viernes, mayo 3, 2024
DestacadoRecordando los Trabajos Voluntarios

Recordando los Trabajos Voluntarios

-

Síguenos en

Estamos viviendo un período muy conflictivo en estos días de la conmemoración del golpe de 1973. Hay fuerzas políticas que tratan de revertir los avances sociales logrados desde 1990. Hay un sentido de impotencia y confusión en los sectores progresistas. Pululan muchas mentiras y ofuscaciones en los medios de comunicación masivos, que son mayormente de derecha. Es un momento político difuso y cambiante, que produce muchas dudas sobre el futuro de Chile.

En mi última columna ofrecí una historia contextual del golpe y compartí los testimonios de dos chilenos que vivieron el golpe y la dictadura. Como expliqué entonces, creo que la memoria histórica y la educación cívica, especialmente para los y las jóvenes, depende de un conocimiento profundo del pasado. Esta columna continua con esta línea, con el testimonio de otra persona. Como parte de este proyecto de memoria, invito a todos mis lectores a que compartan sus historias y testimonios para publicarlos en futuras columnas. Es un proyecto de memoria en curso.

En este caso, la persona que cuenta sus experiencias es Sonia, que tiene su historia de los Trabajos Voluntarios, un esfuerzo notable de la época de Allende. Decenas de miles de jóvenes—y no solo izquierdistas– se ofrecieron para hacer Trabajos Voluntarios: para cavar zanjas de riego, dar cursos en música y teatro, construir viviendas en barrios marginales, enseñar a leer y escribir a los pobres y llevar actividades artísticas a sectores sociales previamente marginados.

“Mi nombre es Sonia y no me arrepiento para nada haber sido una idealista en mis tiempos de juventud. Desde los 17 años milito en un partido político hasta la fecha, del que he tenido triunfos y decepciones, pero en base a mi convicción sigo militando. En enero del año 1972 se me presenta la posibilidad de participar en Trabajos Voluntarios, realizar alfabetización en el sur, específicamente en Linares. Con todo el ímpetu de juventud, quise aportar algo al gobierno de Salvador Allende G. a quien admiré y admiro profundamente. Bueno, partimos con dineros propios en el mes de enero, con ganas de trabajar, llegamos a un lugar muy inhóspito, vulnerable, con una pobreza sin límites de tantos campesinos que allí vivían.”

Hay que recordar que en la década de 1960 las divisiones sociales en Chile eran extremas. En la comunidad de La Granja, en Santiago, por ejemplo, “la mayor parte de las poblaciones carecían de alumbrado público y domiciliario, no existía alcantarillado…solo había unos poco pi¬lones para el suministro de agua potable…” (Rolando Álvarez, 2011: 94). De hecho, en Chile el 25% de la población tenía acceso a alcantarillado y sólo el 10-11% de la población rural tenía acceso a agua potable. En 1960, el 16,4% de la población era analfabeta. Mi¬les de personas construyeron chozas rústicas para vivir a las afueras de Santiago, que se inundaban con la lluvia y carecían de cañerías, agua o electricidad. Los trabajadores tenían pocos derechos y vivían hacinados en conventillos, poblaciones “callampas” o dormitorios de la empresa. Los mineros vivían en pueblos administrados por las compa¬ñías cerca de las minas y soportaban condiciones duras (McSherry, 2017: 25).

Al mismo tiempo, a mediados de los sesenta, los latifundios controlaban el 80% de la tierra agríco¬la, aun cuando sólo representaban el 7% de las granjas, mientras que los minifundistas (37% de todas las tierras) ocupaban sólo el 2% de la tierra disponible. Y las empresas estadounidenses poseían inversiones privadas de mil cien millones de dólares en Chile hacia 1970, y el acero, el cobre, la electricidad, el petróleo y los sistemas de transporte chilenos dependían de repuestos y maquinarias provenientes de Estados Unidos (McS¬herry, 2017: 26).

Sonia continua: “Nos instalamos en un cuarto donde guardaban sus cosechas, sucio con roedores e insectos de todo tipo. Limpiamos como pudimos y pusimos nuestros sacos y enseres que llevábamos para pasar la noche. Nos dimos cuenta de que realmente había roedores; nos pusimos diarios encima para escuchar y hacer turnos para que no pasara nada. Llegó el día y nos hospedaron los dueños de casa; a leña hirvieron agua y tomamos desayuno. Lo que llevábamos lo compartimos con la familia que nos recibió.”

Varios jóvenes idealistas viajaron a zonas remotas del país en los Trabajos Voluntarios, para compartir sus conocimientos con espíritu de solidaridad social y compromiso político. Los estudiantes estaban movilizados durante esta época y comprometidos en su lucha por reformar las universidades para que reorientaran su misión hacia la solución de los problemas nacionales, entre los cuales estaban el subde-sarrollo y la exclusión de los sectores populares. Los trabajadores, los campesinos, los pobladores: todos estaban exigiendo sus derechos y cambios fundamentales. Las mujeres comenzaron a exigir respeto e igualdad y a asumir nuevos roles en la esfera política, al igual que en los movimientos sociales. Los artistas y los músicos cumplieron un rol clave en denunciar injusticias, honrar las vidas de los humildes y transmitir la posibilidad de una sociedad nueva, de una manera emotiva y popular. Chile estaba cambiando, desde las grandes ciudades hasta las áreas rurales más remotas. Había un ánimo de esperanza y posibilidad.

Sonia y sus compañeros hicieron trabajos de educación, y mucho más, en la situación de pobreza allá: “Reuníamos a la gente, campesinos, esposas, parejas e hijos de todas las edades. Como éramos tres, hicimos grupos por edad: niños, jóvenes, y adultos. Fue una experiencia enriquecedora, teníamos una pizarra a medias, construida por nosotros mismos. La ocupábamos, por horas. Los niños temprano, a quienes tuvimos que empezar de cero, enseñándoles a lavarse los dientes, además comprando entre nosotros los cepillos de dientes, porque yo creo que ni siquiera los conocían, compartiendo las pasta de dientes…De manera rápida se lavaban, y por lo menos llegaban peinados, ya que nada de eso hacían, sus cabecitas piojentas que daba una pena terrible…Era tal la convicción de quedarnos y alfabetizar que nos quedamos precariamente para conseguir nuestro objetivo que era que aprendieran a leer por lo menos. Recurrimos a una escuela del sector y le contamos a la persona encargada en qué estábamos, y nos prestó tres salas con pizarra. Empezamos a enseñar, y grande fue nuestra impresión al ver a la gente tan humilde con tantas ganas de aprender, y nos conseguimos silabarios, cuentos y tiza para facilitar las cosas. Lo hacíamos solo bajo nuestra convicción política e ideológica cumpliendo el objetivo…Lo mejor de todo, que logramos en tan corto tiempo, a lo que íbamos a enseñar en un 60%, que era un logro”.

Sonia explica tanto las sombras como las luces del periodo durante sus trabajos en el sur: “Pasaron los días y un domingo fuimos al centro de Linares a comprar enseres. Vimos a nuestros jefes a cargo del grupo, sentados en la Plaza de Armas, leyendo el diario. Al cabo del tiempo, fueron a almorzar en el hotel donde dormían y estaban quedándose. Y nosotros dormíamos casi a la intemperie, cómo juventud combativa. Seguimos nuestra labor. Éramos un grupo del cual en el camino varios desertaron y volvieron a Santiago; y los menos seguimos adelante, con nuestra labor, apoyándonos unos con otros de agresiones, de todo tipo…y con los enseres para comer que nos enviaban nuestros padres…Fue una experiencia enriquecedora ya que era la primera vez que salía de mi casa sola sin mis padres; pero trágica por decir lo menos, que a mí particularmente me sirvió para conocer la otra cara de la moneda, y ver cómo vivía tanta gente en la más extrema pobreza. Pasaron los días y llegó el final de la experiencia llamada Trabajos Voluntarios, que al hacer un acto al terminar nos dimos cuenta de muchas y tantas cosas que con el pasar del tiempo habían ido empeorando, como los robos, la mentira, etc. A partir de ese entonces nos unimos formando un núcleo, dónde no hubo cabida para este tipo de gente, y demostrando una fuerza indiscutible de pasión y verdad con respecto a la experiencia que habíamos vivido este largo mes de enero del 1972. Quizás lo pasamos mal, sufrimos lejos de casa, hubo agresiones hasta sexuales, pero el malestar fue generalizado y compartido. Pero ganamos experiencia que nos hizo madurar, y volver para reivindicarnos, para que nunca más se experimente lo que vivimos. No solo nos sucedió al grupo que yo participaba, sino que lo vivieron jóvenes que fueron distribuidos a lo largo del país, como supimos en conversaciones después.”

Sonia ha trabajado desde hace treinta años como maestra, y hoy todavía enseña a leer, con un régimen personalizado, a niñas y niños que no logran hacerlo en sus escuelas porque necesitan atención directa. Los Trabajos Voluntarios: claro que tenían sus contradicciones, sus alegrías y sus decepciones y hasta desilusiones. Pero hay que recordar, reconocer y saludar a las y los miles de jóvenes que dedicaban sus energías y su tiempo, con un espíritu de solidaridad, compromiso y convicción, para contribuir a una sociedad mejor.

Referencias:

Rolando Álvarez Vallejos, Arriba los pobres del mundo. Cultura e identidad política del partido comunista de Chile entre democracia y dictadura 1965-1990 (Lom 2011).

J. Patrice McSherry, La nueva canción chilena. El poder político de la música, 1960-1973 (Lom 2017).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

J. Patrice McSherry
J. Patrice McSherryhttps://pagina19.cl
Doctora en Ciencias Políticas, profesora emérita de la Facultad de Long Island University en Nueva York y colaboradora del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), Usach.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas Noticias

Diputado Manouchehri destapa otro contrato del gobierno de Piñera con Hermosilla el último día de mandato

En las últimas horas, el diputado socialista Daniel Manouchehri, presidente de la Comisión Investigadora por el denominado “Caso Hermosilla”...

Mapa Nutricional de Junaeb: Sobrepeso y obesidad disminuyó en 3 puntos porcentuales en estudiantes del país

El estudio, que evalúa a estudiantes de prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y I medio, también, registró un...

Puerto Antofagasta concreta obras de ampliación de Antepuerto Portezuelo

La segunda etapa del proyecto Mejoramiento y Ampliación de Antepuerto Portezuelo permite potenciar su rol en el comercio exterior,...

Acto de desagravio por vandalización de memorial del Caso Degollados

El lunes en la madrugada las tres bancas instaladas en memoria de las víctimas del Caso Degollados amanecieron tapadas...
- Advertisement -spot_imgspot_img

Obra teatral sobre Miguel Enríquez se presenta nuevamente en el Depto. de Teatro de la Universidad de Chile

El líder del MIR, Miguel Enríquez, es por primera vez representado en el teatro chileno en la obra Yo...

Corte de Apelaciones de Santiago declara admisible recurso de protección contra la alcaldesa Irací Hassler, interpuesto por persona LGBTIQ+ en calle, VIH positiva

El pasado 28 de abril de 2024, patrocinada por el abogado Rodrigo Ibarra Montero, presidente de la ONG Acción...

Debes leer

Ucrania y la Transición del Orden Internacional: ¿Democracia v/s Autoritarismo?

Sebastián Sánchez Historiador. Dr. © en Estudios Americanos con...