Sociólogo y Candidato a Concejal Municipalidad de Santiago
Hace un tiempo tomé la decisión de postular al cargo de Concejal de la Municipalidad de Santiago motivado por un diagnóstico: los vecinos de nuestra Comuna se sienten inseguros y amenazados por la delincuencia, el narcotráfico y una convivencia barrial cada vez más intranquila y deteriorada.
La sensación de miedo, que se produce cuando la amenaza se acerca, es una mala sensación. Pero el problema que enfrentamos en nuestra ciudad es que lo que puede protegernos, se aleja y eso, es mucho peor. Y es que las actuales autoridades comunales no logran entender que la seguridad ciudadana debe ser abordada desde un enfoque multisectorial, porque la delincuencia es un problema de una gran complejidad que no se resuelve sólo con una mayor dotación de policías, ni con la mera adquisición de más vehículos de seguridad municipal.
No es un problema que se resuelva con puntos de prensa y declaraciones grandilocuentes. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) “la seguridad ciudadana y comunitaria trata de atender todas las causas potenciales de los delitos y de la violencia”, por lo que un enfoque adecuado debe considerar la falta de cohesión social, la impunidad, el tráfico de drogas, la proliferación de armas ilegales, el tráfico de seres humanos y la migración, entre otros factores.
Entonces, desde el Municipio debemos construir una estrategia participativa y multifacética para detener el deterioro de la calidad de vida de nuestros barrios, que afecta tanto a vecinos como a locatarios. Necesitamos de una acción comunitaria activa para prevenir la criminalidad, asegurar el acceso a la justicia en forma eficaz y oportuna, fortalecer una educación basada en valores de respeto y conocimiento del patrimonio y la educación cívica. La seguridad y la tranquilidad ciudadana se pueden conseguir con pleno respeto de los derechos humanos.
Porque nosotros entendemos la Seguridad Ciudadana como un bien público y un derecho y para que así sea, se debe iniciar un proceso para establecer, fortalecer y proteger el orden civil democrático, eliminando las amenazas de violencia en la población y permitiendo una coexistencia segura y pacífica, que otorgue certezas al turismo local, comercio y vecinos y residentes, que ni el microtráfico ni la delincuencia, ni la pandemia, harán decaer la vida en la comuna capital de la nación. Ése es mi compromiso.
