viernes, abril 26, 2024
NacionalSer otro periodista por las voces de la verdad

Ser otro periodista por las voces de la verdad

-

Síguenos en

No hace mucho recibí un mail, firmado por Lautaro Aguirre, quién me saludaba y decía que había estudiado Periodismo en la Universidad del Norte de Antofagasta, donde yo también estudié; escribía como si me conociera desde hace muchos años. Todo era muy extraño, no recordaba a nadie con ese nombre y cuando le pregunté dónde había trabajado, respondió diez años en el programa -Escucha Chile- de Radio Moscú, agregando que permaneció trece años fuera de Chile y que en esa etapa trabajó con otro nombre y al regresar en 1989 rompió su pasaporte, volviendo a ser él mismo. También me dijo que colaboró en varias revistas del exilio chileno y que llegó a Moscú en 1979. ¿Aprendiste hablar ruso?, pregunté – Da. Kaniechna, nemonoschka – (Si, naturalmente, no mucho), respondió. ¿Cómo creerte?- Pelirroja y amiga de Pelusa en el Liceo de Niñas de Antofagasta, créeme, ya se sabrá todo a su debido tiempo, insistió. Cada vez más intrigada, le envié varios correos con muchas preguntas para descubrir quién realmente era este misterioso colega que un día sin más ni menos se metió en mi correo electrónico. Yo no sabía con quién hablaba, pero él sí sabía quién era yo. A veces pensé que podía ser un colega cuya biografía y trayectoria calzaban a la perfección, alguien que se vuelve ser otro aunque también pensé quizás le afectaba un sentimiento de no ser el mismo, aquel del desarraigo de no ser nadie en tierra extranjera. Llena de dudas, proseguí la conversación que finalmente terminó, convenciéndome que se trataba de un periodista dentro de otro periodista.

Cuando partí conversando con Lautaro Aguirre a través de este intercambio de mail que duró varias semanas, no creía nada de nada de lo que me decía. Y es más,  a modo de corroborar si existía o no alguien con ese nombre, me aboqué a la búsqueda de algunas pistas, leí varios reportajes sobre el programa -Escucha Chile- de radio Moscú y confieso que fue una gran sorpresa constatar que su nombre aparecía incluido en un listado de periodistas chilenos que trabajaron en ese emblemático programa internacional que rompió el cerco de la censura y aislamiento informativo desde el minuto cero del golpe de Estado hasta el retorno a la democracia en 1990; un programa que se mantuvo 17 años de manera ininterrumpida y que ha sido considerado un eje articulador de la resistencia y esfuerzos políticos por la unidad de la oposición. Además de difundir noticias, hacían entrevistas e impulsaban múltiples campañas solidarias para recuperar la esperanza frente a la derrota; eran la voz de la denuncia y la libertad, la voz de los que no tenían voz. Hasta las oficinas de la radio  llegaban altos dirigentes políticos de la Unidad Popular en el exilio para informar de sus estrategias, agitación y formas de lucha para derrocar a la dictadura militar y cívica. Tenían una tremenda audiencia y acogida, los escuchaban los chilenos exiliados repartidos por todo el mundo y de manera clandestina los  presos políticos en campamentos de concentración y miles de hogares chilenos.

¿Por qué elegiste ir a un país tan desconocido, lejos, distinto? fue mi primera pregunta. Al respecto, respondió que un amigo lo invitó a pasar unas semanas en Moscú y que quiso conocer a su paso la radio Moscú y que lo vino después estaba escrito en alguna parte. A su arribo en 1979, fue el primer  periodista que trabajó con una grabadora de puño con la que salía a la Plaza Roja, desplegando sus condiciones de reportero nato callejero. Sus primeras notas las realizó con los estudiantes chilenos becados de la Unidad Popular, entre ellos, hijos de campesinos y también me contó la historia de dos golpes periodísticos (noticia exclusiva) durante sus turnos de noche. El primero tuvo lugar en septiembre de 1986, cuando Patricio Manns, vocero del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) a propósito del atentado al general Pinochet, expresó en una entrevista telefónica que la intención no había sido asesinarlo, sino asustarlo. El segundo fue en 1983 en una oportunidad que llamó por teléfono  desde Moscú  a Chile para entrevistar a la dirigente estudiantil, Patricia Torres, relegada en Pisagua, tras su detención en una jornada de protestas. Junto al periodista, Alfonso Carrasco, haciéndose pasar por José Miguel Varas, periodista, reconocido como el alma de dicho programa, lograron hablar con ella largamente quince minutos. Poco antes de cerrar dicha conversación, Lautaro, le preguntó qué necesitaba de la solidaridad internacional, a lo que ella – indicó. -Envíen tarjetas y cartas, asegurando que le daba fuerzas para seguir dando la pelea. La grabación salió al aire esa misma noche y al cabo de no más de una semana recibió cientos y cientos de cartas  procedentes de todas partes del mundo, lo mismo sucedió a otros  relegados. La relegación era una medida administrativa de represión, consistía en trasladar de manera administrativa a un detenido político a una localidad alejada, generando desconexión de su círculo y con ello se violaba el derecho a circular libremente y elegir residencia en el territorio nacional. A la radio también llegaba mucha correspondencia. -Ha llegado una carta- era una sección en la que las daban a conocer. No había día alguno sin ellas, al igual que los llamados telefónicos de organizaciones y agrupaciones de chilenos en el exilio para informar de sus actividades y noticias que lograban a través de sus familiares en Chile y/o correos vivos.

Lautaro Aguirre creó y produjo los programas «Encuentros con Chile» que sustituyó al -«Chile Lucha y Canta» de René Largo Farías y «Magallanes Juvenil» que inició con Fresia Rojas Painecura y al que se integraron estudiantes chilenos de Periodismo en la URSS. Además de todo ello, participó en los equipos de producción de encuentros y actividades artísticas, destacando un festival de rock y dos festivales «Víctor Jara». Tiene muy buenos recuerdos del apoyo recibido. Cuando su grabadora capotó, la ex senadora, Julieta Campusano (PC) le regaló dos nuevas y muy modernas; una para él y otra a disposición de sus colegas chilenos. A estas alturas, la radio había comprado grabadoras húngaras para los periodistas soviéticos que a partir de entonces hacían notas y reportajes con las opiniones de sus entrevistados en vivo, refrescando sus transmisiones, comenta. También recuerda el programa «Aucan Mapuchei», a cargo de Marilaf Antiqueo, que transmitía en mapudungun y en el cual tenía a su cargo las entrevistas a dirigentes mapuche.

Un periodista provinciano y desconocido

En Radio Moscú trabajaron periodistas muy importantes y amplia trayectoria, entre ellos, José Miguel Varas,  en 1971 jefe de prensa de Televisión Nacional, premio de Periodismo-2006; Eduardo Labarca, periodista, abogado y escritor; Rolando Carrasco, periodista y escritor, en 1973 director de radio Central Única de Trabajadores (CUT), corresponsal de El Siglo en Praga; Leonardo Cáceres, en 1973 jefe de prensa de radio Magallanes, que transmitió el último discurso del presidente Allende y cuyo director Guillermo Ravest, grabó y logró sacar clandestinamente al extranjero. Destacan también las periodistas, Virginia Vidal, Ligeia Valladares, entre otros, y una amplia red mundial de corresponsales. A la pregunta de cómo consigue un periodista joven, provinciano y desconocido insertarse a este distinguido equipo, me contó que traducido por Guenadi Spersky, periodista, poeta y escritor, en su primera reunión que tuvo con Babké Serapioniansk, editor y jefe de los programas latinoamericanos (armenio que combatió en el bloqueo nazi a Leningrado) criticó sin pelos en la lengua el exceso de terminología partidaria y le dijo que el llamado «mundo libre»  los denostaba con argumentos de falta de libertad y como no daban tribuna a la opinión de la calle, propuso salir a entrevistar con su grabadora a la gente en las fábricas, escuelas y universidades. Serapioniansk, lo escuchaba atento y con rostro inmutable y cuando terminó de exponer, mientras suponía hasta ahí llegaba su paso por la radio, dicho jefe le respondió en español: -¡Vamos a trabajar!… así se habla, sin adular-. Y luego lo llevó de inmediato al departamento de prensa, pidiéndole repetir lo dicho en su oficina a los periodistas rusos y de otras repúblicas allí presentes. En esa reunión estuvo, Víctor Anpílov, quien en 1990 se tomó la Torre de la Red de Televisión y Radio soviética con un Aka en la mano para tratar de evitar la caída de la URSS y Leonardo Kosichev, sub jefe de los servicios latinoamericanos; este último con ocasión de su visita a Chile en  2000  se reunió con el equipo de periodistas que trabajaron en radio Moscú, entregándoles una medalla institucional por su valentía y compromiso.

Lautaro sabía al dedillo los programas de la radio dirigidos a  América Latina y El Caribe, los escuchaba desde cuando tenía siete años, desde el primer momento que su padre llegó a la casa con una discorola con tocadiscos y una radio que le permitía sintonizar radioemisoras de onda corta, media y larga de todo el mundo. Creció oyendo las voces de Ekatherina (Katia) Olevskaya, locutora, voz principal y de Luis Cechini, argentino, fundador de las emisiones en español en 1932 y de  la frase -Aquí Radio Moscú-; ambos difundieron una amplia cobertura de la segunda guerra mundial.

De Rusia con amor

¿Y te casaste en Rusia?  -Sí con la hija del malo y volvimos de Rusia con amor, con una hija. ¿De cuál? contra-pregunté – De Condorito, pues- dijo.

No entendí nada de nada y por ello días después insistí en otro mail. Entonces, me contó  que conoció, se enamoró y se casó con una de las hijas del Secretario General del Partido Comunista de Chile (PC), exiliado en la Unión Soviética (URSS) y que tras las protestas de 1983 -1984, a partir del retorno paulatino de exiliados producto de la apertura política, se prepararon y se animaron regresar al país en 1985. Sin embargo, este sueño quedó trunco porque a ella no la dejaron entrar, la detuvieron en el aeropuerto y expulsaron a Mendoza. Él logró ingresar y al cabo de un mes  regresó a Moscú, cargado con entrevistas y música que logró sacar en su maleta disimuladamente en casetes con etiquetas cambiadas. Cuatro años después, en 1989, la pareja regresó con su hija nacida en la URSS que viajó con un pasaporte otorgado por el consulado de Berlín Occidental y en condición de Apátrida (sin nacionalidad). A ella se agregaron otras dos hijas que nacieron en Chile; todas orgullosas nietas de su abuelo.

Una vez radicado en Santiago, rompió su pasaporte, viró en redondo y volvió a ser el mismo periodista que salió de Chile en abril de 1976 por sus propios medios a España, se fue, luego que el arzobispo de Antofagasta diera una alerta de su inminente detención a su madrastra y a su padre. Poco después su padre, un importante magistrado de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, fue detenido, junto a su hijo mayor, abogado que trabajaba en el municipio. En su condición de magistrado objetaba la ausencia de independencia del Poder Judicial al oponerse a la rutina de rechazar los recursos de amparo en favor de los presos políticos sin constituirse en sus lugares de detención. Intentaron obligarlos a firmar un documento que los acusaba de participar en una reunión política y ante su negativa los trasladaron vendados a un cuartel de Carabineros para posteriormente enviarlos en bus a Santiago y después al campo de concentración de Puchuncaví, donde permanecieron un año hasta la expulsión a Holanda. Su madre había fallecido  a los 37 años, tras dar a luz a su sexto hijo.

«Vuelvo en alma y vuelvo en hueso»(1)…

Después de tantos años fuera de Chile, su reinserción tantas veces soñada y anhelada, no fue fácil, a veces todo le resultaba ajeno, volvía a ser él mismo en un Chile que ya no era el mismo. Chile era otro, él también era otro. A mediados de 1989, se integró al departamento de Prensa de Radio Nuevo Mundo, donde logra la hazaña de acreditarse en el palacio La Moneda. Hasta entonces, los periodistas de dicha emisora estaban vetados. Como reportero de palacio se hizo conocido por sus preguntas políticas y porfiadas que incomodaban a los ministros. Seguía las técnicas del periodista, Mario Gómez López, su maestro, con quien trabajó en los dos medios de comunicación de Antofagasta que  dirigió en el gobierno del presidente Salvador Allende: radio Coloso y diario El Popular. Gómez López (fallecido en 2014) fue corresponsal en México de radio Moscú. Hablándome de Antofagasta se acordó que el 11 de septiembre de 1973, un poco antes del mediodía, al enterarse del golpe de Estado, salió corriendo de una de las salas de la Escuela de Periodismo de la Universidad del Norte (ahora católica del Norte), se presentó en el diario -El Popular- y luego en su condición de reportero de Radio Coloso fue a entrevistar al Intendente, pero al observar el edificio rodeado de tanquetas y militares, que además habían ocupado la radioemisora, se desplazó corriendo a la radio de la Universidad Técnica del Estado (UTE) que seguía transmitiendo. Ahí señaló al director y al vice-rector su disponibilidad para salir al aire, pretendía comentar el discurso del presidente Allende que hablaba de su firme decisión de defender al gobierno popular. Ambos jefes, no accedieron, de hacerlo, de seguro, lo habrían detenido y asesinado como hicieron con Carlos Berger, periodista y abogado, director de radio El Loa y jefe de Relaciones Públicas de Codelco- Chuquicamata;  lo detuvieron la mañana del golpe por negarse a suspender las transmisiones radiales, lo mataron a mediados de octubre de ese mismo año.

En marzo de 1990, acreditado en La Moneda, presenció las últimas horas del general Augusto Pinochet en el palacio, estuvo en el acto de  despedida con los periodistas de La Copucha (sala de prensa) en el salón presidencial. Sobre este momento, recuerda que el general tenía el rostro demacrado, derrotado, hombros caídos y una postura corporal tensa que lograba aflojarse solamente cuando su edecán le hablaba al oído ante un reinante silencio lloroso y lagrimas de algunas periodistas. Para Lautaro esta despedida era la del führer en su bunker, un teatro puro. ¿Y les dijo algo el general Pinochet en ese momento?, pregunté. -Sí, nos dijo con una vocecilla que apenas casi se entendía que en la democracia lo iban a vejar.

Después de Radio Nuevo Mundo, donde hizo el programa ambiental -La Manzana-, pasó por las radios La Morada, Nacional y Radio Universidad de Chile  y más adelante trabajó en el Instituto de Ecología Política, siendo director electo dos veces en la Red Nacional de Acción Ecológica (Renace), oportunidad en la que se relaciona con el incipiente movimiento ambiental y comités ecológicos de todo el país. Siempre en esta área, edita el boletín -Eco-Noticias- con Manuel Baquedano y el programa -Chile Sustentable- dirigido por Sara Larraín,  candidata presidencial en 1999. Lautaro considera que los periodistas chilenos que trabajaron en Radio Moscú no han reconocidos por su lucha y contribución al retorno a la democracia y menciona que los presidentes Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, visitaron radio Moscú en distintos espacios de tiempo, mencionando que el programa «Escucha Chile» cumplió una histórica experiencia periodística  que logró mantener en alto las esperanzas del pueblo por recuperar la libertad. Nos dieron el legendario pago de Chile, lo mismo con todos aquellos que  arriesgaron sus vidas por el fin del régimen militar, dice Lautaro. Katia Olevskaya, voz ícono de la radio, murió en 2009 sin cumplir su sueño de reunirse en el Estadio Nacional con familiares de víctimas de la represión, mujeres, dirigentes sociales y sindicales, ex presos políticos y  los artistas que conoció en la radio y en definitiva con la gente que la escuchaba, murió esperando ese homenaje que pidió cuando vino invitada por sus ex compañeros del programa.  En 1990,  la saliente dictadura impidió su ingreso al país, ella figuraba entre los 450 invitados extranjeros a la ceremonia y festejos del 11 de marzo de 1990, fecha que asume el presidente Patricio Aylwin, dando inicio al proceso de transición. Lautaro Aguirre,  reclamó por este atropello al ministro del Interior, Carlos Cáceres,  reunido con  importantes empresarios en un encuentro que tuvo lugar en el Hotel Sheraton. Sin embargo, él se excusó, comentando que no tenía información de la prohibición de ingresar al país.

Volviendo a releer  los correos electrónicos que nos enviamos, finalmente, descubrí al periodista dentro del periodista, aquel que estudió donde estudié. – Ya sé, quien eres – le dije. -Da, eta ya, (soy yo), Si, pelirroja. Soy, Lautaro Aguirre. No sé qué pensarás de todo lo que te conté. Para la radio Moscú y para muchos compañeros de esa época, fui, soy, y seré Lautaro Aguirre, contestó. Imagino a Lautaro, ese Alter Ego, chapa o lo que sea, con su grabadora en mano en un país que ya no existe: La URSS,  lo imagino, rescatando opiniones de la gente en la Plaza Roja sobre la guerra con Ucrania en Radio Moscú, una radio que tampoco ya existe,  su nombre actual es -La Voz de Rusia.

1) Canción Vuelvo de Patricio Manns.

Fotografia1:  Credenciales  periodísticas; 2) Periodistas Escucha Chile. 3) Junto a Andrés Sabella, poeta y profesor Escuela de Periodismo Universidad del Norte/ 1975/ 4). Con Mario Gómez López en Santiago/1998.

Myriam Carmen Pinto
Myriam Carmen Pintohttps://www.pagina19.cl
Myriam Carmen Pinto, periodista.

1 COMENTARIO

  1. 1.- El director de radio Coloso no fue Mario Gómez López, sino el locutor y trabajador radial antofagastino Julio Adrián Cortés (RIP).
    2. El director del diario El Popular de Antofagasta (07.1972-11.09.1973) tampoco fue Mario Gómez López, sino el militante comunista Juan Ortiz (no sé si aún vive).
    3. Mario Gómez López fue el Jefe de Informaciones del diario El Popular de Antoafagasta y yo, el sub-director.
    4.- Al momento del golpe de Estado, el director (J. Ortiz) y el jefe de informaciones (M. Gómez López) se encontraban en Santiago. El subdirector (Luis H. Toledo Vilca)se encontraba en Antofagasta.
    5. Alrededor de las 14 horas del martes 11.09.1973, como único directivo del diario en Antofagasta fui a controlar si en la redacción del diario (Baquedano 810, Antofagasta) existían armas o similares. Sólo encontré un laque que pertenecía el vigilante de noche y piedras que nos lanzaron una horda de derechistas y democristianos en contra de los ventanales de la redacción. Tras ello, cerré el local. Se acercaba la hora del toque de queda.
    6.- Tras el golpe de Estado, el diario El Popular de Antofagasta fue clausurado, vía bando militar, por «…constituir arsenal de armas y guarida de extremistas» (ver Ercilla edición 2000, crónica de Rafael Gambetti).
    La precisión es importante en los relatos que ejercen efectos de construcción discursiva del acontecimiento político como lo fue el golpe de Estado: rompió e tiempo político existente hasta ese entonces y nada volvió a ser como antes (ver A. Badiou, L’évenement).
    Abrazos cordiales, Myriam. Espero leer pronto tu último libro-testimonio sobre el acontecimiento político del Chile en el siglo XXI: el denominado «estallido social».
    LUIS H. TOLEDO VILCA, periodista UcN, G1967), posgraduado en estudios internacionales del desarrollo y en ciencias políticas en la Univ. de Ginebra y en la >Univ. de Paría 3, respectivamenente.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas Noticias

El adiós a un socialista que estuvo dispuesto a dar la vida por Allende

Hace pocos días en el Cementerio General se realizó un sencillo homenaje de despedida a un hombre importante, más...

Estudiantes de Bulnes viajarán a Estados Unidos para presentar proyecto que hace crecer el forraje cada nueve días

Tras obtener el primer lugar nacional del Premio Los Creadores 2023, los escolares Manuel Muñoz, Constanza Durán, Debora Escalona...

Senadora Paulina Vodanovic presenta Proyecto de Ley para Garantizar Derechos Gremiales de Fiscales del Ministerio Público

La Senadora Paulina Vodanovic presentó el proyecto de ley acompañada por el presidente de la Asociación Nacional de Fiscales,...

El brutal recorte a la Educación gatilla una marcha histórica en Argentina y Milei acusa el golpe

Cientos de miles de personas se manifestaron este miércoles en Argentina en contra de los recortes a la Educación...
- Advertisement -spot_imgspot_img

ACHM trabaja en estudio, diseño y elaboración de planes comunales de reducción del riesgo de desastres y planes comunales de emergencia

Tras la firma de un convenio entre la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) y el Gobierno Regional para brindar...

El Colegio de Profesores presentó propuestas para ser incluidas en la Ley de Protección Laboral docente a la Comisión de Educación de la Cámara...

Una serie de propuestas para ser incluidas en la ley de Protección a la Labor Docente presentó el Colegio...

Debes leer

Amenazan de muerte al periodista Daniel Matamala

La última columna del periodista Daniel Matamala, en el...

Junta de Vecinos El Progreso: “Hasta la Asamblea Constituyente, Olla Común Permanente”

Hay situaciones emocionantes que se han multiplicado en el...