
Periodista y editora internacional.
Seré directa: no existe una medida de ciberseguridad que sea impenetrable. Alcanzar una protección del 100% es, simple y llanamente, mentira. Con eso mente, claro que podemos minimizar los riesgos, especialmente considerando que más del 80% de las vulneraciones resultan de acciones u omisiones humanas y son en gran medida consecuencia directa de cuánta información tengan los usuarios acerca de los peligros de exponer su vida en Internet. Hoy, los datos son poder y la privacidad también.
En la seguridad digital, debemos estar conscientes sobre los riesgos y amenazas que se activan al Iniciar tu sesión. Primera recomendación: actualiza tu antivirus y no omitas una alerta. Segunda recomendación: jamás publiques datos sobre tu ubicación ni fotos mientras estás ausente, menos aún con datos como integrantes de la familia, edades o fechas en que no estarán en casa.
Sólo la implementación de medidas preventivas diversificadas ayudarán a mitigar la exposición y minimizar las consecuencias. Pero, ojo, tampoco nos podemos fiar de aquello. Si bien es cierto que las contraseñas robustas son esenciales, esa complejidad no garantiza total seguridad; la huella dactilar ofrece alto nivel de seguridad, siempre y cuando los dispositivos tengan sensores de buena calidad; el reconocimiento facial es eficaz, pero puede ser vulnerable mientras existan en la web fotos o videos de las víctimas. El límite de la tecnología es la creatividad humana, tarde o temprano desarrollarán métodos para vulnerar cualquier sistema de protección, ya sea empleando ataques de fuerza bruta o tácticas más sofisticadas como el phishing.
¿Qué hago antes, durante y después de un extravío o robo de teléfono móvil?
Ante esta situación, es crucial seguir medidas preventivas. Al adquirir un dispositivo, anotar el código SIM es esencial para bloquear y proteger la información sensible. Recomiendo contratar seguros contra robo, extravío, phishing o ciberestafas. También, tener contactos importantes en papel para casos de emergencia. Nunca sabes dónde ni cuándo ocurrirá ni cuándo te enterarás. Siempre es mejor reaccionar cómo si se tratara de un robo: las consecuencias son similares, desde impactos económicos hasta reputacionales. La privacidad es poder, y los datos personales son un negocio rentable. Es vital mantener la calma y tomar medidas inmediatas para proteger los datos. Reportarlo a las autoridades locales proporcionando detalles necesarios. Luego, seguir medidas recomendadas como bloquear el dispositivo, activar la localización, bloquear o borrar remotamente, cambiar contraseñas, informar a contactos y a la compañía de servicios móviles, y monitorear cuentas en línea.
¿Cómo abordar la falta de educación sobre seguridad en Internet?
Estar consciente de los peligros e informado sobre qué hacer, es clave. Nuestra preocupación principal desde el Observatorio de Ciberseguridad y Estudios Estratégicos de la Universidad USEK, es acercar la academia a las personas; entregar y profundizar los conocimientos hasta ahora adquiridos, pero también hacerlos partícipes del monitoreo constante del entorno web, hasta hacerlo propio y natural. La educación y difusión sobre ciberseguridad es esencial para prevenir vulneraciones mayores, robo de datos sensibles, privados, secretos e incluso que pueden poner en jaque la vida de nuestros seres queridos o nuestra seguridad nacional. Chile ha invertido tiempo, dinero y capital humano en digitalizar al Estado y en capacitar al aparato público junto a una agresiva estrategia de alfabetización digital que ha logrado importantes avances en acercar a generaciones analógicas y nativas.
Hoy más que nunca, proteger nuestra información es crucial. La conciencia sobre los riesgos y la aplicación de buenas prácticas en seguridad digital son responsabilidad de todos y todas, pero sobretodo es urgente que esto se ponga en marcha desde el poder central en base a tres pilares para una gestión exitosa: la técnica, la política y las comunicaciones. Esa es la triada mágica.
Algunos consejos para resguardar tus datos y mantener la seguridad en línea:
-Utilizar conexiones Wi-Fi seguras y evitar transacciones en redes públicas no seguras es esencial. Además, establecer contraseñas fuertes y únicas en aplicaciones bancarias añade una capa de protección.
-Mantener actualizadas las aplicaciones bancarias y el sistema operativo del teléfono garantiza las últimas correcciones de seguridad. Configurar alertas de transacciones y cerrar sesión después de cada uso son prácticas fundamentales. Activar la autenticación de dos factores y el bloqueo automático del teléfono añaden seguridad adicional.
-La gestión de contraseñas es clave. Utilizar contraseñas largas con combinaciones de letras, números y caracteres especiales es recomendable. Evitar datos fácilmente disponibles y cambiar contraseñas periódicamente son prácticas esenciales. Habilitar la autenticación de dos factores siempre que sea posible agrega una capa adicional de seguridad.