periodista.
El año 2020 para las feministas comenzó como un pequeño triunfo. No sólo se había logrado la aprobación de la Ley Gabriela, destinada a sancionar la violencia contra las mujeres, mediante tipos penales específicos que ampliaron el concepto de femicidio a los casos en que ocurre fuera de una relación afectiva -femicidio por causa de género- y el femicidio íntimo que incorpora la relación de pareja con el autor del delito, sin importan si existió o no convivencia.
“Antes los delitos de carácter femicida sólo consideraban los casos de mujeres convivientes, casadas o ex cónyuges, dejando un montón de niñas, adolescentes, compañeras lesbianas y trans fuera de esto, donde las penas eran bajísimas y muchos femicidas quedaban en plena impunidad bajo el alero del Estado”, declaran desde la Coordinadora Gabriela Paz.
Días después de la promulgación de la Ley Gabriela, se aprobó en el Congreso la paridad de género para la elección de convencionales que escribirían -hasta ese entonces- la eventual nueva constitución.
El primer 8 de Marzo posterior a la Revuelta Social fue un acontecimiento icónico. Nunca se había visto una movilización feminista de tal envergadura en Chile, lo que demostraba que el despertar social fue profundamente feminista. Las calles de la Alameda se desbordaron de mujeres marchando por sus derechos, pese a la represión brutal y sistemática que había dejado el 18 de Otubre. Históricas, se llamaron.
La felicidad se quebró rápido, en el mismo mes de marzo se detectó el primer contagio de COVID-19 en el territorio nacional y su propagación fue cosa de días, lo que llevó a un confinamiento total de la población como medida de emergencia sanitaria. Sin embargo, el encierro visibilizó otra pandemia, la violencia de género y sus múltiples representaciones, las que se han agudizado en el último año.
Trabajo: Retrocedemos 10 años
Según cifras entregadas por ComunidadMujer en septiembre del 2020, del millón 837 mil personas que habían perdido su trabajo, 899.000 eran mujeres, representando el 48,9% del total. No obstante, la cifra realmente preocupante -señalan- sería que el 88% de las mujeres que perdieron su empleo se salieron de la fuerza laboral y no estaban optando por buscar trabajo, versus un 73% de los hombres en esa situación.
La ocupación femenina en gran parte se traduce en labores de cuidados que se han visto forzadas a realizar miles de mujeres y madres. El cierre de los establecimientos educacionales y salas cunas, junto con el trabajo doméstico, ha conllevado a una carga extra para las mujeres que ha derivado en altos niveles de estrés.
Esto se reflejó en la Encuesta Social COVID-19, realizada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia junto al PNUD y al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), ya que si bien hay un número importante de hombres y mujeres que se han salido del mercado laboral, son las mujeres las que no se han vuelto a insertar.
Así mismo, quienes realizaban trabajo doméstico remunerado, es decir, trabajadoras de casa particular, se han visto afectadas por la realidad que deja el confinamiento. Luz Vidal, ex presidenta de Sintracap (Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular), y hoy candidata constituyente por el Distrito 9, nos acerca un poco al drama que viven las trabajadoras.
“La CEPAL estableció que, a nivel de Latinoamérica, Chile ha sido el peor evaluado en el trabajo doméstico, con un 46,3% de pérdidas en las fuentes laborales para las trabajadoras de casa particular”, agregando que el 57% restante que pudo conservar sus fuentes de trabajo “no quedó en buenas condiciones, las condiciones fueron de semi esclavitud. Tenemos compañeras que conocen sus derechos y debieron quedarse encerradas por más de 6 meses ante las amenazas de sus empleadores porque si salían eran despedidas”.
A pesar de las escabrosas cifras, el problema para el 57% de mujeres que aún conservan su trabajo no termina, ya que la precarización de las trabajadoras las deja desprotegidas ante un eventual despido, ya que tal como explica Luz, “nosotros pertenecemos a un rol de confianza del empleador, nos puede despedir en cualquier minuto sin causal alguna (…) inclusive, al inicio de la pandemia fueron muchas las compañeras de trabajo puertas afuera que fueron desvinculadas porque los empleadores no arriesgaban al foco de contagio que se produce en el medio de transporte”.
Desde la Coordinadora Feminista 8M, Karina Nohales, vocera del movimiento y candidata a constituyente por el Distrito 10, explica que el efecto de la pandemia es una prolongación de “una serie de condiciones que veníamos denunciando largamente bajo el nombre de precarización de la vida”, pero que sin embargo se agudiza con la pandemia.
“Fuimos las primeras en ir siendo expulsadas del mercado laboral remunerado por justamente la imposibilidad de compatibilizar el trabajo remunerado con el no remunerado. Para muchas mujeres que trabajan de manera salarial, no había otra alternativa que dejar el trabajo ante el cierre de escuelas”, enfatizó la vocera del movimiento.
La “crisis de los cuidados”, uno de los tópicos que ha tenido la CF8M para activar la movilización, tiene su explicación en que “en Chile no existe ningún tipo de estructura estatal ni de seguridad social que sostenga colectivamente los momentos de trabajo y cuidados domésticos”, los cuales explica Nohales, “se han traducido en una doble, triple y hasta cuarta jornada de trabajo” y que “no solo ha impactado en la vida de las mujeres, sino también ha impactado la posibilidad de organizarnos políticamente”, señaló.
Una división del trabajo “insostenible en un contexto como el actual” conllevó a que, a los pocos meses de decretado el Estado de Catástrofe, las mujeres “retrocedieron 10 años atrás en el mundo laboral”, lo que se traduce en una “dependencia económica, uno de los factores que propicia ciertas formas de violencia de género, junto al hecho de estar muchas mujeres encerradas con sus agresores”.
Violencia de género
El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género reveló que en Chile hubo una disminución de las denuncias efectivas en relación al mismo periodo del 2019, no obstante, las llamadas al fono de ayuda 1455 aumentaron en más de un 70%.
Jennifer Díaz, activista de la Coordinadora 19 de Diciembre, señala que, en el recuento del año 2020 hasta hoy “los femicidios van en aumento junto con la violencia y desde el gobierno no hay muchas intenciones en acabar con esto”, aludiendo a que “el dinero que debería poder avanzar para garantizar nuestra seguridad se ocupa en armamento para poder seguir disminuyendo la protesta social en las calles”.
El trabajo de la Coordinadora 19 diciembre, a pesar de la pandemia, no se ha detenido. Si bien, Jennifer reconoce que han tenido dificultades, sobre todo en el traslado, desde la coordinadora están “en acompañamiento con las familias, creando redes y lazos (…) tratamos de apoyar lo que más podemos, pero es difícil porque ya no podemos trasladarnos como antes”.
El año pasado, la Coordinadora 19 de Diciembre tuvo un hito que “nos llena de esperanzas”, dicen, luego que fue oficializado el 19 de diciembre como el Día Nacional contra el Femicidio, lo que miran como un avance. “Creemos que podemos comenzar a crear conciencia desde las pequeñas generaciones en adelante”, aunque admite que “es una tarea súper difícil, una tarea de todes y todas para avanzar hacia el camino de la no violencia y la igualdad de género”.
Salud sexual y reproductiva en pandemia
Durante el año 2020 se denunció por medio de redes sociales, la falla de distintos lotes de pastillas anticonceptivas que fueron entregadas en el sector público. Son más de 100 las mujeres que resultaron con embarazos no deseados y que al día de hoy no han obtenido una respuesta concreta del gobierno, quedando en el olvido.
Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas y Matrones, denuncia que “desde el día 1 se reflejó que en cualquier catástrofe, las mujeres son las grandes olvidadas en temas de salud sexual y reproductiva, donde se descontinuó la atención”.
La presidenta del Colegio de Matronas se refirió al hecho como “doloroso”, ya que “hay muchas acciones en salud que se descontinuaron, pudiendo haberlas abordado de forma distinta”. Agregó que “con buenos elementos de protección y protocolos, los mismos protocolos que se firmaron 6/7 meses después, las cosas hubiesen sido muy distintas para el sector de atención pública”.
Con respecto al lamentable embarazo no deseado de al menos 111 mujeres, Anita adjudica la responsabilidad al “área de emergencia y catástrofe del Ministerio de Salud, quienes nunca han considerado la continuidad de las acciones de salud y reproductiva, por tanto reorganizaron espontáneamente la entrega de métodos anticonceptivos”, añadiendo que “tenemos que ver cómo el Estado se hace cargo de este tema”.
Anita también denuncia otros hechos que afectaron a miles de mujeres que se atienden en el sector público, uno de ellos fueron los controles de prevención de cánceres, los que en un comienzo se suspendieron con las acciones GES, “el abordaje de las acciones hacia las mujeres fueron realmente lamentables (…) fuimos las grandes olvidadas de esta pandemia”, condenó Román.
Sin embargo, no todo fue un mal balance para el Colegio de Matronas, “increíblemente una de las cosas positivas es que como nunca estuvimos más conectadas (…) desde el inicio de marzo nos reunimos vía telemática con muchísima frecuencia todos los lunes”, lo que permitió “tener reuniones de todo el país con la autoridad”, donde se avanzó y producto de ello se anunció que en conmemoración del Día de la Mujer, la autoridad se comprometió a actualizar el “Programa Mujer”, un programa transversal de salud sexual y reproductiva cuya última actualización se remonta al año 97 y que el Colegio de Matronas espera sea abordado “con una mirada psico-bio-social, sacar el concepto biomédico y dar participación a toda la organización civil para poder avanzar en todas las áreas que no están normadas para que sean financiadas y se puedan dar”, concluyó.
Cargos de representación política
Tras un largo y extenso debate, la nueva Constitución será escrita con paridad de género. Lo interesante, menciona Karina Nohales, será el debate que se dará entre las mismas mujeres.
“En esta paridad van a entrar muchas mujeres que son feministas, que defienden demandas históricas del movimiento, pero también van a entrar mujeres que no y que incluso se oponen a la agenda feminista que ha levantado el movimiento, pero ellas van a entrar gracias al feminismo. Eso es algo muy importante que no se puede olvidar y vamos a tener la oportunidad de sostener una disputa programática, ideológica, política en primera persona. Con nuestra propia voz y sin mediación masculina”, dijo.
Si bien es un aspecto relevante, existe también la otra realidad y esta tiene que ver con hacer campaña, siendo mujer e independiente además de “sostener un montón de tareas al mismo tiempo”. Anacarla González, candidata independiente por la Concejalía de Cerrillos, es parte desde los inicios de la Coordinadora Gabriela Paz, y en la pandemia dio a luz a su hijo Gabriel, quien la acompaña mientras realiza sus actividades de campaña. “Siempre porteándolo”, acota.
“Ha sido duro, difícil, el realizar mi campaña y exponiendo a mi hijo. Han creído además que por ser joven “no me la puedo” y que me dejo influenciar (..) me han juzgado mucho y poco ha sido lo que valoran del trabajo que una hace. Para un hombre soltero, sin responsabilidades parentales de cuidado, es mucho más fácil hacer campaña, sobre todo si cuentan con recursos”.
A pesar de ello, considera que este “es el lugar en el que siempre he querido estar y tengo mucho para dar (…) Mi única militancia es el feminismo y la Coordinadora me dio la mano, ha sido un espacio que hemos levantado con mucho esfuerzo y que ha mutado demasiado. Sin embargo, ha sido lindo tener el apoyo de todas”, puntualizó.
La huelga va
Desde las distintas coordinadoras feministas concuerdan que si bien se vio afectado el despliegue en las calles, “hemos logrado mantenernos juntas y llegar a acuerdos”. Para Jennifer Díaz es incomprensible el criterio que ha tenido el Ministerio de Salud junto con el Gobierno para decretar cuarentenas: “Santiago ahora retrocede a la fase anterior y así diferentes comunas. Por estas cosas de la vida no podemos accionar desde el territorio, todo se nos vuelve a complicar muchísimo (..) quieren que los niños/as vuelvan a clases al mismo tiempo que intentan disuadir la protesta social”.
Pese a las complicaciones, una vez más son las mujeres las que se cuidan entre ellas y desde la organización han sostenido el llamado a la huelga el 8 de Marzo. “Estamos convocándonos en distintas formas de protestas, desde las casas, las plazas, los barrios y también vamos a ocupar el eje alameda en Santiago, a la misma hora tomaremos varios puntos de partida de la movilización para evitar la aglomeración en un solo punto inicial”, señaló Karina Nohales.
A quienes no puedan movilizarse en esta jornada, Jennifer les recuerda que “hay más de cien formas de hacer huelgas” y generar conciencia sobre la problemática de género que hoy tiene a las mujeres en la primera línea.
Este año 2021, la consigna será contra el patriarcado y el terrorismo de Estado “queremos que el 8M inaugure un año que sea marcado nuevamente por las movilizaciones, porque no estamos dispuestas a pagar una crisis que no provocamos, ni con nuestras vidas, ni con nuestros cuerpos”.
