XVI Chile, a los ojos colonizadores y de los cronistas, era un vasto e impenetrable bosque verde con algunos felices valles húmedos y con aguas cristalinas muy abundantes. La fauna nativa, muy diversa y con poblaciones de millones de individuos, era un paraíso animal. Sin duda una isla flanqueada por la cordillera andina de altas cumbres y hielos, por un desierto hacia el norte, el Pacífico hacia el este y los hielos eternos hacia el sur austral. Hasta ese momento estos seres habían evolucionado en esta isla durante millones de años sin perturbación alguna. Los nativos solo cazaban y pescaban para la subsistencia y esas poblaciones humanas eran muy pequeñas en consumo como para agotar esas poblaciones. Además, los pueblos originarios no despejaban grandes extensiones de terrenos para el cultivo mediante la roza tumba y quema del bosque, tan propia de los europeos. El continuo poblamiento colonial español, inició la corta de bosques y el empleo del fuego para despejar campos para la agricultura y la ganadería. Ciudades construidas de barro y maravillosas vigas de las más exquisitas maderas nativas,como pataguas, cipreses y robles fueron la columna vertebral del Chile constructivo colonial. Al poco de llegados, el cultivo de trigo de Castilla, ya se había extendido en los campos con la consecuente quema de rastrojos año a año. A su vez, los ganaderos ya habían comenzado a usar la quema de praderas cordilleranas para obtener nuevos pastos estación tras estación. Sin embargo, ello sólo ocurría en el norte chico y el valle central del país actual. Tras la derrota final Mapuche a manos de los españoles, comenzó la paulatina colonización del sur y con ello enormes extensiones de bosques fueron quemadas, para expandir el nuevo modo de producción colonial. Millones de hectáreas de los más prístinos bosques fueron quemados para arrinconar a los rebeldes mapuches, tomar posesión efectiva del territorio y “hacer producir” al país. En el intertanto, la explotación minera nortina remataba los últimos, bellos y longevos bosques locales considerados Res nulius, para calentar sus fundiciones de oro, plata y cobre, en una dura guerra con los agricultores, que querían usufructuar de estos sólo ellos. La colonización europea del sur austral, gestionada por Vicente Pérez Rosales, producto del delirio modernizante de las aristocracias y burguesías chilenas de la época, abrió la inmensa puerta del sur a la explotación maderera y a la destrucción de sus bosques milenarios. Estos fueron floreados, es decir se aserraron los mejores ejemplares para madera y luego millones de hectáreas fueron quemadas, para hacer campo para cultivos como el trigo, avena y praderas para ganado, todo esto con el aliento estatal de la época. Más tarde, la colonización de la Patagonia en Aysén y Magallanes reeditaría ese holocausto, con la quema de nuevos millones de hectáreas de territorio. Los bosques nativos incendiados ardían durante años destruyendo todo a su paso. El fuego ocurrido en Chile desde la Colonia hasta fines del siglo XIX fue una consecuencia de una limitada visión de progreso, basada en el lucro privado y en la concepción de que la Naturaleza era un estorbo para la civilización. Ya entrado el siglo XXI la extensa plantación de pinos y eucaliptus de varios millones de hectáreas ocurridas en Chile, hechas a partir de un feroz “roce pesado” de bosques nativos promovido por Pinochet, que consistía en arrancar y quemar el bosque, todo financiado y amparado por el Estado a través del DL 701 de Fomento Forestal. Estas plantaciones crecieron y llevaron la sequía y despoblamiento de fauna a esos territorios y más tarde, acompañadas denegativas variaciones del clima producto del cambio global, abrieron paso a gigantes incendios forestales. Enormes fuegos que, en el año 2017 y 2023 calcinaron casi 1,5 millones de hectáreas entre ambos episodios. Esta vez, no por las mismas razones que antes, sino como una desgracia ambiental moderna producto del Cambio Climático. Federico Albert, científico alemán asesor del gobierno de Chile, en 1900 contabilizó 11 millones de hectáreas quemadas o destruidas desde la Colonia al siglo XIX, esto esel 15% de todo el territorio de Chile actual continental. Más adelante, entre el año 1900 y 1960, sólo en las regiones de Aysén y Magallanes, se quemaron 5 millones de hectáreas principalmente por colonizadores, con el aval del Estado. El fuego, desde la Colonia en adelante ha sido el felino indomable que ha cambiado malamente el paisaje nacional, ha cambiado profundamente el uso del suelo, con enormes impactos sobre la economía agraria, el poblamiento y en especial, sobre la hidrología y la fauna y flora nativa del país. En la historia ecológica de Chile no ha existido una amenaza tan amplia y de tan grandes consecuencias, como el fuego.

¿Qué hace el fuego en la Naturaleza?

Cuando el fuego es intenso y quema grandes territorios, cambia duramente la proporción de especies de plantas existentes en el. Así mismo altera la sucesión interanual de especies de plantas, las que pierden el orden natural producto de la evolución de miles de años. Como se sabe, hay especies de árboles muy longevas como el alerce, las araucarias y otras, que tardan muchos siglos en recuperarse y llegar a ser adultas. La quemazón de la cubierta vegetal de matorrales, pastizales, plantaciones y árboles nativos, destruye todo el hábitat de la fauna residente. En consecuencia, no tienen cobijo, los insectos, aves, reptiles, grandes y pequeños mamíferos. Sólo escapan aquellos que pueden correr o volar a tiempo. El fuego puede quemar hasta medio metro de profundidad en el suelo con temperaturas cercanas a 2.000 grados, incluyendo gran parte de la cama de semillas de las más diversas especies de plantas enterradas en el suelo. Las acumulaciones de materia seca vegetal ocurridas en múltiples ciclos de vida del bosque, cuando los árboles viejos sucumben, se transforman en letal combustible que alimentan las llamadas tormentas de fuego. El suelo, por el calor es prácticamente esterilizado. La ceniza acumulada con las lluvias invernales, se transforma en lejía y escurre, acidifica y cambia brutalmente las características del agua de ríos, riachuelos, lagos y lagunas, matando todo ser viviente acuático. El agua que antes fluía cristalina desde los bosques a los canales de riego y a los embalses para el uso humano se torna lechosa, tóxica y demora años en aclararse.

El fuego destruye también las madrigueras, nidos, sitios de cortejo y reproducción, lugares de alimentación, sitios de caza entre especies. Al desaparecer el bosque añoso, el bello pájaro carpintero que se anuncia por los golpecitos de su pico en la madera y que se alimenta de larvas que existen en los viejos árboles, también desaparece.

El ensamble funcional natural existente entre fauna, plantas, bosques, ríos y ecosistemas, labrado en millones de años de evolución ha sido destruido. Desapareció el escenario donde millones de aves que comen semillas ayudando a expandir las plantas o el zorro comedor de frutos del bosque resembraba excretándolas después de comerlas, donde la guiña mantenía a raya a los numerosos roedores silvestres chilenos, entre otras funciones.

La cubierta vegetal que antes era un fuerte sumidero y captador de carbono, cae violentamente en su contribución pues ya no está la densa cubierta de hojas, rica en clorofila, que día a día imparablemente captura e introduce toneladas de carbono a la tierra.

Así, donde antes había un vigoroso y fértil ecosistema, se transformó en una tierra yerma y triste, que con el paso del tiempo se recobrará en algo más pobre, muy diferente a lo original.

La caza colonial ilimitada

En Chile hay 821 especies animales terrestres vertebradas, que incluyen, mamíferos, reptiles, aves, anfibios y peces de aguas continentales. No es un país de gran diversidad biológica como algunos países tropicales, pero sí rico en endemismos. Es decir, de especies que se han originado sólo aquí y en ningún otro lugar del mundo. Al momento de la colonización española la fauna chilena estaba en un momento clímax de abundancia y diversidad, en que sólo las habituales relaciones existentes entre las especies eran las únicas perturbaciones. Se comenta que a esa fecha existían un millón de huemules (actualmente quedan solo 1.400), los guanacos u “ovejas de la tierra” como los llamaban los españoles, también eran millones, y así con otras muchas especies. La cultura de caza peninsular recién llegada, no pudo encontrar un terreno más fértil para ejercerla. Así a los españoles asentados nunca le faltó carne. Los libros de cocina ibéricos, tan escasos en volatilería y carnes de monte, fueron recreados en nuestras tierras con nuevas y suculentas especies de carnes. Sin embargo, ese consumo no causó gran mella en la abundancia de la fauna, pero sí instaló una tendencia de caza ilimitada, como un concepto cultural de vida. De esta forma, durante siglos la fauna nativa sería cazada a destajo, pero con armas y trampas de bajo rendimiento, lo que no causó mucho impacto en su abundancia. El problema comenzó el siglo XVII cuando aparecieron escopetas, rifles y perros de caza que dieron inicio a grandes impactos entre las poblaciones de fauna terrestre. Incendios y la caza comenzaron a dañar seriamente a muchas especies de animales y a alimentar un rentable comercio internacional de pieles de algunas especies.

En la fauna chilena hay especies muy antiguas, como los quirquinchos, parientes cercanos de los gliptodontes que tienen cientos de millones de años de evolución, y algunas más recientes como el pudú, de menos de cien millones deaños. Además, la fauna chilena tuvo una interesante historia antigua, ya que existieron muchas especies que vinieron al sur desde América del Norte producto del Gran Intercambio Americano, las que más tarde desaparecieron. Muchos chilenos no saben que, en tiempos antiguos, existieron aquí elefantes y caballos primitivos, pero su rasgo actual más interesante es la enorme diversidad de peces marinos y de endemismos que existen en roedores, anfibios y reptiles, animales que se originaron y evolucionaron solo aquí.  Así, desde sus orígenes hasta la Colonia española, la fauna chilena evolucionó en sus diferentes clases zoológicas, gracias a la ausencia del fuego, de caza y de destrucción humana de su hábitat. Sin embargo, el período de 500 años que va desde la Colonia al presente, el fuego ha sido un poderoso agente modelador de la actual distribución de fauna en la zona centro patagónica del país, con efectos importantes en algunos taxas en cuanto a abundancia y distribución.

¿Cuántos animales mueren por en los incendios forestales?

La cantidad está relacionada estrechamente con la riqueza y abundancia de especies que existe en un lugar. También con la extensión del fuego en superficie y en tiempo.

En los últimos incendios forestales de Australia sus científicos estimaron que en total murieron 143 millones de mamíferos, 2460 millones de reptiles, 180 millones de aves y 51 millones de ranas sufrieron daños. Esto es, 250 individuos de distintas especies vertebradas por hectárea de bosque quemada. En Brasil en el incendio de 2020 en El Pantanal murieron 17 millones de animales vertebrados en los incendios forestales que abarcaron 11.3 millones de hectáreas. Esto es, 1,3 especímenes por hectárea quemada. Bolivia estima que casi 6 millones de animales murieron en la Chiquitania por los incendios del 2019 que quemaron 2 millones de hectáreas de bosque. Esto es, 3 vertebrados por hectárea. En España se estima que mueren 12,5 animales vertebrados por hectárea quemada. En Chile en el mega incendio de 2017 en plantaciones de pino quemadas después de un año, solo quedó el 30% de las especies de aves esperadas para ese tipo de sitio, mientras en las plantaciones aledañas sin quemar, éstas quedaron sólo con un 40% del total de especies esperadas.

Si se toma un promedio histórico de mortalidad animal silvestre en incendios forestales de ecosistemas mediterráneos, por ejemplo, 6,6 ejemplares por hectárea, que es el promedio de España, y se adopta éste sólo para efectos de cálculo, de cuántos animales han muerto en Chile a causa de los fuegos históricos, con un 25 % de superficie continental quemada (19 millones de hectáreas), tendríamos que habrían muerto 129 millones de especímenes de vertebrados desde la Colonia hasta ahora. Esta es una cifra hipotética extremadamente alta en referencia a la abundancia actual de muchos de nuestros animales silvestres que, como el huemul, sólo quedan 1400 en todo Chile, del zorro de Darwin con 800 ejemplares, muchos con pequeñas y muy fragmentadas poblaciones.

Es parte de la historia del fuego y su mortal relación con nuestros olvidados y desconocidos animales silvestres.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas Noticias

Diputado Manouchehri destapa otro contrato del gobierno de Piñera con Hermosilla el último día de mandato

En las últimas horas, el diputado socialista Daniel Manouchehri, presidente de la Comisión Investigadora por el denominado “Caso Hermosilla”...

Mapa Nutricional de Junaeb: Sobrepeso y obesidad disminuyó en 3 puntos porcentuales en estudiantes del país

El estudio, que evalúa a estudiantes de prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y I medio, también, registró un...

Puerto Antofagasta concreta obras de ampliación de Antepuerto Portezuelo

La segunda etapa del proyecto Mejoramiento y Ampliación de Antepuerto Portezuelo permite potenciar su rol en el comercio exterior,...

Acto de desagravio por vandalización de memorial del Caso Degollados

El lunes en la madrugada las tres bancas instaladas en memoria de las víctimas del Caso Degollados amanecieron tapadas...
- Advertisement -spot_imgspot_img

Obra teatral sobre Miguel Enríquez se presenta nuevamente en el Depto. de Teatro de la Universidad de Chile

El líder del MIR, Miguel Enríquez, es por primera vez representado en el teatro chileno en la obra Yo...

Corte de Apelaciones de Santiago declara admisible recurso de protección contra la alcaldesa Irací Hassler, interpuesto por persona LGBTIQ+ en calle, VIH positiva

El pasado 28 de abril de 2024, patrocinada por el abogado Rodrigo Ibarra Montero, presidente de la ONG Acción...

Debes leer

Exportadores de Superfoods peruanos presentan oferta en Chile

Entre el 23 y 25 de agosto 20 exportadores...

Tirita Piñera: Acuerdos de la Oposición le Abren la Puerta al Frente Amplio

Al inicio del año legislativo, todo indica que la...