El futuro inmediato se ve plagado de oscuras nubes para Sebastián Sichel. Los errores que ha cometido han sido de tal magnitud que sumados han permitido que un extremista de derecha como José Antonio Kast esté liderando su sector en las encuestas. Un Kast que ha morigerado su discurso, dejó de ser tan confrontacional y agresivo como sí lo son sus seguidores en las redes sociales y como buen alumno, está poniendo en práctica la estrategia del “buenismo” y la empatía, para revertir los altos porcentajes de rechazo que mantiene.
Entretanto, las encuestas siguen prendiendo alarmas en el gobierno y en el comando del candidato oficialista de la derecha. Las últimas dan un buen trecho de ventaja a Gabriel Boric y aunque la pelea por el segundo lugar se está dando entre José Antonio Kast y Sebastián Sichel, cada día se acorta la distancia de ellos con Yasna Provoste. Y podría ocurrir lo que sentenció preocupado un dirigente de RN en el sentido que “si Sichel sigue bajando y Yasna subiendo, entonces nuestro candidato está perdiendo los votantes del centro.”
En todo caso, para Axel Callis, analista político, sociólogo y Director de la encuestadora DataInfluye, Sichel debería pasar a segunda vuelta, pese a la tendencia que están mostrando las últimas mediciones. De hecho, la suya de septiembre-octubre 2021 indica que Gabriel Boric tiene un 25,7 por ciento de las preferencias, en tanto que Kast alcanza un 16,1; Sichel un 12,1 y Yasna Provoste, un 11,5 por ciento. Los demás, son irrelevantes, por ahora. Cree, además, que el debate del próximo lunes será muy relevante para las aspiraciones de la única candidata mujer. De otra manera -dice- todo será muy cuesta arriba para ella, aun si logra alinear a toda la oposición tras el cuarto retiro del 10 por ciento. “Eso sería una muestra de gobernabilidad y de liderazgo dentro del bloque. Pero -añade- es un bloque que está desfondado y las candidaturas parlamentarias no son particularmente atractivas”.
Escenario de incertidumbres
Según el analista, no es fácil afirmar que quien pasará a segunda vuelta sea José Antonio Kast, por cuanto, a su juicio, sus adherentes son parecidos a los que tuvo Pamela Jiles en su momento, es decir, muestran su adhesión y simpatía por el candidato, pero no está claro que finalmente vayan a votar. “No sé si es un estado de ánimo o una adhesión política”, señala dudoso respecto de los resultados de las mediciones. Lo que, si tiene claro, es que Kast tiene perfectamente definido a quién hablarle, a quién darle certezas. Y eso es lo que está haciendo con buenos resultados.
Son justamente esas certezas las que no entrega Sichel. Más bien instala dudas. Axel Callis señala en este sentido que, si los partidos que sustentan al candidato, agrupados en lo que bautizaron como “Chile, Podemos Más”, hacen trabajar su maquinaria política en todo el territorio, puede remontar y salir segundo en esta carrera que aún está plagada de incertidumbre.
Porque eso es lo que hoy, a poco más de un mes de las elecciones, prima en el ambiente. Sichel se sobregiró con su gancho de venta sobre la historia del niño de barrio que conoció la pobreza. También con el uso y abuso de su discurso anti partidos y su curiosa postura de independiente. Llevó esa prédica a tal extremo, que lentamente se fue desfondando su base de apoyo y no uno o dos, sino varios parlamentarios ya han declarado abiertamente su opción preferencial por el líder de extrema derecha. Una parlamentaria de RN, Camila Flores, fue la última en señalar enfática en un canal de TV que su voto era para la derecha, desconociendo tal calidad al “independiente” Sichel. Otro dijo que la militancia estaba “vitrineando”; y varios han pedido libertad de acción para votar. En definitiva, no la tiene fácil el candidato de los empresarios, que sí se han puesto con jugosos aportes para su campaña.
Lo ocurrido en la Cámara de Diputados con la aprobación del cuarto retiro fue toda una lección para el futuro de la derecha y su candidato. Fueron 18 diputados del oficialismo, más el independiente Pedro Velásquez, quien va en la lista de senadores de Chile Podemos + por la Región de Coquimbo, quienes se cuadraron con el cuarto retiro, pese a las peticiones y amenazas de Sichel. El senador UDI Claudio Alvarado, que criticó fuertemente el desempeño de Sichel en el primer debate de este proceso y la marcha de su campaña, aseguró que “estamos en un escenario sumamente complejo como coalición, un desorden sin límites”. “Cuando uno visualiza que los propios parlamentarios abandonan a su Gobierno por intereses subalternos motivados por una reelección, indudablemente que hay que buscar otras opciones que pudiesen contener ese desbande en la coalición”. De hecho, es un secreto a voces en los pasillos del Parlamento que parte del tiempo de senadores y diputados de la derecha se estaría destinando principalmente a evitar una debacle en la elección parlamentaria, más que a poner todas las fichas en la presidencial.
Es que en la derecha no están conformes con la campaña que hasta ahora ha realizado Sichel. Han estudiado a fondo las tendencias que marcan las encuestas las que desde el 3 de julio al 24 de septiembre, marcan una clara tendencia a la baja del representante de Chile Podemos +. Comenzó con un 24% de las preferencias y hoy sólo alcanza un 12 por ciento. Por el contrario, Kast partió con un 7% de las preferencias, y hoy su porcentaje marca entre un 16 y 17 por ciento. La tendencia no ha cambiado al punto que algunos en la derecha creen que la situación es prácticamente irreversible.
Para el experto electoral Axel Callis, la campaña de Sebastián Sichel ha cometido error tras error desde que ganó la primaria y lo que más lo sorprende es que la caída sistemática de sus apoyos, podrían convertirlo en el primer candidato que viniendo de un pacto grande, con más de un millón de votos de entrada, pueda perder su boleto a segunda vuelta, por los errores cometidos en la campaña. ¿El peor de todos? No haber reconocido el retiro de su 10 por ciento de las AFPs, en circunstancias que fue quien amenazó con las penas del infierno a parlamentarios de su coalición que votaran a favor, como ocurrió.
Entonces, para evitar el desangramiento ya en pleno funcionamiento, los partidos decidieron dar su ultimátum. Y el candidato accedió. Se decidió reestructurar el comando y reforzar el “voto útil” contra Kast, mientras este, abanicándose con las nuevas cifras, también decidió pasar a la ofensiva: anunció nuevos descuelgues desde su contendor de la derecha tradicional.
Este viernes será el primer encuentro del nuevo comando unido, donde al fin podrán opinar los partidos. Acordaron reunirse todos los días para evaluar la marcha de la candidatura y planificar cada paso y estará encabezado por el nuevo coordinador de campaña, Cristóbal Acevedo, quien asumió en lugar de Pedro Browne, quien quedó como coordinador político. Así, esperan silenciar los reclamos no sólo de los candidatos a parlamentarios, sino también de la maquinaria que deberá darle sustento al despliegue territorial del hasta ayer candidato “independiente”. Y, en lo posible, hacer que desaparezca la frase más recurrente que se escuchaba hasta ahora en el comando de Sichel: “esto es sin los partidos”.
