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Julieta Kirkwood, Colectivo Ayuquelén, Somos+: la Memoria del Feminismo en Discursos de Apertura de la Convención

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El 18 de octubre, mismo día en que se conmemoraron los dos años de la revuelta social que dio inicio al Proceso Constituyente, en su histórica 31° sesión plenaria, la Convención Constitucional comenzó la discusión de la que será la nueva Carta Magna chilena.

“Queremos comunicar a todos los pueblos de Chile, a los jóvenes y ancianos, niños y niñas, mujeres, disidencias, trabajadores y trabajadoras, pueblos originarios, que comenzamos una etapa fundamental en el trabajo de la Convención Constitucional. Damos inicio al debate constituyente”, señaló la presidenta de la Convención, Elisa Loncon Antileo.

Las y los convencionales aplaudieron de pie el inicio oficial de la discusión del contenido de la nueva Constitución, anunciado por la presidenta Loncon a las 15 horas con 38 minutos. Venían de una semana territorial que les permitió recorrer sus distritos, escuchar las demandas de la ciudadanía y entregar las cuentas públicas de los primeros tres meses de trabajo desde la instalación de la Convención Constitucional el pasado 4 de julio, periodo donde en tiempo récord lograron despachar el reglamento general, que fue publicado en el diario oficial el miércoles 13 de octubre de 2021.

El reglamento de la Convención recoge diversas recomendaciones de organizaciones sociales, como los principios de enfoque de género y perspectiva feminista, paridad, participación popular, plurinacionalidad, transparencia, inclusión y la representatividad de grupos históricamente excluidos. Incorpora un enfoque de cuidado como principio rector y explicita, además, el uso de una comunicación feminista, con perspectiva de género y lenguaje no sexista.

Durante este corto primer tiempo de trabajo del órgano constituyente, se instalaron también las comisiones temáticas permanentes con su dupla de constituyentes coordinadores/as. Así, los contenidos de la nueva Constitución serán debatidos en siete comisiones: sobre Sistema Político, Gobierno, Poder Legislativo y Sistema Electoral; Principios Constitucionales, Democracia, Nacionalidad y Ciudadanía; Forma de Estado, Ordenamiento, Autonomía, Descentralización, Equidad, Justicia Territorial, Gobiernos Locales y Organización Fiscal; Derechos Fundamentales; Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico; Sistemas de Justicia, Órganos Autónomos de Control y Reforma Constitucional, y sobre Sistemas de Conocimientos, Culturas, Ciencia, Tecnología, Artes y Patrimonios.

Historia, emoción y esperanza

Entre el miércoles 20 y el martes 26 de octubre, cada uno de las y los convencionales constituyentes dieron sus discursos de apertura del debate constitucional en el pleno de la Convención, en los que estuvieron muy presentes las demandas de los movimientos feministas, de mujeres y disidencias, el reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios, junto con reivindicaciones en temas como territorios, medio ambiente, justicia, memoria, derechos humanos, entre muchos otros que forman parte de las visiones, principios y valores que a su juicio deberían inspirar la nueva carta fundamental.

“No hablen más por nosotras, estamos aquí con nuestras propias voces”, subrayó la convencional Jeniffer Mella Escobar, quien en su intervención recalcó que es activista de un lesbo-feminismo provinciano y por ello defiende que la Constitución “no sea hecha solo desde Santiago por santiaguinos”, sino desde propuestas territoriales.

“Soy todo aquello que el patriarcado subordina y margina, y pese a ello estoy hoy aquí, como un acto de porfía (…) Soy heredera de Ayuquelén, las primeras lesbianas organizadas en dictadura, del movimiento lésbico feminista de los 90’ que se atrevió a cuestionarlo todo, y fui parte activa de él cuando aún éramos signadas como enfermas, cuando nuestros crímenes no aparecían sino en la prensa roja como un castigo bíblico merecido, cuando nuestras acciones no eran más que pequeños episodios en una transición que nos negaba hablar”, expresó la abogada en su alocución donde aseguró que no descansarán “hasta que también estén nuestras compañeras trans”, colectivo que no logró tener un escaño en la Convención.

La constituyente por la región de Coquimbo dijo sentirse parte de la historia feminista, “no empieza conmigo y no termina en mí, pero sí soy una pequeña pieza más de ese entramado rebelde y colectivo, sororo y cómplice que tiene enormes desafíos que cumplir en este momento histórico (…) Por eso vengo a compartir lo que para mí fueron los ´anteojos de género´ para que nuestra primera Constitución democrática sea también la primera en el mundo feminista. Porque como dijera Julieta Kirkwood ´lo personal es político´”, concluyó, llevando al pleno de la Convención en el Ex Congreso Nacional, la figura de quien fuera una de las más importantes pensadoras, teóricas y activistas del feminismo chileno, fallecida en 1985 y que heredó también la afirmación “No hay Democracia sin Feminismo”.

Alondra Carrillo Vidal, vocera constituyente de las asambleas territoriales y organizaciones sociales de La Florida, La Pintana, Puente Alto, Pirque y San José de Maipo y de la Coordinadora Feminista 8 de Marzo de Santiago, advirtió que Chile no puede seguir siendo construido por el 1%. “Es momento de que las que cuidan sosteniendo la vida, las que trabajan no una, sino dos, tres jornadas, las que se endeudan para estudiar, las dueñas de casa sin casa, las que están presas por ser pobres, las que reciben pensiones de miseria, construyamos un nuevo país”.

La convencional también recordó la historia de los movimientos feministas y llamó a asumir la tarea del proceso confiando en sus propias fuerzas. “Entro con todas mis compañeras, las de ayer y las de hoy, cuya memoria vengo a reivindicar como parte inseparable de esta historia, de este proceso que continuamos construyendo porque esto no empezó hoy ni empezó en nosotras. Tampoco termina aquí (…) Llegamos para quedarnos y cambiarlo todo, porque al silencio y a la segunda fila no vamos a volver nunca más. Hoy como ayer Somos+”, sentenció la psicóloga, rescatando la consigna utilizada en 1985 por los movimientos de mujeres en una marcha silenciosa contra la dictadura cívico militar en el sector de las torres de Carlos Antúnez en Santiago y que fue retomado y resignificado por los movimientos feministas durante la revuelta social.

En su turno, Isabella Mamani Mamani, constituyente Aymara, enfatizó: «Hermanos y hermanas, los escaños reservados no fue un regalo para nuestro pueblo, muy por el contrario, es más bien un acto de reparación, una forma de resarcir de algún modo el daño causado, ese daño que por cierto persiste hasta nuestros días, especialmente cuando se afecta sin contemplación a nuestra madre Tierra, cuando se agudiza la escasez del agua».

En la misma línea fueron las palabras de la representante del pueblo Yagán, Lidia González Calderón, quien remarcó que buscan “avanzar en la verdad de nuestros pueblos y hacer justicia a nuestros antepasados. Muchos han visto afectadas la explotación de nuestras aguas», por ello «buscaremos la plurinacionalidad y defenderemos los resultados de la consulta indígena».

Mientras que la Machi Francisca Linconao Huircapan, constituyente Mapuche, en su discurso en mapuzungun, apuntó que la plurinacionalidad “es mucho más que levantar nuestras banderas, plurinacionalidad es enfrentar juntos al monstruo más grande, ese que no quiere borrar una Constitución escrita con sangre y despojo». Al cierre, la autoridad espiritual entregó un mensaje a Sebastián Piñera: “Saque a los Carabineros y los militares del Wallmapu, esa no es la solución, está sembrando violencia».

Consultada por Página19, la periodista feminista Romina Bajbuj Repetto, destacó la intervención de Tatiana Urrutia Herrera, constituyente del Distrito 8 que indicó que todas las mujeres de Chile “recibimos una posta en forma de lápiz de color morado que nos entrega el deber de consagrar un Estado social, cuidador y de derechos, pero también uno paritario. Es uno que nos exige consagrar el principio democrático, pero sabiendo que ya no hay democracia si no es feminista”.

Cuenta que se sintió identificada con la frase de la convencional Urrutia “Soy de las que no estaban destinadas a la política”, dada su propia experiencia como militante primero y luego como activista en diversos espacios políticos. “Varias veces me he sentido de las que no estaban destinadas a la política. Soy mujer migrante en situación de discapacidad, no vengo de una familia con tradición política en Chile ni estudié en universidades de elite”, relata.

Romina Bajbuj tiene una larga trayectoria de trabajo e investigación sobre discapacidad, inclusión, género y Derechos Humanos y es integrante de la Red de Periodistas y Comunicadoras Feministas de Chile. Para la profesional, los discursos de inicio son la demostración de un nuevo ciclo, con otra manera de entender y abordar la política. “No solo porque estamos en un Proceso Constituyente con todo lo que eso significa, sino porque simbólicamente implica la entrada y la visibilización de sujetos y sujetas que no habían estado antes en política, gente entre comillas sin linaje, sin padrinos ni madrinas políticas, que llega ahí por sus años de militancia, de trabajo, de compromiso y eso es muy relevante”, manifestó.

“Por otro lado está el hecho de que se ponga en un lugar de especial importancia los derechos de las mujeres, el derecho a la salud, los derechos y deberes de cuidado, el abordar una política de cuidados de verdad, la corresponsabilidad, es algo que varias y varios convencionales pusieron como ejes en sus discursos y eso implica que no solamente es una renovación de caras o de nombres, sino también de temas y del compromiso con la profundidad de esos temas y propuestas, con personas que, siento yo vienen para quedarse en política, y espero que así sea, que la Constituyente no sea la excepción a la regla, sino que el comienzo de un cambio cultural más relevante”, resaltó.

Territorios, pluralismo y diversidad

“Vengo del Desierto de Atacama, un lugar para muchos solitario, inhóspito y estéril”, comenzó diciendo Cristina Dorador Ortiz, convencional de la región de Antofagasta quien al igual que varias y varios de sus colegas, llamó a avanzar decididamente hacia una Constitución Ecológica. “La desigualdad estructural de Chile se debe en parte al inaceptable centralismo y a la invisibilización de los territorios. Algunos han ganado mucho, otros se han enfermado demasiado. La inequidad en los territorios del norte es histórica e interseccional. Nunca más olvidados. Nunca más invisibles. Esta Constitución también es una reivindicación del desierto”, dijo la destacada científica.

Por el otro extremo del país, en tanto, la representante de Magallanes Elisa Giustinianovich, planteó: “Vengo de la región más austral, y represento voces que no encontraron espacio. Desde esta vereda quiero enaltecer las luchas ancestrales, honro a los pueblos originarios australes, a la comunidad chilota, honro a las generaciones de estudiantes, a las víctimas de una dictadura feroz, y a sus familias que aún les buscan, su voz será transmitida en este órgano constituyente».

Para Rocío Alorda Zelada, vicepresidenta del Colegio de Periodistas de Chile, escuchar a las y los convencionales fue un gran ejercicio de pluralismo, diversidad y democracia y coincidió en que son una demostración de una nueva distribución del poder político. “Por muchos años las clases dominantes de los sectores políticos nos convencieron de que solo algunes podían estar en esos espacios de poder, pero justamente quienes decían no eran los y las destinadas a estar en los espacios políticos son quienes nos dan muestra de cómo la Convención Constitucional se puede transformar en un lugar revelador de las realidades territoriales”.

En conversación con Página19 añadió que las distintas intervenciones demostraron que las necesarias transformaciones de fondo que el país requiere no vienen de las castas políticas “ni de personas que han sido formadas toda su vida para estar en esos lugares de poder, sino de dignos representantes de los territorios, de los movimientos sociales y de las demandas populares”.

La periodista feminista Magister en Comunicación Política, sostuvo que la Convención da muestra que es posible tener una clase política mucho más representativa de la realidad concreta de Chile, “esa realidad que habla de las mujeres, del feminismo, del ecologismo, de las mal llamadas zonas de sacrificio, etcétera. Escuchar diversidad de voces, de testimonios, de realidades, nos invita a leer un Chile plural, que no solamente es Santiago, que no solamente es un relato masculino, y que es finalmente el Chile que habitamos todas las personas”.

Rocío Alorda valoró especialmente los discursos de las convencionales feministas, que se caracterizaron porque fueron articulados desde una historia colectiva: “Hablaron sobre sus experiencias personales, sus trayectorias individuales, pero que eran también un relato colectivo y sobre todo que valoraba el trabajo histórico del movimiento de mujeres y feministas, que demostraba que lo logrado ha sido gracias a muchas generaciones de mujeres que han estado en la lucha, la resistencia, en la organización social y popular, y hoy día ellas son las herederas de ese proceso de transformación”.

La diversidad de testimonios y contenidos en las rondas de discursos de apertura fueron valorados masivamente como un mensaje esperanzador en un momento clave en la historia de Chile. La Convención Constitucional tiene un plazo de 9 meses desde su instalación para redactar la propuesta de Constitución, plazo que puede prorrogarse solo una vez por tres meses.

Esta publicación es parte del trabajo colaborativo entre Página19 y la Fundación Friedrich Ebert (FES) en Chile.

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