Periodista.
Sin duda ha sido una semana agitada. No sólo por el viaje a China del Presidente y comitiva con todas sus repercusiones, sino porque está aún en desarrollo la situación producida con jueces y fiscales en Rancagua y que ahora salpicaron al Ministro del Interior Andrés Chadwick, luego de que se diera a conocer una conversación de WhatsApp que mantuvo con el alcalde de Rancagua, en la que le solicitó que apoyara públicamente al fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias.
Se suma, además, la presentación al Congreso del proyecto de reforma a la salud, que, de inmediato, fue criticado por la oposición; y la situación económica y los preparativos de la oposición para enfrentar unidos el proyecto de Admisión Justa por el que se está jugando a todo evento la Ministra Cubillos.
Por cierto, aún quedan dudas del cómo se votará la idea de legislar la reforma de salud y el proyecto de Admisión Justa. Si unidos o divididos. Porque la votación DC de la idea de legislar la Reforma Tributaria, sigue penando. De hecho, por estos días se están afinando los candidatos de las listas que irán a la elección del Colegio de Abogados -que se realizará en junio-, y ya se avizora un escenario que no se daba desde hace cuatro décadas. El PS, PPD y el PR acordaron ir sin la DC a disputar los cargos del organismo representante del gremio. La división, sería consecuencia del respaldo que el partido que dirige Fuad Chahín dio a la idea de legislar la Reforma Tributaria y lo probable es que se presenten cuatro listas: la derecha, Libertades Públicas, la DC y la izquierda. Así las cosas, es obvio quién será el ganador.
Los ripios en China Popular
Lo que primó en la agenda fue la gira presencial a la República Popular China. Ni en la imaginación más desbocada podría haber aparecido la figura de un presidente de la derecha chilena dirigiéndose a los más de 500 funcionarios del Partido Comunista de China. Ocurrió en la Escuela de Cuadros que la colectividad tiene en la capital del país visitado por Sebastián Piñera y una nutrida delegación política y empresarial de todos los colores. Más de unos que de otros.
Entre otras cosas, eso ocurrió en la gira que el Mandatario realizó a la República Popular China y que culminó en Corea del Sur. Una visita acogida con beneplácito por prácticamente todas las fuerzas políticas del país, habida cuenta que China es -junto a Estados Unidos-principalísimo socio comercial de Chile y que le abre oportunidades económicas y culturales muy positivas al país.
Sin embargo, y una vez más, quedó en evidencia la desprolijidad en el armado de estas giras al exterior, aunque no se sabe si la responsabilidad recae en los equipos de la Cancillería -cuya experiencia en estas lides es reconocida- o en el propio Piñera, que, por carácter, tiende por lo general a obrar según su real saber y parecer, sin escuchar las voces de la experiencia. Eso es, al menos, lo que se comenta en Palacio.
La cuestión es que la gira se saturó de ripios. Uno, porque emitió una opinión que seguramente no será olvidada, ni por la oposición ni por sus propios compañeros de ruta: “Chile tiene relaciones no solamente diplomáticas, sino que, de amistad con todos los países del mundo, y las tenemos con Estados Unidos, las tenemos con Europa y también las tenemos con China”, indicó. El Mandatario agregó que “llevamos 50 años de relaciones diplomáticas con China. Cada uno tiene el sistema político que quiera darse, lo que importa en este caso es que entre China y Chile estamos buscando, con pragmatismo, caminos, colaboración que beneficia a ambos pueblos”. “Y, en consecuencia, – continuó Piñera- esta reunión con las principales autoridades públicas del Gobierno Chino, y con los principales empresarios e innovadores chinos, es algo que le hace bien a mi país, que les hace bien a los chilenos, y por eso estamos aquí”.
Cúcuta apareció de inmediato en el imaginario opositor. Porque Piñera hasta ahora se había transformado en el portador de la batuta entre todos los gobernantes de derecha que existen en América Latina en el intento por hacer caer a Maduro del poder en Venezuela. Y para qué decir cómo destruyó la eterna cantinela contra Cuba de sus partidarios, sin que quede en evidencia su doble discurso. Para muestra, dos botones:
Jaime Naranjo, presidente de la Comisión de RR.EE. de la Cámara, reaccionó señalando que “el país ha sido testigo de cómo nuestro Presidente Piñera ha hecho gárgaras en Latinoamérica por los derechos humanos, pero curiosamente en China ha dicho una cosa que es sorprendente, y esa frase le va a pesar. Dijo: “Cada país se da el gobierno que quiere””. Por consiguiente, “si usted presidente sostiene eso en China, donde es una dictadura, donde se encarcela, donde no existe libertad de expresión, usted ha perdido también toda credibilidad cuando dice que lucha por los derechos humanos en Venezuela, en Cuba, Nicaragua, porque la respuesta puede ser la misma: ‘Cada país se da el gobierno que quiere’. Entonces, usted, presidente Piñera ha perdido autoridad para referirse al tema de los derechos humanos”.
El diputado Matías Walker declaró por su parte que “el Presidente la República, quién conduce las relaciones internacionales de nuestro país, ha dicho a raíz de la dictadura china y las violaciones de los derechos humanos en ese país que está visitando, que cada país tiene el sistema político que quiere. Ustedes comprenderán que los ciudadanos chinos nunca han elegido vivir bajo en régimen dictatorial, que viola constantemente los DD.HH., como lo ha consignado el último informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas Michelle Bachelet y también Amnistía internacional y Human Rights Watch”.
Hay más. En medio de su gira por China, en Shenzhen, se desarrolló una reunión en que participó el Presidente Sebastián Piñera, junto a sus hijos Cristóbal y Sebastián, con líderes de grandes empresas de tecnología del sur de China. Este encuentro se realizó tras la reunión que el Mandatario sostuvo con Ren Zhengfei, el presidente ejecutivo de la compañía china de telecomunicaciones Huawei.
El hecho que llevara a sus hijos en la gira -algo que podría ser normal-, y que éstos participaran en una reunión de negocios con los principales empresarios tecnológicos chinos, justo una semana después de haber constituido una empresa de ese rubro, no sólo levantó sospechas, sino francas críticas y denuncias ante la Contraloría por faltas a la probidad.
Hubo reacciones entre las filas de la derecha. No sólo lo criticó el presidente de RN, sino también el timonel de Evopoli, Hernán Larraín Matte. “Los estándares hoy día respecto al rol del Presidente deben ser lo más autónomos respecto de los familiares. Por lo tanto, considero un error que dos hijos del Presidente hayan participado de una reunión de naturaleza comercial”, sostuvo en TVN. Desbordes (RN) dijo entender a quienes criticaban la presencia de los hijos, aunque no cuestionó directamente al Mandatario. Van Rysselberghe dijo que se estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua.
Quien sí criticó directamente a Piñera fue el diputado RN Gonzalo Fuenzalida. “Creo que no deberían haber ido, punto. No corresponde no más. Creo que finalmente al Presidente hay que defenderlo, hay que explicar muchas cosas que no se entienden, pero esto no se entiende y no tiene explicación”, dijo en radio Universo.
Y más fuerte aún lo hizo el presidente del PPD, Heraldo Muñoz. “Es improcedente y fuera de lugar, no hay ningún precedente que yo recuerde de familiares de presidentes de la República en gira oficial que hayan participado en actividades concretas que tienen que ver con negocios”. El dirigente sostuvo que “esto es inédito”, junto con agregar una advertencia: “Cuando un Presidente de la República se reúne con empresarios de otro país abre puertas, y evidentemente que al abrir puertas está dando una señal, y no es indiferente a las contrapartes que estén los hijos del Presidente de la República”. A su juicio, “esa es una señal muy poderosa”.
A las caídas destacadas por la prensa se suma que no invitó a un representante de Codelco, empresa estratégica en el comercio del cobre con China y cuyo CEO reclamó aunque luego debió retractarse; tampoco subió al avión presidencial al flamante ministro de Ciencia y Tecnología; se agrega una reunión con los principales ejecutivos de Huawei, desoyendo, al parecer, sugerencias del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo durante su visita a Chile, cosa ácidamente criticada por la oposición. Todas ellas fueron situaciones que se tomaron la agenda mediática y nunca más se supo de convenios y acuerdos entre ambos países que sin duda, podrían significar grandes beneficios para Chile.
Y mientras, Piñera y el gobierno siguen con la más baja aprobación de su pequeña historia. Así lo revela su encuesta Cadem y se está transformando en una situación que asusta a la derecha. Así lo evidenció el director ejecutivo de Libertad y Desarrollo, Luis Larraín.
“El gobierno tiene que mantener el pie firme y tratar de hacer su programa, no caer en la ansiedad de un momento político determinado, o de una encuesta Cadem. Al final, es cierto que el gobierno explícitamente desde el comienzo, desde la campaña incluso, el Presidente Piñera planteó que le interesaba no solo hacer un muy buen gobierno, sino que se mantenga, pero eso no se mide semanalmente en la Cadem. Yo encuentro que últimamente la dosis de las encuestas está un poquito alta. Porque al final, lo importante es lo que ocurra al término del periodo. Cuando echa atrás una medida o mira demasiado las encuestas, hay dos efectos. Uno, cómo pueda revertir algo que es impopular en un momento determinado, y otro es cuánto esa decisión va a influir en los objetivos de largo plazo”.
Empresarios nerviosos
Andrónico Luksic, defensor a ultranza de la integración en la reforma tributaria y dueño de un canal de televisión, se explayó en sus alabanzas al Mandatario durante la gira a China, donde fue invitado.
Sin embargo, expresó sus temores ante los cambios que podrían introducir a esta reforma. “Yo no lo he leído el proyecto, solo lo que he conversado con mis asesores, pero, en definitiva, yo creo que no es la reforma que este país necesita en este momento para volver a generar fuerza para que la economía crezca… Creo que se le ha metido muchas cosas, se le ha cambiado una serie de cosas. Aquí todo el mundo quiere negociar todo, puede ser, está bien, pero no en esto. Despachemos rápidamente esto para hablar seriamente de un problema que es mucho más importante que son las pensiones…El proyecto ya está adentro. En China cuando bajaron los impuestos a las personas nadie se preocupó de los multimillonarios o billonarios si iban a ahorrarse uno o dos pesos, era lo que le hacía falta al país, para todos. En ese sentido, si la integración genera buenos beneficios y hay gente de la oposición que le da urticaria, a lo mejor habrá que pedirles a esas empresas grandes, que es el 1% de Chile, que se ven beneficiadas, o a esas personas que se ven beneficiadas, que hagan una contribución mayor en las pensiones, por ejemplo”.
Y, lo que siempre ocurre, el entusiasmo lo hizo ir más allá de lo que él quería. Estas palabras del poderoso Luksic provocaron una andanada de críticas por cómo graficó a la clase media. “El Presidente Piñera salió elegido con la clase media de Chile, que ha crecido tremendamente y lo que le interesa es seguir mejorando su condición de vida y ya lo han logrado. Ese beneficio que hoy día tiene, esa garantía que hoy día tiene, la posibilidad de viajar, de tener un segundo auto, la posibilidad de tener una casa en la playa… Nadie puede decir que este país no ha progresado, hay que ser muy ignorante. Que todavía hay gente que vive en condiciones que no debería, por supuesto, a eso tenemos que abocarnos. ¿Cómo nos abocamos? No poniéndole problemas a la reforma, no tratando que al gobierno le vaya mal para que la oposición pueda tener la posibilidad de ganar el gobierno en dos años más. Esa no es la manera, eso Chile no lo quiere, los chilenos no queremos ese tipo de políticos. No estoy conforme. Me parece que Chile puede más y esta reforma le puede dar el combustible necesario”.
Respecto a la Reforma Tributaria, parecido es lo que piensa Alejandro Fernández gerente de estudios de Gemines Consultores. Indicó que el proyecto se ha politizado y que se ha ido desdibujando en el camino. “Creo que ha habido una politización extrema del tema, no sé si es porque la oposición lo ve como parte del legado del gobierno anterior y que no debe tocarse o simplemente hay un mal manejo por parte del gobierno. El proyecto se está viendo tan desdibujado que en una de esas es preferible retirarlo y no seguir insistiendo”, dijo Fernández.
Cree que hubo responsabilidad del gobierno también “en que la reforma se presentó muy tarde y creo que renunciar a proponer una rebaja en el impuesto de primera categoría fue un error”, y agregó: “Creo que uno de los temas que generó esto tiene que ver con la estimación de ingresos que iba a generar la boleta electrónica, entonces también hubo una falta de rigurosidad de parte del gobierno y creo que eso sirvió de gancho para unificar a la oposición al rechazo a la reforma”, señaló.
¿Cuál crecimiento?
El punto es la economía, que tiene nerviosos no sólo al gobierno. Tras crecer un 4 por ciento el año pasado, el gobierno recortó su estimación de crecimiento económico para este año a 3,5 por ciento, pero el mercado estima que la cifra será menor. El gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández coincide en que es poco probable lograr esa proyección y asegura que incluso puede ser menos de 3 por ciento.
“Creo que por una parte el gobierno y el ministro de Hacienda están un poco restringidos para mostrar lo que realmente piensan porque tiene mucha influencia en el mercado, y por lo tanto si se muestran muy pesimistas puede ser una especie de profecía autocumplida. La impresión que tengo es que el 3,5 por ciento es un compromiso, pero no necesariamente es lo que creen que va a ocurrir”, señaló. “Creo que va a estar en torno al 3 por ciento. El comienzo de año ha sido muy malo. Probablemente marzo va a ser bastante malo y puede ser que tengamos un primer trimestre donde el crecimiento no llegue al 2 por ciento. Por lo tanto, llegar al 3,5 por ciento es casi imposible. Para llegar al 3 por ciento se requiere una mayor aceleración, e incluso puede ser menos de 3 por ciento”.
Fernández coincidió con los cuestionamientos que hizo hace algunos días atrás Cecilia Cifuentes de Libertad y Desarrollo, quien señaló que el gobierno está gobernando por las encuestas a propósito del anuncio sobre el cambio de medidores inteligentes.
Otro crítico es Jorge Marshall, ex vicepresidente del Banco Central. No observa ningún destello de que el crecimiento del país pueda superar el umbral de 3 por ciento y que se cumpla el compromiso de campaña del gobierno. “Tiempos mejores significa que el país se va acercando al desarrollo. Y no, no se vislumbran”. Expresó que “ la aceleración de 2018 ilusionó al gobierno, que ha intentado sistemáticamente ignorar la realidad del crecimiento tendencial del país (3%-3,5%). Primero por conveniencia electoral, porque el mismo gobierno dijo que sería capaz de alterar ese 3%, y ahora, diría que es casi terquedad, porque hay bastante evidencia de que el tendencial es ese y no tenemos estrategia adecuada para enfrentarlo”.
Agregó el economista que “ahora la novedad es que se adjudica este menor crecimiento a factores externos: la guerra comercial, la desaceleración de Europa y China, pero la verdad es que ninguno de los dos tiene la magnitud para explicar lo que ocurre en Chile, porque, en la práctica, el aporte de China al crecimiento mundial se ha mantenido. No hay duda de que Chile está enfrentado a vaivenes en el plano internacional, pero otra cosa es decir que la baja del crecimiento de 5,5% a mediados de 2018 al 2% de principios de 2019 se deba a factores externos. Son dos afirmaciones muy distintas. Decir que la incertidumbre externa ha generado una desaceleración interna es una exageración”.
Por otra parte, la situación del mercado laboral sigue sin repuntar y en marzo mostró nuevamente signos de deterioro. De acuerdo a la Encuesta de Empleo de la Universidad de Chile, la tasa de desocupación en el Gran Santiago llegó a 7,6%, mismo nivel que el registrado un año atrás. Sin embargo, en el desglose las noticias no son positivas. Esto, debido a que la mantención de la tasa de desempleo se debió a que salió gente del mercado laboral. De acuerdo al sondeo realizados por el Centro de Microdatos de la casa de Bello, la fuerza de trabajo disminuyó 0,45 por ciento en los últimos 12 meses. Esto evitó que el desempleo suba, ya que hubo una caída del empleo de 0,5% en el mismo período -equivalente a 15 mil puestos de trabajo menos-, con una baja del empleo asalariado y un incremento del no asalariado.
Las otras reformas
Finalmente, el ministro Secretario General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, ingresó los proyectos de reformas a las Isapres y a Fonasa al Legislativo. De inmediato surgieron cuestionamientos que hacen prever grandes debates y negociaciones en torno al tema.
Una muestra. Surgió la cifra de $ 71.374 millones, que en un primer momento se atribuyó al costo fiscal que tendría la reforma a las isapres, comparado con los casi $ 1.000 millones correspondientes a Fonasa. Blumel debió salir a aclarar que la cifra mayor corresponde al impacto de la eventual migración de cotizantes de Fonasa a las isapres cuando la reforma esté en régimen. Las proyecciones del Ejecutivo apuntan a que 407.486 cotizantes optarían por trasladarse al sistema privado.
Precisó, el monto de $ 71 mil millones no corresponde a recursos que el Estado vaya a inyectar a las isapres. Por el contrario, es el monto que se tendrá que aportar a Fonasa, para compensar los menores ingresos que recibirá, por pérdida de cotizantes, si se concreta la prevista migración al sistema privado. “Hay estimaciones que tienen que ver con eventuales menores ingresos que se podrían producir para Fonasa, si es que hubiese un traspaso de personas a isapres. Eso es algo que obviamente vamos a trabajar para minimizarlo”, aseguró Blumel.
En tanto, los mil millones de pesos de costo fiscal directo correspondientes a Fonasa se relacionan con la inclusión de 45 mil cónyuges varones como cargas de sus parejas. Hasta ahora, solo las mujeres sin ingresos pueden ser carga de un hombre en el seguro público. Los 45.912 varones beneficiados por el proyecto forman parte del grupo A de Fonasa, que encuadra a personas carentes de ingreso o indigentes. Con las modificaciones serán distribuidos en los grupos B, C y D, dependiendo del nivel de ingreso de sus parejas. El gasto se genera principalmente porque, al incluirlos como carga, se abre la puerta a que puedan acceder a la Modalidad de Libre Elección (MLE) de Fonasa, que es la posibilidad para que un paciente público se pueda atender en clínicas y centros de salud privados.
Y respecto a Educación, los parlamentarios de oposición señalaron que enfrentarán unidos la votación de la idea de legislar el proyecto de Admisión Justa que impulsa la ministra de Educación, Marcela Cubillos. La iniciativa del gobierno, que restablece un sistema de selección por mérito en los establecimientos educacionales de alta exigencia académica, será votada en general el próximo lunes 13 de mayo y pondrá a prueba, nuevamente, la unidad de la centroizquierda para enfrentar la agenda legislativa del gobierno. Durante esa misma jornada, además, la oposición puso en tabla la votación del proyecto alternativo propuesto por la oposición, la denominada “Ley Machuca”.
“Como oposición hemos tomado la definición de que el proyecto que ha presentado el gobierno (Admisión Justa) es un proyecto negativo, que nos hace retroceder, por lo que existe acuerdo de votar en contra. Eso incluye a la DC, al diputado (Mario) Venegas”, dijo la diputada y presidenta de la Comisión de Educación, Camila Rojas (Comunes). La parlamentaria recalcó la importancia de la “Ley Machuca” y aseguró que ese proyecto “busca hacerse cargo de las problemáticas que se han presentado en el sistema de admisión escolar, y ese sí lo vamos a aprobar” .
El diputado PS Juan Santana asegura que la unidad opositora se produce “porque el gobierno ataca el corazón de una de las reformas más importantes en educación, que eliminó uno de los tantos instrumentos de discriminación que tenía nuestro sistema”, en referencia a la Ley de Inclusión de Michelle Bachelet. “La propia ministra ha contribuido en unificar a la oposición. La gira que realizó por distintas regiones, entregando información poco precisa y distorsionada, fue un acto violento para los parlamentarios, que durante mucho tiempo se esforzaron en sacar adelante la Ley de Inclusión”.
