Periodista y Director de Página 19.
Isidro García Herrera está indiscutiblemente asociado a la vida de su partido desde siempre: milita en el PS desde hace 56 años, desde la edad de los 15 años. Relata que trabajaba en la construcción para aportar al sustento de su familia y de noche estudiaba. Toda esa visión lo hizo tomar conciencia de la precariedad laboral, de las pésimas condiciones que vivían los trabajadores de nuestro país.
Hijo del rigor, poco a poco, fue forjando su propio destino que lo llevó a ser miembro del GAP, un grupo de protección al Presidente Salvador Allende, hasta combatir a la dictadura desde las oficinas del Ministerio de Obra Públicas ese fatídico 11 de septiembre de 1973. Hoy circulan por distintas redes sociales varios documentales que dan cuenta de su lucha y compromiso por el socialismo chileno.
La misma noche del 11 de septiembre, un grupo de trabajadores de su población intentaron, sin éxito alguno, asaltar la comisaría del sector, donde finalmente es detenido, pero para sorpresa de todos es liberado por los carabineros ante el temor que la gente se sublevara. Vivió un tiempo clandestinamente hasta que, al final, la dictadura lo apresó y envió al exilio. Francia fue su hogar de acogida durante esos largos 20 años de extrañamiento.
-¿Usted lidera la lista que compite en las elecciones?
– Sí, yo la encabezo, aunque nunca he sido dirigente en el PS. Participé de otras elecciones, pero la idea era que mis votos sirvieran para que resultaran electos otros compañeros.
-¿Por qué ahora decidió participar?
-Porque para mí el Partido Socialista ya no existe. Hoy hay un partido que se dice socialista, de izquierda, pero es uno netamente liberal, que está en completa alianza con el neoliberalismo. Lo único que les interesa a la estructura partidaria es que los militantes vayan a votar cada dos años.
-¿Por qué cree que el PS igual se ha mantenido todos estos años?
-Yo voy a ser socialista hasta que me muera.
-¿Por qué a su lista le pusieron socialista socialista?
-Para remarcar que nosotros somos compañeros que estamos alejados, pero no fuera ni renunciados del partido. Tenemos la esperanza, la pretensión, que el Partido Socialista vuelva a ser un partido de izquierda. Hoy da vergüenza ser socialista cuando solo abrazan el neoliberalismo. La última vergüenza que sentí como socialista es que el presidente del partido haya resultado electo como Presidente del Senado con votos de la UDI.
-¿Cuál será la postura de ustedes si pierden la elección? ¿Pasará como en los últimos comicios que varias fuerzas de izquierda del PS se fueron del partido?
-Siempre he considerado que lo peor que pueden hacer los compañeros es irse y renunciar al partido. Eso es lo que esta gente neoliberal pretende. Hay que dar la pelea por dentro.
Volviendo a esta nuevas elecciones da la impresión fueron abrir los sarcófagos del cementerio para que vuelvan a aparecer los mismos dirigentes de hace 20 o 30 años, y que nunca hicieron nada por el partido.
-¿Cuáles son las propuestas que tiene su lista?
–Mi lista tiene las propuestas que siempre tuvo el partido socialista: estar en la calle, apoyando a los estudiantes en sus demandas, a los trabajadores, pobladores, organizándolos. Es decir, dando la lucha junto a ellos. Que tampoco se olvide la historia que tiene este partido. Este partido tiene una la vida más gloriosa que cualquier otro en Chile.
– Desde ese punto de vista, ¿Cuál debería ser la contribución del PS en el gobierno del Presidente Boric?
-Debiera darle un apoyo absoluto. También sugerir cosas e incluso exigirle que cumpla con su programa, sus promesas y que se ha justicia social en este país. Ni el agua y la electricidad ya no nos pertenecen, por dar un ejemplo. No hay ningún río que sea de Chile, todos tienen dueños. Nada nos pertenece. Nunca hemos escuchado a un parlamentario socialista oponerse a las privatizaciones de los servicios básicos.
Hago un llamado a los militantes que irán a votar que piensen y reflexionen, que se sienten socialista, que no voten por los mismos de siempre, porque los mismos compañeros se están disparando en los pies.
