periodista.
El miércoles pasado, durante una de las tantas jornadas de protesta por los presos políticos de la revuelta en el centro de Santiago, amigos y familiares de los presos que se encontraban exigiendo justicia por quienes habían caído durante la revuelta popular fueron atacados por un miembro de “La Vanguardia”, algo que vendría siendo como la “Primera Línea” del Rechazo, con una pistola de perdigones disparando a quemarropa contra los manifestantes del lugar, alcanzando a varios personas.
El autor de los disparos era el “Chopper”, alias de Roberto Belmar, quien fue viralizado hace unas semanas por sus declaraciones ante la desaparición de María Isabel Pavez, ex pareja de Carlos Humberto Mendez (Igor Yugoslav), quien sostenía vínculos con el grupo de extrema derecha, Capitalismo Revolucionario. «Qué importa que haya matado a una hueona y si es que la mató bien, por maraca», sostuvo en esa ocasión Belmar, en un una transmisión en vivo por su cuenta de Instagram.
El “Chopper” fue detenido por Carabineros, y aunque se desconocen la instancia de detención con claridad, testigos aseguraron que el “Chopper” andaba junto a un “guardaespaldas” en la convocatoria, con quien comenzaron a disparar balines de goma, además de amenazar con luma y electroshock a los presentes (no es primera vez que los manifestantes de “La Vanguardia” utilizan este tipo de artefactos).
“Los pacos los salvaron”, manifestó un usuario de twitter quien capturó la detención de Belmar, en donde se ve la reacción tardía de Carabineros, cuando los manifestantes a punta de sillas ahuyentaron al Chopper y su acompañante, acorralandolos en calles aledañas del Paseo Ahumada.
Durante la jornada del día jueves, el “Chopper” fue formalizado por desórdenes públicos y amenazas simples en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, donde además se le decretó arraigo nacional, firma mensual y prohibición de acercarse a las víctimas. Belmar ya cumplía arresto domiciliario por agresiones anteriores en hechos que ocurrieron durante las marchas por la opción del “Rechazo”.
Por su parte, el líder de “La Vanguardia”, Sebastián Izquierdo, twitteó: “200VS1, grupos antifas emboscaron a Roberto Belmar a quien dejaron malherido, esto se va a cobrar, no se extrañen cuando desaparezcan personas que conocen.”, horas después el tuit fue borrado de su cuenta.
Desde La Moneda, el Ministro del Interior, Rodrigo Delgado, aseguró que el Gobierno rechaza la violencia “en cualquiera de sus formas y venga de donde venga” y anunció la presentación de una querella en contra de Belmar bajo la Ley de Control de Armas.
Bulnes 80’, la sede UDI como “spot” de Capitalismo Revolucionario
“La Vanguardia” o “Capitalismo Revolucionario” alcanzó mayor visibilidad en las marchas del “Rechazo”, donde en el contexto de la revuelta de octubre en 2019, publicaban contenido declaradamente anticomunista, violento y organizado, en su canal de YouTube, “Capitalismo Revolucionario”, en donde además buscaban donaciones para acometer sus “hazañas”.
El mismo grupo incendiaba al perro “matapacos”, se adueñaba de pancartas de los manifestantes, y amenazaba constantemente a los adherentes del apruebo. “La Vanguardia”, como se autodefinen, participó en las marchas por el “Rechazo” con lumas retráctiles, cascos y escudos, los que utilizaban contra otros manifestantes, siendo escoltados por Carabineros.
En el contexto de movilización se dio a conocer que el grupo de extrema derecha usaba la sede de la UDI, ubicada en Bulnes 80’, para confeccionar sus escudos. En la oficina utilizada se veían carteles del diputado Alessandri, lo que indicó un vínculo entre la UDI y el grupo fascista.
El diputado en esa ocasión aclaró que era una oficina comunal de la UDI y condenó que se utilizase la oficina para fabricar elementos que pudieran ser utilizados en marchas. Además, pidió al partido realizar una investigación y que “vaya más allá, y suspenda la militancia de aquellas personas involucradas hasta que finalice esta que finalice esta investigación». Situación que finalmente quedó en declaraciones y no hubo ningún documento público. Es más, en ese momento el sitio web del comunal Santiago y las redes sociales que contenían archivos de actividades realizadas en la sede junto con los detalles de sus dirigentes, fueron bajados.
Ximena Chong, la fiscal en la mira de La Vanguardia
Ximena Chong fue la fiscal a cargo de lo acontecido el 2 de octubre del 2020, cuando un joven de 16 años cayó desde el puente Pío Nono, hacia el Río Mapocho, en donde se le imputo intencionalidad homicida al carabinero Sebastián Zamora, quien fue captado desde distintos ángulos en el momento que empujó al adolescente.
Desde ese momento, Chong comenzó a recibir amenazas presenciales, las que se duplicaban por medio de redes sociales. Tras poco más de un mes y medio, la Policía de Investigaciones logró la detención de ocho personas presuntamente involucradas en los avisos de agresión, el grupo contaba con dos pistolas a fogueo, una subametralladora UZI , cascos y escudos del “Rechazo”, entre otros elementos. Poco después se supo que los imputados eran miembros de “La Vanguardia”.
En esa ocasión, el director de la PDI, Héctor Espinosa, señaló que el arsenal encontrado“no es un armamento que se encuentra en una armería cualquiera, estamos investigando su origen”.
Daniel Goldberger, uno de los ocho imputados que se encontraba en prisión preventiva por las amenazas a la fiscal Ximena Chong, en una carta publicada por La Tercera pidió disculpas públicas por sus actos y aseguró estar “sinceramente arrepentido”.
En la carta, Goldberg justificó sus actos aludiendo a que “tuvieron origen en el miedo, desesperación y ofuscación que sentía por el estallido social y la permanente degradación de nuestra institucionalidad y del sufrimiento de muchos de mis compatriotas a raíz de la violencia, polarización y destrucción”, añadiendo que “nuestra intención jamás fue hacerle daño (…) No soy un tipo violento, aún cuando muchas veces mis “formas apasionadas” puedes sugerir lo contrario”.
A pesar de la insistencia del fiscal Francisco Jacir en mantener la prisión preventiva a los formalizados por las amenazas a su par, Ximena Chong, el 6 de enero, desistió de la medida y aceptó la solicitud de la defensa del sicólogo Daniel Goldberg de cambiar su medida cautelar.
Los efectos de las disculpas de Goldberg ayudaron a revocar, a fines de diciembre pasado, la medida cautelar para cinco de sus presuntos compañeros de delito, quienes quedaron con arresto domiciliario total.
El fiscal Jahir explicó que “lo que hice fue lo mismo que en el caso de los otros imputados, pues fue la Corte (de Apelacioners) la que dispuso para los demás arresto domiciliario total, y la imputación es la misma para todos”, agregando que “la situación es distinta respecto de quien además fue sorprendido con la UZI. Él sigue preso”.
Las actividades de “La Vanguardia” se ven lejos de acabar, y demuestra la impunidad con la que se mueve el grupo en el país, frente a un Gobierno que no toma medidas concretas en contra de un peligro público. Una prisión preventiva de menos de un mes por cometer un delito organizado de ocho personas con arsenal de guerra condena la abismante diferencia con los presos políticos de la revuelta, la mayoría jóvenes de escasos recursos, quienes llevan más de un año esperando un juicio que se alarga eternamente.
