Periodista.
“Incipiente mejoría”, dijo el Ministro de Salud, Enrique Paris, con 2.650 nuevos casos informados y 282.043 totales al 1 de julio al informar el reporte diario del Minsal. Esta “leve mejoría”, como la calificó un día antes, puede ser diferente a la ya famosa y desprestigiada “nueva normalidad” del exministro Mañalich, pero sigue siendo falaz.
Un solo punto: la cantidad de casos diarios está amarrada o es consecuencia del número de test de PCR realizados, número que ha ido bajando consistentemente en los últimos días con la consiguiente baja de nuevos contagios confirmados.
Según lo declarado por epidemiólogos, integrantes de distintas sociedades científicas y dirigentes del Colegio Médico, lo relevante es la positividad de los exámenes de PCR, la que tiene un promedio de 26,28% para el período del 19 de junio al 1 de julio, y se mantiene estable en un 25%.
Además, no todas las regiones tienen el mismo comportamiento y esa diferencia, según lo señalado por distintos médicos e investigadores, también se observa entre comunas. Es más, de acuerdo con la OMS, para hablar de mejoría o control de la pandemia, los niveles de positividad deberían ser del orden del 5 o al menos inferiores a un 10%, cifra muy lejana a la realidad de casi 17 de los 19 millones de habitantes del país.
Aunque las comparaciones no son buenas y corremos el riesgo de cotejar peras con manzanas, podría ser útil mirar nuestros números en el poco honorable ranking internacional de los Top 20 del Covid-19 de la Universidad John Hopkins que comienza en Estados Unidos y termina en Qatar.
De acuerdo con esas cifras, con más casos que España, Italia, Francia, Alemania y México, entre otros, somos séptimos en número absoluto de contagios; segundos en número de casos por millón de habitantes, sólo detrás de Qatar; y sextos o cuartos (elija entre 5.753 y 8.599) en fallecidos por millón de habitantes.
Sí, sextos o cuartos, un muy poco honorable lugar, con más fallecidos por millón de habitantes que Rusia, Brasil, México y Perú; sólo detrás del Reino Unido, España, Italia y Francia –países que van disminuyendo sus contagios y número de fallecidos–, y los Estados Unidos de Donald Trump.
Sí. Las comparaciones nunca son buenas y la ansiedad suele ser una muy mala consejera.
