domingo, mayo 5, 2024
NacionalEl adiós a un socialista que estuvo dispuesto a...

El adiós a un socialista que estuvo dispuesto a dar la vida por Allende

-

Síguenos en

Hace pocos días en el Cementerio General se realizó un sencillo homenaje de despedida a un hombre importante, más importante que muchos parlamentarios, dirigentes políticos y profesionales que darían su vida por mantener privilegios que han logrado desde que se recuperó la democracia en el país. Él no.

Él fue un joven socialista dispuesto a dar su vida, pero por sus ideales. Un socialista que conocía a su partido como pocos. Que conocía a sus dirigentes como ninguno. Un socialista que sin  pedir nada a cambio acudió al llamado de su partido para cuidar primero, la vida del socialista más importante del país: Salvador Allende. Luego, la vida del entonces Secretario General de su partido: Carlos Altamirano, un dirigente que era buscado vivo o muerto por la dictadura de Pinochet. No todos se atrevían a tanto en esos días de horror.

Miguel Fuentes Álvarez es su nombre. Murió a los 84 años y fue despedido solo por su familia, sus amigos más cercanos y un pequeño grupo representativo de esos jóvenes de entonces que, como él, formaron parte del dispositivo de seguridad del Presidente Allende.

Hasta el fin de sus días, recordaba cada paso dado antes, durante y después del golpe militar. Evocaba con mucho detalle su relación con el jefe, el Presidente  y cómo fueron los días en que se ofrecía recompensa por la cabeza de Carlos Altamirano, a quien protegía en aquellos días de la asonada militar. También recordaba nítidamente su paso por la tortura y la prisión. Lo que se extraía de su relato era dolor, decepción y una leve, levísima esperanza de que finalmente haya cambios en el país. Y así se fue este GAP repleto de historias que el mismo contó para un libro que podría ser publicado si se consiguen los recursos para ello.

Contó que vivía en la población Herminda de La Victoria, en la comuna de Barrancas que hoy tiene otro nombre. Estudió hasta “quinta preparatoria” y después hizo cursos nocturnos llegando hasta primero Humanidades o Séptimo año hoy. Trabajaba desde muy niño con su padre, maestro zapatero. Después que se casó, el año 62, armó su propio taller. “Pero, cometí el error político o comercial de mezclar las dos cosas. Para la campaña del 63, llené el local con propaganda de Allende. Se me fue toda la clientela. Después no tenía ni para comer. Así es que cometí el error que no he cometido nunca más. Me sirvió como ejemplo: no mezclar las dos cosas, el negocio con la política. Hay algunos que lo hacen, pero a otro nivel”.

“El 5 de septiembre me llamaron. Nosotros estábamos en el campamento Che Guevara, en la calle San Pablo, que era producto de una toma de terreno. Estaba todo  embanderado lleno de fotos del Che. Era una toma de terreno bien política, con mucha gente, alrededor de mil personas. Ahí nos fueron a buscar la gente del aparato militar del Partido, para ir a resguardar al Presidente Allende, que recién había salido elegido ese 4 de septiembre”.

Así nació el GAP

Más adelante cuenta cómo nació el nombre GAP. “Es muy interesante cómo salió el nombre del GAP. Había un periodista, Rojas, del diario La Tercera. Siempre me voy a acordar de él. Era un tipo medio pelado, carantón, que en esos años usaban micrófonos grandes. Él siempre se paraba detrás del Doctor para entrevistarlo y en la pasada que hacía le pegaba en la oreja o le pegaba en el cuello. Entonces nos dan la tarea a mí y al guatón José, de aislarlo, porque Allende iba a La Moneda, a aquellas reunioncitas que hacían con el presidente Eduardo Frei. A la salida llega este tipo y entonces nosotros lo “pechamos”, yo por el pecho y el Guatón José por atrás y el periodista reclama y pregunta “¿qué es esta gente? No son seguridad, no son de nada, ¿son del ejército, son de Investigaciones? ¿son de Carabineros, de dónde son?” Y Allende le dice, “no se preocupe, ya le vamos a decir quiénes son”. Al día siguiente, en el Colegio de Periodistas que está en la calle Amunátegui, el Doctor da una conferencia de prensa y dice: “ante la pregunta de varios periodistas de quiénes son esta gente, son un grupo de amigos personales, que me ayudan a proteger mi vida y los recorridos que yo hago con la gente”. Un periodista de La Tribuna me parece, no me acuerdo del nombre, él le puso GAP y de ahí quedó matriculado como GAP”.

Para Miguel Fuentes “fue una etapa muy bonita, muy llena con todos esos problemas que había. Vivíamos en la calle de Guardia Vieja, una casa muy chica, todos amontonados, no teníamos las condiciones necesarias. Vivíamos como veinte personas ahí. Por esos años trabajaba en la municipalidad de Barrancas. Me conseguí un permiso para trabajar. Con eso teníamos para vivir yo y otros compañeros, porque no teníamos sueldo. Sí teníamos algunas cosas. Por ejemplo, el vestuario: los ternos de Burguer, zapatos Gino, camisas elegantes. A todos nos vistieron de pie a cabeza gracias a amigos del Presidente”.

“El nivel cultural era muy bajo, eran compañeros con mucho corazón, pero no tenían el roce para comunicarse con la gente. Pasaba por el lado de un ministro, y se quedaban sentados ahí, mirando. Eso no podía ser, había que educarlos. Eso se fue puliendo con el tiempo.”

Cuidando a Altamirano

“En octubre del año 72 llega la información de que Altamirano, el Secretario General del Partido, andaba solo y que había sufrido algunas encerronas, que había tenido algunos problemas y necesitaba que alguien lo acompañara. Entonces me mandan para allá a trabajar…” El día diez de septiembre se dio cuenta que había mucho ajetreo, muchas conversas, muchas carreras para allá y para acá.

“Decidí quedarme en la casa de Altamirano. El chofer se fue para su casa. Mañana temprano, le dije, te vienes para acá porque parece que hay malos ambientes, así es que tenemos que estar temprano aquí. Yo me voy a quedar aquí esta noche. Me quedé dormido en el living. Como a las cuatro de la mañana suena el teléfono, el compañero Altamirano se levanta, contestan, hace llamados, yo voy donde él y le digo ¿algún problema compañero? Me dice: las mismas cuestiones de siempre, pero ojalá que no pase nada, duerme tranquilo.

Qué iba a dormir yo. Así es que desperté a la empleada y que preparara el desayuno para él. Como a las seis de la mañana nuevamente el teléfono y me dice ya, vamos a ir saliendo”.

“No teníamos auto, no teníamos nada. El llama a Carlos Lazo que vivía más o menos cerca y Carlos Lazo lo pasa a buscar. Ahí pasamos a buscar a Ariel Ulloa a su casa y nos vamos ahí a la calle Portugal. Altamirano vivía en la avenida Kennedy, a un costado de la Escuela Militar. Esa casa nunca fue allanada, nunca. Pasamos a buscar a Ariel Ulloa y de ahí nos fuimos a un local de la Cormu que estaba en Portugal”.

“Se decide que nos vamos al estadio de la Cormu en avenida La Feria y de ahí ya estaba todo claro que había un golpe. Que se estaba peleando y se decide que la gente del Partido vaya a La Moneda a reforzar a la gente que estaba defendiendo al Presidente. Recuerdo que salieron como tres autos con su gente”.

Cuenta que Altamirano, el Secretario General del PS, no tenía un lugar dónde ir.

“Se hacen los contactos, se ubica una casa en San Miguel, la casa de José Pedro Astaburuaga. El ofrece su casa y nos vamos para allá. Se meten al auto Hernán del Canto y Adonis Sepúlveda. Yo no los podía echar”…Cuenta también que recibieron un mensaje de Bernardo Leighton “ofreciéndole su casa para que él se vaya para allá y si no está conforme, él le busca otro lugar de mejores condiciones. Eso hizo Bernardo Leighton, el hermano Bernardo que le llamaban”.

Las anécdotas y las historias suman y siguen, Como su paso por la cárcel, por el exilio, su regreso a un país que desconoció. Que supo de la muerte de Allende, “pero no tuve tiempo de afectarme. Yo andaba más preocupado de la defensa del dirigente que yo tenía, de ver que no fallara nada, pero no teníamos auto, no teníamos armas. Yo andaba solo con mi pistola personal”… Para terminar pensando en ¿qué es lo que hemos hecho? No hemos hecho nada, nada. Todo sigue igual, las capas políticas siguen mandando, siguen mangoneando, siguen chupando la sangre del pueblo, siguen usufructuando de la pobreza, de la ansiedad, de las miserias de la gente, llegan con un ropaje tan falso, tan burdo. Es la cosa de ellos, viven de eso… Veo con lástima, que mucha gente nuestra, de esta generación mía, ya son muy pocos los que quedamos y la mayoría están enfermos. Ya no podemos hacer nada. Espero que la gente joven asuma con responsabilidad la tarea, busquen un contacto, un vehículo que los lleve a salir de esta cosa. ¿Quiénes serán? No lo sé”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas Noticias

Diputado Manouchehri destapa otro contrato del gobierno de Piñera con Hermosilla el último día de mandato

En las últimas horas, el diputado socialista Daniel Manouchehri, presidente de la Comisión Investigadora por el denominado “Caso Hermosilla”...

Mapa Nutricional de Junaeb: Sobrepeso y obesidad disminuyó en 3 puntos porcentuales en estudiantes del país

El estudio, que evalúa a estudiantes de prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y I medio, también, registró un...

Puerto Antofagasta concreta obras de ampliación de Antepuerto Portezuelo

La segunda etapa del proyecto Mejoramiento y Ampliación de Antepuerto Portezuelo permite potenciar su rol en el comercio exterior,...

Acto de desagravio por vandalización de memorial del Caso Degollados

El lunes en la madrugada las tres bancas instaladas en memoria de las víctimas del Caso Degollados amanecieron tapadas...
- Advertisement -spot_imgspot_img

Obra teatral sobre Miguel Enríquez se presenta nuevamente en el Depto. de Teatro de la Universidad de Chile

El líder del MIR, Miguel Enríquez, es por primera vez representado en el teatro chileno en la obra Yo...

Corte de Apelaciones de Santiago declara admisible recurso de protección contra la alcaldesa Irací Hassler, interpuesto por persona LGBTIQ+ en calle, VIH positiva

El pasado 28 de abril de 2024, patrocinada por el abogado Rodrigo Ibarra Montero, presidente de la ONG Acción...

Debes leer