domingo, abril 28, 2024
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Orlando Milesi, editor de “Corresponsales bajo Dictadura”: un Rol Fundamental pero Olvidado

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El histórico y, hasta hoy inédito, experimento que significó el intento de las fuerzas unidas de la izquierda chilena por transitar al socialismo a través de las estructuras democrático burguesas, fue foco de atención mundial incluso antes que Salvador Allende “entrara con el pueblo a La Moneda”, el 3 de noviembre de 1970.

Ya a partir de su triunfo en las urnas, los intentos por desestabilizar al país y por fraguar un golpe de Estado que impidiera su llegada a la Presidencia, a través del asesinato del general René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército, marcaron dramáticamente esos días y los que vendrían. No era solamente que el mundo mirase con expectación cada mañana en el periódico lo que iba sucediendo en Chile. Eran también las grandes corrientes políticas de la izquierda y el progresismo internacional, los partidos eurocomunistas, los países del área soviética, aquellos donde gobernaba la socialdemocracia y también la Casa Blanca -¡cómo no!- los que nos observaban con curiosidad casi científica.

Portada del Libro

Ese escrutinio permanente tuvo sus ojos y oídos en las agencias internacionales de noticias y en los periodistas acreditados -chilenos o extranjeros- que trabajaban para ellas, o en aquellos que despachaban para los grandes medios de la prensa escrita o audiovisual mundial, los “corresponsales extranjeros”. Ellos fueron testigos fidedignos de lo que iba ocurriendo en Chile durante los 1000 días del proceso de la Unidad Popular. Lo fueron en todos y cada uno de los escollos que puso la derecha a la construcción del socialismo; lo fueron en el ensayo general del golpe de Estado del 29 de junio de 1973 -el “Tanquetazo”- episodio que cobró la vida de uno de ellos, el camarógrafo argentino  Leonardo Henrichsen, quien filmó su propia muerte cuando era ultimado por un uniformado frente al Banco Central. Y lo siguieron siendo el 11 de septiembre de 1973, cubriendo para el mundo el crimen de bombardear La Moneda, la muerte del Presidente Allende y el horror que, a partir de ese momento, se desataba sobre este pueblo.

Pero es después del golpe de Estado cuando el quehacer de los corresponsales extranjeros asume un carácter distinto, imprescindible, casi misional. Cubrir lo que sucedía en el oscuro Chile de Pinochet durante los 17 años que duró ese régimen y transmitirlo al mundo, implicaba circunstancias durísimas, excepcionales, donde se convivía con el miedo a diario. De esas historias de coraje, de mucho coraje, trata el libro “Corresponsales bajo Dictadura”, editado por el periodista Orlando Milesi, quien fuera por largos años reportero en Radio Chilena y luego corresponsal de la agencia italiana de noticias ANSA (Agenzia Nazionale di Stampa Associata).

¿Cómo se gestó la idea de reunir en un libro las experiencias de los periodistas chilenos que ejercieron como corresponsales de agencias o medios internacionales?

El Museo de la Memoria invitó hace unos años a varios corresponsales extranjeros a grabar un documental con sus experiencias de censura y represión en tiempos de la dictadura chilena. Se buscaba dejar en los archivos del Museo un testimonio de ese trabajo, que serviría a la memoria colectiva de los chilenos y, a la vez, como un reconocimiento de la labor de esos periodistas. Entonces, varios pensamos que se requería también un texto impreso con algunas de las historias que habitualmente nos contábamos entre nosotros sobre el ejercicio del periodismo en esos años. De allí surgió el trabajo individual de quienes se sintieron convocados con estas urgencias para la profesión y para los futuros periodistas.

¿Esos corresponsales fueron efectivamente “los ojos y oídos” de lo que sucedía en Chile y que se transmitía para el mundo?

Efectivamente fue así. Muchos medios chilenos, en medio de la censura reinante, utilizaron textos enviados al exterior por las agencias de noticias para reproducirlos parcialmente en su sección “cables” o internacional. De alguna manera, sacaban las castañas con la mano de los corresponsales, atribuyéndoles las afirmaciones contenidas en los párrafos.  Pero así permitían que circularan en Chile informaciones sobre este país ya divulgadas en el extranjero.  No tenemos la menor duda que los extranjeros y los chilenos que vivían fuera, exiliados o no, tuvieron mejor acceso a información sobre lo sucedido en Chile que los compatriotas que vivieron aquí durante todo ese período.

¿Por qué Pinochet -con el poder omnímodo que ostentaba- no procedió simplemente a clausurar o suprimir la autorización para el ejercicio periodístico a esas agencias o profesionales, en circunstancia que eran chilenos y no extranjeros, al estilo de Trump con el corresponsal de la CNN?

En realidad, Pinochet clausuró el funcionamiento de agencias de noticias, como el caso de ANSA tras el atentado en contra suya en el Cajón del Maipo. Fue por la publicación de un comentario del entonces corresponsal de ANSA en Estados Unidos quien, en un artículo de opinión, dijo que no había unidad plena en el ejército chileno. La corresponsalía de ANSA en Chile no era responsable de ese texto, pero la clausura le cayó encima y durante más de dos semanas estuvimos cerrados, sin transmitir.  El rol del gobierno italiano entonces permitió, tras arduas negociaciones y considerando el daño de imagen que significaba nuestro cierre, la reapertura de la oficina. Cuento este episodio, pero hubo muchos otros de presiones, vejaciones y coacciones en contra de las agencias. Entre esos, los disparos en contra de las oficinas de France Presse, en Alameda con Nataniel. Una bala traspasó el ventanal y quedó alojada en un muro. Esa bala vino desde las inmediaciones del palacio de La Moneda, dijo un investigador. Fue una gruesa advertencia a France Presse tras las informaciones que envió al exterior sobre los incidentes ocurridos en el Parque O’Higgins durante la visita del papa Juan Pablo II.

En el medio periodístico de aquella época se daba por hecho que los corresponsales extranjeros gozaban de una suerte de “inmunidad” diplomática. Se comentaba, incluso que, en caso de que la dictadura les apremiara, el propio embajador vendría a rescatarlos. ¿Qué hay de cierto en eso?

Creo que todos sentíamos ese paraguas y le dábamos quizás más relevancia de la que tenía para que no nos dominara el miedo y poder trabajar con menos sobresaltos.  Pero las mismas historias contadas en este libro dan cuenta de los apremios, torturas y expulsiones del país sufridas por corresponsales que nos atrevíamos a romper la censura imperante que afectaba a personeros y hechos de la política, principalmente opositores.  Hay casos de rescate por parte de diplomáticos, como el de Francia, contado en este libro por Liliana Martínez. Pero, como en toda dictadura, la inmunidad de la prensa es siempre relativa.

¿La relativa libertad para informar de la que disponían los periodistas chilenos que trabajaban para agencias y medios extranjeros sobre los atropellos que cometía el régimen militar, se condecía con las acciones de los organismos humanitarios y de DD.HH?

“Corresponsales del Odio” fue el título de una publicación de la prensa chilena de entonces que identificó así a quienes trabajábamos en las agencias. Sobre ellos se apuntó con el dedo para que la opinión pública los identificara como enemigos de Chile, inventores de historias irreales y mal intencionados que solo buscaban desprestigiar al dictador.

En realidad, una de nuestras principales fuentes de información fueron las organizaciones de defensa de los DDHH. Estas acudían a la prensa local e internacional. La primera, muchas veces les dio con la puerta en las narices. Nosotros les abríamos nuestras oficinas e informábamos al exterior de sus graves problemas, aunque siempre incluyendo la versión oficial sobre lo sucedido. Éramos sus aliados para contar la verdad, pero no en el sentido de hacer oposición, porque no nos correspondía. El desprestigio de las autoridades provenía de los porfiados hechos.

Hubo episodios de mucho riesgo en el quehacer de los periodistas no alineados con el régimen. El sólo hecho de ser comunicadores sociales ponía a los periodistas bajo el directo escrutinio de la Dirección Nacional de Comunicación Social (DINACOS) y se arriesgaba censura, detención, tortura o muerte (como ocurrió). Imagino que era algo especialmente sensible para los corresponsales extranjeros, a quienes Pinochet culpaba de proyectar al mundo la pésima imagen de su dictadura…

Todos estábamos bajo la lupa de DINACOS que renovaba anualmente nuestras credenciales. Ellos tenían los datos personales de cada uno. Y también tenían copias de los textos que enviábamos al exterior debido a las intercepciones ilegales. No solo conocían los que eran publicados sino también los textos originales enviados pues las líneas de transmisión estaban “pinchadas” o intervenidas.

En uno de los capítulos del libro, Enrique Guzmán de Acevedo cuenta el episodio de torturas que vivió cuando acudió al hotel La Leonera, en abril de 1975, junto a otro profesional extranjero. Fueron a cubrir la información sobre la creación del movimiento de Unidad Nacional impulsado por Jaime Guzmán. Las torturas y apremios que Enrique recibió ese día fueron seguidas de arresto en Cuatro Alamos y, semanas después, de amenazas personales a él y a su familia. En febrero de 1976 Guzmán de Acevedo debió abandonar Chile y viajó a París para exiliarse con la protección y ayuda de la embajada de Francia.

 ¿Hay algún episodio de tu larga experiencia como corresponsal de ANSA que te haya marcado en lo personal, en lo humano?

Una de las experiencias más fuertes fue el episodio del fotógrafo Rodrigo Rojas Denegri y la joven Carmen Gloria Quintana, quemados por una patrulla militar en la población Los Nogales el 2 de julio de 1986 durante una jornada de protesta en contra de la dictadura. Tuve información de primera mano sobre lo ocurrido de parte de pobladores y de un sacerdote católico de la zona. Era difícil, primero, creer que una acción tan salvaje pudo haber ocurrido realmente. Rojas Murió. Por mi ejercicio profesional tuve luego contacto con el padre de Carmen Gloria  Quintana, la joven sobreviviente, a fin de facilitarle otros contactos para que iniciara su recuperación médica.

¿Cuál es el sentido profundo de este libro, para el que coordinaste la edición y los textos de diecisiete periodistas, colegas tuyos en el riesgoso ejercicio de ser corresponsales extranjeros en el Chile de la dictadura?

Son dos los principales objetivos. El primero, contar a la opinión pública chilena relatos de primera mano, vividos y o reporteados, de periodistas que expusieron sus vidas a fin de contar la verdad de lo que sucedía en Chile durante esos años.  Que todos sepan que algunos profesionales de la prensa cumplieron, en esas duras circunstancias,  con su misión profesional lo que ayudó a reconquistar la democracia. El segundo objetivo apunta a que nuevas generaciones de periodistas conozcan  esos hechos a fin de incorporar las lecciones pertinentes para su actual ejercicio y para atesorar la libertad de prensa como un bien que hoy y siempre debemos cautelar.

El Paro Continúa: Gobierno da Portazo a Reajuste del Sector Público

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En un escenario complejo se ha convertido para el Gobierno la discusión del reajuste de las y los trabajadores del Estado en torno a mejorar las condiciones laborales, salariales y obtener mayor estabilidad laboral, exigidas por la MSP-CUT (Mesa del Sector Público-Central Unitaria de Trabajadores).

Bajo este panorama, el Ejecutivo planteó que  temas como el Incentivo al retiro y las mesas sectoriales deben abordarse antes del reajuste y el propio Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, considera que estos aspectos son más complejos que el mismo reajuste.

El presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Carlos Insunza, luego de intensas negociaciones con la administración Piñera, destacó que el “Gobierno no ha hecho propuesta alguna ni en materia laboral ni en la circular de renovación de contratas, ni en materia de reajuste”. Debido a esta situación, Insunza agregó que: “La mesa y los presidentes debatieron duramente con el Gobierno respecto a esta falta de voluntad y, finalmente, se acordó la continuidad del proceso de paralización”.

Reunión MSP-CUT con Ejecutivo

Cabe destacar que el paro nacional se va decidiendo a diario y la continuidad de éste depende de la voluntad de diálogo y de avance en el proceso de negociación, por parte del Gobierno, según se señaló a Pagina 19.

La MSP-CUT realizó una propuesta con una nueva cifra de un 6% de reajuste nominal por lo que se espera una respuesta desde el Ejecutivo con señales claras para destrabar el conflicto.

En este sentido, el Ministro de Hacienda valoró la nueva propuesta de la mesa. Sin embargo, reiteró que no aumentará más de 3.1% nominal el reajuste lo que, en la práctica, significa un incremento real de un 0.2% considerando el alza del IPC.

Por su parte, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, manifestó su molestia con el Ejecutivo porque “este proceso de negociación se está extendiendo debido a la incapacidad de diálogo que ha presentado el Gobierno. La Mesa del Sector Público continúa esta movilización para ejercer más presión e impedir esta dilación por parte del ejecutivo”.

En todo el país el movimiento de las y los trabajadores ha sido muy activo y se han realizado diversas movilizaciones pacíficas, cuyas manifestaciones exigen que el Gobierno reconozca las demandas laborales de las y los trabajadores del Estado.

Al cierre de esta nota, NO se ha observado mayor alcance respecto a las posturas de ambas partes por lo que la continuidad del paro está en manos de la mesa de presidentes de la MSP-CUT. Sin embargo, no advierten señales que indiquen que las y los empleados públicos depongan su paralización nacional de advertencia.

Juan Cristóbal Guarello: “En los 90 era difícil hacer un periodismo que se apartara del discurso de consenso obligado”

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Juan Cristobal Guarello, 49 años, no tiene pelos en la lengua. Lo ha demostrado muchas veces, desde tribunas muy lejanas al periodismo deportivo, especialidad que eligió para ejercer su profesión y que le valió el premio al  Mejor Periodista Deportivo del año 2011. También ha incursionado en la literatura y su libro “Aldo Marín, Carne de cañón” sacó del anonimato a un joven revolucionario nortino que murió en 1977 en Turín luego de tratar de colocar una bomba al diario La Stampa.

Hace unos días, después del asesinato de Camilo Catrillanca, Guarello aceptó participar en un video llamando a la ciudadanía a sumarse a la marcha contra el crimen y en el canal Vía X dijo que el último responsable de esa muerte era el Presidente Piñera.

Guarello se las trae. Por ello quisimos inaugurar esta nueva sección de PAGINA 19, “El lado B de”, con este periodista confrontacional para  conocer su postura sobre el momento político que vivimos así como el rol de la prensa a partir del retorno a la democracia y en el Chile de hoy.

Claramente, su visión de los medios de comunicación a inicios de los ‘90 es negativa: “Trataron de mantener la transición a cualquier costo y no hacer olitas”.

Sin embargo, sitúa esa actitud en el contexto que se vivía en esos primeros años post dictadura. “Gran parte del movimiento de izquierda o centro izquierda se entregó a los medios de la derecha; hubo un pacto  tácito, y explícito también, en momentos en que vivimos una  democracia tutelada, con el Cosena funcionando a plenitud, con Pinochet como Comandante en jefe, con miles -porque no son decenas ni centenas sino miles- de agentes de la CNI todavía insertos en organismos de las Fuerzas Armadas, incluso en la Policía de Investigaciones; con Colonia Dignidad funcionando, con senadores designados”.

Un contexto, dice, “que parece que hoy se olvida y en el cual realmente era difícil hacer un periodismo que se apartara del discurso de consenso obligado”. Había, precisa “como una recomendación permanente, por lo que era muy difícil moverse sin auspicio, sin fondos, a partir de la venta en el kiosko o de alguna donación”.

Cree que los embates de esa transición pactada fueron devastadores porque destruyeron todos los medios que habían dado la pelea contra la Dictadura. Desaparecieron Apsi, Análisis, la revista Hoy, el diario La Época, Pluma y Pincel, Fortín Mapocho, entre otros.

Guarello recuerda que ese fue también el momento de la crisis de los socialismos reales. “La caída de la Unión Soviética, el periodo especial en Cuba, la desaparición de los países del Este -donde hubo una arremetida mediática muy violenta en contra de todo pensamiento de izquierda y donde la única posibilidad para la izquierda era la socialdemocracia porque todo lo demás había sido absolutamente estigmatizado”.

Sobre el rol de la prensa hoy en día, visualiza dos ejes. “Primero está el tema del financiamiento y segundo, la difícil transición de los medios en papel, los clásicos, a los medios digitales, donde incluso los medios hegemónicos se han visto afectados”. Señala que, “a  pesar de que la televisión abierta o empresas como El Mercurio no tienen el peso de antes, no ha habido una capacidad de crear medios digitales de izquierda, alternativos, que puedan competir o ser una alternativa real, concreta, con contenido de peso no simplemente petardos o cosas llamativas que no tienen fondo”. Y cree que ello ha ocurrido por una cosa tecnológica, fundamentalmente.

También lo atribuye a un hecho que considera gravitante: la evolución del consumidor. “Y aquí está lo grave. Porque los grandes intereses económicos han sabido mutar y, también, apropiarse del medio digital. Existe una  sola plataforma como Youtube y te puede censurar; existe sola una plataforma de búsqueda como Google, y también te puede censurar porque pone en ranking lo que ellos quieren poner en primeros lugares, dejando acorralados, o simplemente fuera, a un montón de sitios que sería muy interesante  conocer”.

Dice que el que Amazon se vaya a convertir en editor de libros es otro hecho grave. “Ellos, además de distribuir, van a decir qué se lee o que no se lee…”.

Cree que a los medios les costó mucho competir con este nuevo escenario. “Sucumbió no solo Punto Final y los restantes medios de izquierda, sino también medios como Terra, Qué Pasa, que no fueron capaces de aguantar a pesar -como en el caso de Que Pasa- de tener el respaldo de un gran grupo económico”.

Y fue así porque, en su opinión, este clima va mucho más allá de los medios de comunicación. “Todas estas empresas de reparto -como Glovo, Rappi, Pedidos Ya- se saltan todas las leyes laborales y las leyes tributarias; ojo que Rappi ya está en Argentina y Chile, y las condiciones laborales allí son casi de una época preindustrial, por ello hay que tener mucho cuidado con todo este proceso; cuesta mucho moverse en ese océano tan complicado, tan cambiante y donde hay fuerzas tan poderosas que lo manejan”.

Es enfático en señalar que vivimos un momento muy complicado porque la inoculación de la mentira ha sido devastadora “Ya lo vimos con la elección de Trump… Y no solo es Trump. En Chile hemos visto, por ejemplo,  una campaña sostenida contra Camila Vallejos”.

Respecto de esto último, recuerda que en nuestro país hay una página llamada  Chile Corrupción. ”Esta se replica mucho en twitter, a través de boots. En esta página en un momento se midió que el 63% de sus publicaciones iban contra Camila Vallejos, ¡quien no está asociada a ningún hecho de corrupción!;  sin embargo, asocian a la diputada con el nombre de la página”. Dice que es lo mismo que hacía El Mercurio en la época de la Unidad Popular. “Cada vez que salía una foto de Allende, ponían al lado una casa destruida, animales muertos, un desastre, imágenes de la guerra de Vietnam; es un mecanismo muy sutil”.

Guarello cree que este modus operandi es muy difícil de controlar porque no hay medio que se haga cargo de lo publicado. “Antes te publicaban una  noticia falsa y tu podías replicar ante el medio; podías confrontar a los editores, denunciarlos con nombres y apellido, ahora no, esto es un océano…”.

Afirma que quien utiliza estas formas -“y que obviamente está asesorado por el Partido Republicano y por la gente de Bolsonaro”-  es José Antonio Kast.”Él tiene una gran cantidad  boots, de seguidores falsos; para probar esto, bastaría hacer un experimento; a mí no me ha tocado confrontar a Kast en medios pero algún colega lo puede hacer: decirle, por ejemplo, ‘usted es un fascista y  apoya a los violadores de los derechos humanos’. Y luego mostrar -con un computador en pantalla- como en twitter aparece un montón de ataques de cuentas que tienen un seguidor, a lo más tres seguidores”. Ilustrativamente, señala que a Piñera se le descubrieron, en su última campaña, 40.000  seguidores falsos o boots”.

El profesional reitera que estamos viviendo un mundo muy complicado, “en el cual se necesita estar tecnológicamente ‘caballo’ porque estás luchando contra Sillicon Valley, contra todos los intereses económicos, no ya de las empresas tecnológicas -estas son apenas plataformas de empresas como Uber o Rappi-”.

Recuerda que el capitalismo global, “tal como lo previo Marx en los Cuadernos de Paris en 1851, o sea hace casi 170 años”, se está verificando. “Y lo está haciendo de la manera más desoladora; no solamente con la acumulación de capital en pocas manos sino con este capital que se adueña de la economía del mundo y se transforma en controlador total, por sobre las naciones”. Asegura que ya no se trata que la Pepsi Cola tenga trato directo con el gobierno de Estados Unidos o que Nestlé tenga intereses con Suiza, o la industria militar con Inglaterra. “Estamos hablando que estas empresas supranacionales ya son capaces de afectar el mercado laboral en el Mercado Común Europeo “.

Esposas de los Líderes de la UP, Detenidos en Isla Dawson, Protagonizan Reportaje Documental

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La Facultad de Comunicaciones de la Universidad Central, con la colaboración del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, trabajó en un documental periodístico durante casi un año, recogiendo el testimonio humano de, entre otras, Isabel Morel, viuda de Orlando Letelier; Victoria Morales, conocida como Moy de Tohá, viuda de José Tohá; Angélica Beas, viuda de Carlos Jorquera; y de María Eugenia Hirmas, esposa de Sergio Bitar.

“La Reunión, Memorias de Dawson”, es una historia de sororidad y perspectiva de género, que revela como 11 mujeres se unen para enfrentar al poder. Una conversación en extenso con las esposas, muchas de ellas viudas, de los líderes de la Unidad Popular, que fueron detenidos y torturados en la Isla Dawson, durante la dictadura cívico-militar.

El material elaborado por un grupo de estudiantes de la carrera de Periodismo de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Central y supervisado por el documentalista y académico, Roberto Riveros Jiménez, profundiza en todas las acciones que estas mujeres articularon en forma colectiva para liberar a sus esposos, prisioneros en la Isla Dawson, llegando incluso a reunirse con el dictador Augusto Pinochet, dando inicio a las denuncias internacionales sobre lo que pasaba en Chile.

En 60 minutos, esta película muestra a Victoria Morales Etchevers, conocida como Moy de Tohá, que es madre de Carolina Tohá y viuda de José Tohá, quién relata que “los militares, que son profundamente machistas, nos miraban a nosotras como diciendo: estas pobres señoras enamoradas de sus maridos… qué van a hacer. Quién las va a oír… Pero se equivocaron”, haciendo alusión a las acciones que realizaron para denunciar internacionalmente lo que ocurría en nuestro país.

A ella se suman Isabel Morel, madre del senador socialista Juan Pablo Letelier y viuda del ex Canciller Orlando Letelier, quien relata los álgidos encuentros con Pinochet en plena dictadura, el hostigamiento que recibió por parte de los militares hasta la muerte de su marido, destacando siempre el rol de las mujeres durante aquellos años. “La esperanza que tenemos es con las mujeres. Lo que pasa en Chile y en el mundo es una nueva forma de pensar este planeta”, dice.

Otras protagonistas son Angélica Beas, viuda del periodista y asesor del Presidente Salvador Allende, Carlos Jorquera, Irma Cáceres Soudan, viuda del ex ministro Clodomiro Almeyda; Lily Castillo Riquelme, viuda de Luis Corvalán; María Eugenia Hirmas Rubio, esposa de Sergio Bitar; Angélica Silva, viuda de Arturo Girón, ex Ministro de Salud y médico personal de Allende; María Elisa Cruz, viuda del dirigente Miguel Enrique Muñoz Schultz; y Adriana Rondón, esposa de Alfredo Joignant, ex director de Investigaciones y ex Intendente de Santiago.

Para el Decano de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Central, el periodista Sergio Campos Ulloa, “este trabajo periodístico de un grupo de estudiantes de nuestra facultad va al rescate de un capítulo de la historia reciente, donde las mujeres muestran un valor supremo frente a la adversidad”.

Sobre el desarrollo de esta producción, el documentalista Roberto Riveros Jiménez, señala que “el trabajo con los estudiantes busca explorar nuevas formas narrativas dentro del periodismo”.

El estreno de esta realización periodística se realizará en el auditorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, este viernes 30 de noviembre a las 11 horas. A la actividad han sido invitados el Presidente del Senado, Carlos Montes Cisternas y la Presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández Allende.

Gobierno en Busca de un Esquivo Control de Agenda

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Como era de esperar -y para desesperación del Gobierno- las repercusiones por el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca siguen copando la agenda mediática. Se han sucedido decenas de reacciones. Desde manifestaciones en las calles tanto en Chile como en el extranjero, hasta quemas de inmuebles y vehículos como testimonios violentos de la ira que recorre La Araucanía. Y no se detienen. Más aún cuando comunidades mapuches se declaran en rebeldía y anuncian -como lo señaló el padre de Camilo Catrillanca después de un encuentro de 100 machis y loncos- la continuación de sus acciones gravitan hasta lograr la salida del Comando Jungla de la zona y las renuncias del ministro Andrés Chadwick y del Director General de Carabineros, Hermes Soto.

Si a la seguidilla de errores cometidos por Carabineros y el Gobierno en el lamentable hecho, se suma lo ocurrido con el Ejército luego de filtrarse una intervención de su Comandante en Jefe, General Ricardo Martínez, ante cientos de oficiales en la Escuela Militar, entonces el escenario en que se está moviendo la administración Piñera es francamente pantanoso.

Es que en esa oportunidad el jefe castrense no sólo reconocía una venta ilegal de armas al crimen organizado, transparentando niveles de corrupción nunca conocidos, sino, además, deslizaba algo que pareció una amenaza velada al señalar que había que cuidar “con dientes y muelas” las pensiones que recibe esa arma de la defensa nacional.

Suma y sigue en el Ejército

Fue un audio filtrado al semanario The Clinic el que incendió la pradera. “Tenemos información de que hay oficiales y cuadro permanente que compra armas por la vía legal, que después las dan por perdidas, pero que lo que están haciendo es venderlas a grupos de narcos, de delincuentes. De eso estamos hablando”. Otro de los temas fue el del criticado sistema de pensiones del Ejército: “uno tiene que ser estratega. El bien a cautelar son las pensiones. Son algo que hay que cuidar con dientes y muelas; si es necesario alargar la carrera militar, para que prevalezca la esencia de las pensiones nuestras, hay que hacerlo”.

De nuevo estallaron las redes sociales. Curiosamente, muchos de los activos participantes en ellas de inmediato culparon a una supuesta “infiltración de los zurdos”, olvidando exprofeso el papel que jugó el Comandante en Jefe en la remoción del director de la Escuela Militar luego del muy planificado homenaje al reo por delitos de lesa humanidad, Miguel Krassnoff. Y olvidando también los resquemores que dejó el cambio sin precedentes en la plana mayor del Ejército, que incluyó la salida de 21 generales luego que el ministro de Defensa, Alberto Espina, informara el «análisis exhaustivo» de la oficialidad, con el fin de evitar nombramientos de efectivos que pudieran estar involucrados en el mal uso de los fondos de la Ley Reservada del Cobre.

A poco andar, los odios se centraron en un capitán de Ejército, abogado, tal vez el único que ha realizado cursos sobre derechos humanos en esa arma, a quien lo tildan de traidor. Se trata del capitán Rafael Harvey Valdés, de 38 años, quien acusó un trato discriminatorio poniendo trabas a su ascenso, por hacer cumplir el artículo 131 del Código de Justicia Militar. El 25 de octubre interpuso un recurso de protección en contra de la Junta de Apelaciones de Oficiales del Ejército de Chile y el General de Brigada Germán Daniel Marx González, comandante de Personal. En el documento presentado se indica que habría un actuar ilegal y arbitrario en dicha instancia de evaluación, por cuanto se ha favorecido a algunos funcionarios, a pesar de que existen investigaciones en su contra, en desmedro de quienes denuncian. Señala, además, que el propio Marx González “estando en pleno conocimiento que dos oficiales y un clase estaban procesados por fraude al Fisco, favoreció la promoción y ascenso de estos al grado superior, en un acto contra la ley”.

Se conoció, además, la investigación por irregularidades al interior del Ejército, liderada por la ministra en visita Rommy Rutherford, a raíz de más de 1.500 viajes realizados por integrantes de la institución que pueden haber tenido características irregulares. Según publicó «La Tercera», luego del procesamiento de los dos primeros oficiales involucrados en este caso, los coroneles (r) Sergio Vásquez y Rodolfo Hidalgo, la defensa de uno de ellos entregó antecedentes en los que se explicaba que la compra de pasajes a cargo de la institución y su posterior cambio para vacaciones o reembolso, era «una práctica habitual».

El periodista Mauricio Weibel, que ha investigado profundamente este y otros casos, cuenta que “esto parte cuando se detecta que varios cientos de facturas -que no tenían el timbre del SII- son pagadas por el Ejército, pese a que eran facturas materialmente falsas”. “Se pagaron cientos de esas facturas”, explicó el profesional.

La ministra Rutherford “se da cuenta que efectivamente un oficial viajaba, por ejemplo, a Uruguay, que es un pasaje que cuesta 500 dólares, y la factura era por 29 mil dólares. Y se le ponía en la glosa ‘sobre equipaje’, y el dinero era enviado a la cuenta corriente del oficial que figuraba”.

Según la ministra, el que estaba como segundo al mando del Ejército habría hecho mal uso de pasajes al extranjero, ítem por el cual habría recibido 44 millones de pesos por concepto de devoluciones. La cifra malversada se habría producido tras cinco viajes entre 2009 y 2014. Se emitió, entonces, un auto de procesamiento contra el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército, John Griffiths, quien decidió renunciar a su cargo tras las acusaciones por un eventual fraude al Fisco.

La preocupante encuesta

Para agregar más desazón en el Gobierno, apareció la que ahora se ha transformado en portadora de malas nuevas: la semanal encuesta Cadem que nadie podría acusar de “vendida a los comunistas” como algunos en la derecha suelen calificar a quienes critican la administración del presidente Piñera. De acuerdo al sondeo, el Mandatario retrocedió tres puntos llegando a un 38% de aprobación ciudadana, la tasa más baja anotada hasta ahora. Su desaprobación, en tanto, aumentó cuatro puntos hasta un 48%, el nivel más alto de su segundo mandato.

Obviamente, la aprobación ciudadana al trabajo de Carabineros, cayó 28 puntos tras la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca .La opinión favorable de la gente pasó desde un 67% en octubre a un mínimo histórico de 39%. La desaprobación se alzó a un 55%.

El asesinato del comunero mapuche sin duda impactó en los niveles de aprobación y desaprobación de la gestión del Presidente Sebastián Piñera y de los principales ministros y autoridades que han estado vinculadas al denominado conflicto mapuche.  “Hace mucho tiempo que no había una noticia que acaparara tanta atención de los medios y de las personas, y hoy el tema mapuche se ha transformado en la primera razón del nivel de desaprobación del Presidente Piñera”, afirmó Roberto Izikson, gerente de asuntos públicos y estudios de Cadem.

Respecto del gabinete, la aprobación ciudadana pasó de 40% la última semana de octubre a un 33%. El ministro del Interior, Andrés Chadwick, figura con una caída de trece puntos: de un 58% en octubre a un actual 45%. Similar a la registrada por su subsecretario, Rodrigo Ubilla, quien retrocedió desde un 62% a un 52%.

El ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno y el de Justicia, Hernán Larraín no registraron cambios significativos. Según la encuesta, la aprobación de Moreno solo retrocedió un punto para quedar en 60%, mientras que Larraín avanzó desde un 44% a un 45%. Ambos con posiciones distintas a Chadwick en la manera de enfrentar el conflicto.

Un 69% de los entrevistados estima que el conflicto mapuche ha ido en aumento en los últimos tres años y, dentro de este grupo, un 44% responsabiliza directamente al gobierno de esa situación. Y  un 63% cree que las fuerzas especiales de Carabineros desplegadas en la zona no se justifican.

Un 60% manifiesta creer que “es poco o nada probable” que el gobierno logre implementar su Plan Araucanía. Y un 79% cree que la solución al conflicto mapuche pasa por una “vía política de diálogo”, frente a un 13% que dice que la respuesta debe encontrarse en la vía judicial-policial.

Según Izikson, “hay un discurso centrado en la seguridad que fue castigado”, y afirma que la gran mayoría de personas que rechaza la presencia de las fuerzas especiales de seguridad en la zona, señala que se debe buscar una solución al conflicto a través del diálogo político.

Cree que el episodio vino a profundizar un clima de frustración de expectativas respecto de los dos ejes, que fueron puntales de la campaña electoral de Piñera: la mejoría en la economía y la necesidad de orden. “Estas dos expectativas se han frustrado, los tiempos mejores no han llegado y hay un problema de orden”, comenta. Y recuerda que “a estas alturas del año, en 2014, para el segundo gobierno de Michelle Bachelet, el nivel de desaprobación superaba ya de forma definitiva al de aprobación. Y eso es algo que, sin duda, también le podría pasar a Sebastián Piñera, salvo que logre reencauzar la agenda”.

¿Y la oposición?

Tal vez hasta ahora lo único que el Ejecutivo podría anotarse a su favor serían supuestas negociaciones con la Democracia Cristiana para construir un pacto económico-social, como lo adelanta “El Mercurio” este fin de semana. Los primeros pasos ya están dados. Baste recordar cuando en octubre, el ministro Gonzalo Blumel recibió en su oficina a la senadora Carolina Goic quien solicitó el patrocinio del gobierno para  su ansiada ley del cáncer, cosa que consiguió. Está la participación de democratacristianos en las mesas de diálogo impulsadas por el gobierno: en infancia,  el exsenador Patricio Walker; en Salud, la propia Carolina Goic; en Desarrollo Económico, el ex ministro Alejandro Foxley y en Seguridad, el ex ministro Jorge Burgos.

Abrazos y besos se detuvieron por un pequeño lapso, cuando el doctor Luis Castillo fue nombrado subsecretario de Redes Asistenciales. Se trata de un personaje acusado por la familia del ex Presidente Eduardo Frei Montalva de tener participación en el asesinato del líder DC, un crimen por el cual aún se busca justicia.  Al menos su familia y la inclaudicable Carmen Frei.

Y como amor con amor se paga, la colectividad ha hecho gestos hacia el gobierno que en ocasiones, ha hecho suspirar de alivio a quienes gestionan las leyes enviadas por el Ejecutivo. Allí están el respaldo al proyecto de Aula Segura; la aprobación de recursos para los centros colaboradores del Sename; también a diversas partidas de la Ley de Presupuestos. Estos gestos se habrían consolidado cuando, sorprendiendo a sus antiguos socios de la Concertación y de la Nueva Mayoría, la DC anunció una acusación constitucional contra el Intendente Mayol por su responsabilidad política en lo ocurrido en Temucuicui. Ahí se selló la suerte del Intendente. Algunos medios afirman  que a cambio, existiría un  compromiso por parte de la colectividad de no apoyar ninguna iniciativa contra el Ministro del Interior, Andrés Chadwick, como intentaban lograr sectores de la oposición, entre ellos el PS y el PPD. Según “El Mercurio”, los actos de este partido  se inscriben en su ansiedad por “volver a perfilarse como un partido de centro, cumpliendo un rol de «oposición constructiva» y tomando distancia de sectores más de izquierda, como el Frente Amplio o el Partido Comunista”.

Así las cosas, sin  duda lograron una salida “honrosa” para la ex autoridad regional, que probablemente disfrutará del apoyo del Ejecutivo para postularse a gobernador regional -que tendrán mucho más poder que los actuales intendentes-  en las primeras elecciones de octubre del 2020. Si se hubiese continuado con la acusación constitucional, la que probablemente habría sido aprobada,  Mayol no habría podido tener ningún cargo público durante cinco años. Es lo que la derecha le hizo a la actual senadora DC Yasna Provoste cuando era Ministra de Educación.

Habrá que esperar ahora la interpelación al Ministro del Interior, Andrés Chadwick, por el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, en Ercilla, aprobada  con 61 votos a favor en la Cámara de Diputados por todos los partidos de la oposición, desde el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana.

El Jefe de Bancada PS, Manuel Monsalve, explicó que la interpelación «busca que el gobierno evalué sus políticas y retire el Comando Jungla de la Araucanía. Nosotros creemos que esta es una oportunidad para que el Gobierno explique sobre su actuar en distintas materias”. “Esta interpelación que va realizar la diputada Mapuche-Huilliche Emilia Nuyado, es un hecho histórico, porque será la primera vez que una parlamentaria levante la voz, no solo por este caso, sino que va tener la oportunidad de expresar las reivindicaciones de un pueblo que ha sido siempre discriminado y perseguido”, dijo Monsalve.

El legislador PS agregó que “vamos a exigir que se aclaren todos los hechos que rodearon el asesinato de Camilo Catrillanca. Queremos saber de quien fue la decisión política de la presencia del Comando Jungla. También que nos expliquen sobre la participación de las autoridades políticas durante este caso”.

El Presidente Piñera, en tanto, visitó la zona para ungir al nuevo intendente, Jorge Atton y aunque orientó sobre los cuatro pilares con el que el Gobierno va a trabajar en la región (recuperar el diálogo, los acuerdos y las confianzas; promover el desarrollo económico y social de la región: más empleos, hospitales, escuelas, caminos y oportunidades; reconocer y valorar la identidad, la cultura, el idioma, las tradiciones y la cosmovisión de los pueblos originarios, particularmente el pueblo mapuche; y  restablecer el orden público, la seguridad ciudadana y el estado de derecho), debió hacer frente a la interrogante sobre el Comando Jungla.

Negó su existencia. y de inmediato aparecieron por todos lados documentos oficiales que daban cuenta de esta creación en su gobierno. No como han intentado imponer en la derecha, la ya gastada ley del empate, señalando que dicho comando fue creado durante el gobierno de Michelle Bachelet. Situación desmentida a estas alturas con pruebas sólidas e indesmentibles.

Solidaridad Alemana con el Pueblo Mapuche

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Una fuerte crítica al Presidente Sebastián Piñera por lo que califica de “asesinato del comunero mapuche, Camilo Catrillanca, ocurrido el pasado 14 de noviembre”, envió, a través de una carta,  Heike Hänsel, miembro del Comité de  Relaciones Exteriores del Bundestag, de la Subcomisión de Naciones Unidas, Organizaciones Internacionales y Globalización Y Vicepresidenta y directora del grupo de trabajo de  política exterior de la Bancada DIE LINKE,

Para la parlamentaria alemana, su consternación es aún mayor “cuando me entero que una vez más el autor material del asesinato es un miembro de Carabineros de Chile, situación que pone en tela de juicio la vigencia del Estado de Derecho en su país”.

“Su gobierno -dice- ha rechazado considerar a Catrillanca como una víctima del uso indebido de la fuerza policial. Más aún, su gobierno informó a la prensa -faltando a la verdad- que el fallecido tenía antecedentes penales por receptación de vehículos robados, toda vez que lo único que figura en su hoja de antecedentes es una detención policial, la cual fue declarada en su momento como ilegal por la justicia chilena”

Luego enumera varios hechos constitutivos de delitos contra el pueblo mapuche, y señala que “el reclamo de tierras por parte del pueblo mapuche y la lucha por la autonomía de su cultura ha adoptado una dimensión política la cual ha sido ignorada por prácticamente todos los gobiernos desde que Chile volvió a ser una democracia en 1990. La respuesta gubernamental a este reclamo ha sido más bien la militarización de La Araucanía y el trato de terroristas a los mapuches. Permítame respetuosamente decirle que a todas luces, la política antiterrorista aplicada en esta región no ha hecho sino intensificar el conflicto y, de paso, permitir el uso abusivo de la fuerza estatal”.

Finalmente, Hansel llama al diálogo entre las partes, única manera -señala- de encontrar caminos de solución a un problema ancestral.

Tensión en el Ñuble: Siguen los Desalojos y Demoliciones tras Expropiación por Embalse Punilla

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Los habitantes de La Punilla, cuyas casas están en peligro demolición, alojaron afuera de sus viviendas para evitar que sean demolidas. Desde que se iniciaron las destrucciones el miércoles, los vecinos han estado preocupados de que podrían ser los siguientes. En la noche de ayer, aquellos que van quedando, alojaron afuera de sus viviendas para protegerlas.

Al pacífico lugar, llegó un contingente de Fuerzas Especiales, que entre las montañas y gente campesina, arrieros, área de difícil comunicación y en otras sin ella, el Gobierno de Sebastián Piñera, con la venia  del alcalde de la comuna de San Fabián de Alico, Claudio Almuna, son los responsables de esta situación.

Jornadas de angustia

“Les cuento que acaban de demoler la casa de nosotros. Sólo decirles que no los vamos a  acompañar a ustedes esta tarde allá, nos comprenderán (…) A ver, hoy día creo que desalojaron a don Manuel, obviamente le demolieron su casa, nos demolieron nuestra casa, imagino que la de Iván también…”, es el relato de Miriam Fuentes, una de las vecinas cuya vivienda, el hogar de su pareja e hijo, fue destruida ayer en La Punilla, San Fabián de Alico, Región del Ñuble.

El Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, representado a través del Intendente, Martín Arrau, y el Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Obras Públicas, Ignacio Vera Izquierdo, Fuerzas Especiales de Carabineros, son los encargados de garantizar al mandatario que el destructivo proceso termine de realizarse para que la transnacional italiana Astaldi proceda en la construcción del embalse Punilla.

Desde la Municipalidad de San Fabián de Alico, a cargo del alcalde Claudio Almuna, publicaron mediante la red social (Facebook) un video donde su encargado de emergencia (s) y asistente social del departamento de educación, Pablo Carrasco, que el miércoles cuando comenzaron las expropiaciones fueron al lugar para ver las labores efectuadas, manifestó que  “tratamos de tomar contacto con la familia, les ofrecimos el apoyo psicosocial, ya que, íbamos con un sicólogo y un trabajador social al lugar. Vimos y atendimos las necesidades específicas de uno de los niños que está afectado en el territorio por la toma de posesión”. El edil ha trabajado con la empresa y las demás instituciones públicas para realizar el proyecto.

La primera demolición efectuada el martes 20 de noviembre, puso en alerta a los demás habitantes, sin embargo, ayer tres más terminaron en el suelo. Pese a las reiteradas solicitudes de la prensa de ir a las zonas, carabineros les obstruyó el trabajo a los comunicadores, al impedirles el libre tránsito hasta los lugares. Mismo actuar tuvieron con el abogado representante de las familias y el concejal, Carlos Orellana.

«Vengo llegando de la cordillera, segundo día de la destrucción de viviendas y desalojos. La verdad es que hoy día Fuerzas Especiales estuvieron un poquito más incomprensibles. No nos dejaron pasar. Dos piquetes de Carabineros en distintos sectores (…) Además, se hicieron todas las cosas a puertas cerradas”, informó Orellana.

Los vecinos alertan que hay un incumplimiento del Plan de Desarrollo Social, y expresan que no está actualizado y que debido a eso hay familias que tampoco han firmado el acuerdo. Además, arguyen la falta de pago de algunas compensaciones, la precaria entrega de información, certeza y concreción de las nuevas localizaciones.

Las personas forzadas a dejar sus casas, animales y el lugar donde desarrollaban un modelo de vida, contaron con la solidaridad de los vecinos de San Fabián de Alico, los que se congregaron durante la tarde de ayer en la plaza de armas con el objetivo de rechazar las expropiaciones y demoliciones. Una de las asistentes, Marina González, afirmó que “lo único que hicieron fue aplastar al campesino, aplastar al lugareño, que han vivido tantos años en ese terruño. Y que lleguen, los aplasten, no puede ser. ¡¿Dónde están los Derechos Humanos?! ¿Dónde están? Tanto que habla el Gobierno chileno. Habla de los Derechos Humanos, de los derechos de los niños y, sin embargo, pasaron a llevar a familias enteras”.

De ser construido el embalse Punilla, lo ejecutarán en una Reserva Mundial de la Biósfera. Declarada así por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la que con autorización de las instituciones públicas, ya están interviniendo junto con la transnacional Astaldi.

Es conocido por todos que la primera autoridad regional designada por el Presidente Sebastián Piñera, el Intendente Martín Arrau, tiene conflictos de interés con la construcción del embalse Punilla. Antes de llegar al cargo, ejerció como canalista y presidente de la Junta de Vigilancia del río Ñuble. Posee derechos de agua de él, por lo que, recibirá beneficios.

 

Miles de Mujeres Marcharon por el Fin del Patriarcado en Chile

Bajo el cántico “Alerta, alerta, feminista, que todo Chile se vuelva feminista” y la consigna “NO es NO”, entre muchas otras, más de 5 mil mujeres  marcharon por una de las arterias principales de la Alameda Bernardo O´Higgins.

Abuelas, madres y nietas recorrieron cantando y exigiendo el fin de los femicidios en nuestro país, durante casi tres horas de marcha, entre Plaza Italia y Los Héroes. Todo lo anterior, el pasado 22 de noviembre, en el Día de la “No violencia contra las Mujeres”.

De acuerdo al registro de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, durante el año 2018, se han contabilizan 47 femicidios muchos de los cuales no son consignados por la actual legislación nacional (Ley de Femicidio), pues sólo considera el asesinato de mujeres cometidos por sus cónyuges o convivientes, dejando fuera, entre otros, los casos que se dan en las relaciones de pololeo o ex parejas.

 

Jorge Baradit: “La Serpiente Anda de Nuevo Suelta y Seduce Fácil a los Desmemoriados”

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Para quienes no han leído ni conocen la historia de Jorge Baradit, podría -sólo podría- parecerles inexplicables las odiosidades de que es objeto de vez en cuando en las redes sociales, particularmente por los sectores de derecha, aunque también en la izquierda. Pero, leer sus comentarios, duros, rotundos, sin eufemismos, contra la injusticia, la mentira y la mala política, lo explica.

Es que este escritor convertido en personaje, y polémico además, provoca pasiones de distintos tonos. El no es un historiador. Pero ha contado trozos de la memoria de este país como ninguno. Y con un éxito de lecturas que ya se lo quisiera cualquier famoso de las letras.

Quienes vivieron el gobierno de Salvador Allende y sobrevivieron al golpe de Estado que acabó con la democracia durante 17 años, no pudieron dejar de revivir, paso a paso, aquella historia de luces y sombras que, en un lenguaje tan cercano, plasmó en  su última obra, “La Dictadura”.

Pero, también, estremece lo que reflexionó luego del asesinato de Camilo Catrillanca y la ola de violencia que se desató y que aún no se detiene. Lo escribió en su Facebook y dejó a miles mudos y ojalá, pensando. Vale la pena dejar una parte de ello en estas páginas:

“Creo que se equivocan los que piensan que el rechazo social frente a la muerte de Camilo Catrillanca se debe simplemente a la empatía con lo mapuche y por lo mapuche. El nivel de la reacción social frente a la muerte de Catrillanca tiene que ver con la empatía dolorosa que nos produce el abuso de poder y la desigualdad a la que estamos constantemente expuestos todos. En el contrato que firmamos, en el acuerdo inicial, cuando empezamos este juego social, se nos habló de igualdad frente a la ley, se nos dijo que nadie era mejor que otro, se nos insistió que el país es para todos. La palabra JUSTICIA, lo justo para cada cual, era uno de los principios sagrados”.

“Sin embargo, los ciudadanos tenemos que ver TODOS LOS DÍAS, como se manipula el tablero, como se esconden las piezas, como somos engañados y pasados por el aro cada día. Cuando el hijo de un poderoso mata a alguien, se le paga al tanatólogo, se soborna a los funcionarios, el teléfono funciona llamando a decenas de amigos, y el poderoso zafa a su hijo. El poderoso estafa a miles de chilenos y luego de mil triquiñuelas legales termina con clases de ética. El poderoso evade miles de millones de pesos y el Estado le condona la deuda. Un poderoso es capaz de movilizar a toda la policía para encontrar los bienes robados desde su casa en pocas horas. El poderoso consigue que el propio presidente de la República se movilice al lugar donde fue agredido. El resto del país va a la cárcel por una gallina, el Estado le quita todo por unas facturas de veinte lucas mal emitidas, es inimaginable carabineros entrando a golpear a un colegio privado o a matar a un condominio por un robo de autos”.

“Esta desigualdad, esta injusticia, nos tiene frustrados, amargados y tensos”.

Un poco de historia

Costó encontrar a Baradit. Entre giras, vacaciones, escritos y diseños -porque es diseñador-, finalmente llegaron sus respuestas, no sin antes advertir que “son las respuestas de un escritor, no de un analista político, me temo”.

¿Cuál es su historia personal? ¿De dónde salió Ud.? ¿Qué estudió? ¿Milita en  algún partido?

Soy un cabro chico de clase media baja del Valparaíso en los ’80. Criado de allegado en la casa de mi abuela por ella, mi mamá y hermana. Educado en escuelas fiscales y en un colegio meritocrático llamado Rubén Castro, un experimento educacional de la Universidad Católica de Valparaíso.
Fui un miserable tirapiedras sin ninguna relevancia durante la Dictadura, con suerte alguna vez acarreé panfletos. Participaba en las manifestaciones como miles de otros cabros porteños frustrados por el ambiente opresivo, falto de libertad y amenazante de la dictadura. Armábamos reuniones, bandas de punk rock, conversábamos sobre monstruos lovecraftianos, ovnis y ciencia ficción, queríamos derrocar a Darth Vader y ser héroes de la resistencia. Vivíamos en un estado alterado de conciencia, en una lucha mitológica entre el bien y el mal.

Lo que me queda de esa época es un profundo desprecio por los abusadores de todo tipo, un amor por la democracia y la igualdad, la libertad y el respeto mutuo. Esa época le regaló a mi generación la idea de que la democracia no es una cosa que se posee de hecho, un lugar común, sino una utopía que hay que seguir buscando y protegiendo, un espacio frágil que se riega con educación en el respeto y la fraternidad.

¿Cómo logró recoger el clima de espanto que se vivió en el antes, durante y después en su libro “La Dictadura”?

La historia, en su afán y responsabilidad por la justeza y el método, a veces pierde sangre. Es parte del costo de buscarse a sí misma como ciencia. Una de las cosas que puedo hacer desde mi posición de narrador es poner al lector en el centro de los eventos, no mirándolos desde lejos. Mis padres vivieron la UP, sus sueños y frustraciones; yo viví la dictadura, el estado alterado épico en el que vivimos y el choque con la realidad a partir del 6 de octubre de 1988. Es desde ahí, desde la experiencia y la información que construyo un relato que quiere sentirse vivo; desde la emoción. La historia son los eventos del ser humano, y en ellos hay sangre, sueños, dolores, esperanzas y tragedia que, a veces, se pierden en el relato historiográfico, tampoco es el deber u obligación del historiador o del investigador periodístico incluirlos, pero la emoción como puente para la instalación del relato no solo en la cabeza sino también en el corazón y las tripas es, al menos para mí, el camino correcto. Soy un narrador.

¿Para quiénes va dirigido su libro?

Primero, para todos. No había un libro sobre el arco completo de eventos, desde el ascenso de la UP hasta la muerte de Pinochet, que describiera de manera cercana y comprensible el proceso completo. Me interesaba ese relato abarcador, la gran panorámica con las grandes ideas y procesos detrás del devenir del país, presentado como una gran tragedia literaria pero desde lo doméstico, una ópera con el cerro Esperanza y una casita de madera de fondo.
También es un libro para que los más viejos no olvidemos y los más jóvenes vivan un poco lo que significa un gobierno autoritario. Sobre todo hoy que la serpiente anda de nuevo suelta y seduce fácil a los desmemoriados.

Un gobierno autoritario es la pesadilla del más débil, es el negocio del más fuerte. NUNCA se sale beneficiado de un gobierno así. En toda la historia siempre terminan en dolor, humillación, división y muerte. Nunca ha habido otro resultado.

¿Cuál es su opinión del gobierno de Piñera cuando ya van varios meses de gestión?

Poco hay para decir. Pero va por el mismo camino de su gobierno anterior. Para bien o mal, cuando recordamos el gobierno de Frei, hablamos de apertura al comercio exterior y la reforma penal; cuando hablamos de Lagos hablamos de Obras Públicas; del primer gobierno de Bachelet se recuerda el énfasis en lo social. Pero el primer gobierno de Piñera… se puede nombrar? Quedó algo? Este va por las mismas: administrar un modelo bien instalado en el que creen religiosamente, un zapato chino que no permite movimiento alguno, un modelo tan bien aceitado que no acepta más que pequeños ajustes si eres partidario de él.
Es un gobierno neoliberal y como todos hoy en día está en una deriva hacia el autoritarismo. No hay que sorprenderse por los niveles de violencia física y verbal que están utilizando estos gobiernos, comando jungla incluido. La promesa de que el neoliberalismo proveería justicia social y movilidad a través del esfuerzo individual ha resultado falsa, el poder sigue perteneciendo a una elite que se reproduce y el resto solo vive para capitalizarle el Olimpo como hamster en una rueda, jurando que está a punto de alcanzarlos.
A medida que la desilusión se generalice y supere ciertas cotas, a su vez el modelo irá necesitando de niveles cada vez más duros de represión y control de la información hasta bordear el despotismo, apoyado en esto, desgraciadamente, por los segmentos más básicos de la población.

Además, el modelo extractivista asociado (que es incapaz de detenerse, voraz en su búsqueda permanente de crecimiento) comenzará a exigir gobiernos más autoritarios o derechamente militarizados para asegurar la continuidad en la extracción y producción en ámbitos que la opinión pública cada vez rechaza más. Son gobiernos que deben mentir para asegurar la producción, como lo hace Trump negando el cambio climático, o Bolsonaro diciendo que va a aumentar la deforestación en el Amazonas porque los ambientalistas mienten.

En el fondo, cada vez habrá más gobiernos déspotas buscando impedir el freno a un modelo que está desbarrancando a la sociedad.

¿Qué opina de la actual oposición?

La izquierda zafó de la caída de los socialismos reales a través de una idea peligrosa: abrazó el modelo imperante para darle un cariz social, decían. Pero ya el 2011 quedó claro que esa idea no había producido mejores pensiones, mejor educación, mejor salud ni disminución de la desigualdad. Desde entonces la pregunta continúa en el aire ¿hay una nueva gran idea que oponer al modelo neoliberal? La verdad es que no ¿Sabemos cuál sería el modelo económico, la manera de gobernar si la izquierda retoma el poder? Tampoco. Quizás por eso el país optó por un «administrador» en las elecciones pasadas, porque no ve capacidad en el otro lado. La izquierda se fragmentó en un montón de ideas pequeñitas, una lista de supermercado que no le atañe al trabajador medio que deberían representar. Las causas de identidad son legítimas, urgentes y necesarias, pero no pueden ser EL programa de un sector político. Creo que esa idea ya está instalada. Además que esas causas no aspiran a cambios estructurales: si pensamos que este modelo nos explota, lo que buscan las causas de minorías entonces es ser explotado igual que el resto, no a un cambio cualitativo del modelo hacia adelante. La izquierda debería buscar la integración de esas causas legítimas y necesarias bajo la bandera del respeto mutuo, los derechos civiles y el humanismo. Después buscarse esa «gran idea» para oponer al neoliberalismo. Pero desde la administración pura y dura, no desde la ética (que le suena rancia y sinsentido a la mayoría cada más más pragmática y cínica), porque hace rato que la gente lo que quiere no es un país más justo sino una mejor repartija de la torta. Para un cambio ético queda mucho rato, el mundo va en otra dirección, la del individualismo, terreno de cultivo de esa idea regresiva que es el neoliberalismo, ley de la jungla del sálvate solo, deconstructora del ideal colectivo que tanto le ha costado a la humanidad levantar, único concepto que permite la inclusión de todos: los débiles, los fuertes, los necesitados, sin diferencias.
Yo discrepo, creo que es la derecha la que tiene relato (diminuto pero eficaz) y es la izquierda la que se ha quedado sin él. Pero no debe claudicar, ser de izquierda es rebelarse contra el orden natural del más fuerte e intentar, una y otra vez, diferentes maneras de levantar una sociedad justa para TODOS, no solo para los más fuertes y los más capaces. La tiene difícil porque es como pelear contra la ley de gravedad, pero es nuestro deber ético intentarlo siempre, simplemente porque nos consideramos seres humanos, no animales de la jungla imponiéndonos por un pedazo de carne.

¿Siente que a los jóvenes no les interesa para nada la política con mayúsculas? ¿Y al resto de los desconfiados ciudadanos que no votan o votan derecha?

El desprestigio de la derecha y la incapacidad propositiva de la izquierda hace que en este país esté todo listo para la aparición del populismo. Esos personajes carismáticos que se denominan “apolíticos”, que trabajan “para la nación” y que desbarrancan países. Demos gracias que no han aparecido. Kast carece de estas características y, además, rápidamente se asoció a la derecha y la ultraderecha, no aparece como interviniendo “desde fuera” de la política, sino desde dentro, es otro más del mismo sistema. No se ve como el outsider, la “tercera vía”, sino más bien como la versión más radical de la centroderecha, nada más.
El populista debe seducir a las masas menos preparadas, debe ser exhuberante, encantador, magnético, erótico, lejos del perfil de nuestro aspirante a führer local. Aunque puede intentarlo.

¿Cree que en Chile hay cabida para un Bolsonaro criollo?

En las elecciones pasadas se demostró que hay espacio para que un personaje así establezca un pequeño espacio de influencia que podría aspirar a crecer. Pero Chile es más bien pacato, no tiene alma radical. En los sesenta, con todo el zeitgeist imperante, con la revolución cubana ahí triunfando, con el horno para bollos… nos alcanzó para un socialismo por la vía democrática, no más.
Más que el espacio que puedan ganar en política me preocupa el espacio que puedan ganar en las calles grupos envalentonados de neofascistas apoyados y financiados por nostálgicos pinochetistas. Habrá violencia, amedrentamiento, ruptura de la convivencia, agresión física sin duda orientados a los grupos minoritarios y a quienes representen una amenaza para ellos. La democracia ha demostrado ser lenta en reaccionar siempre. Eso estresará la concepción de seguridad que tiene el pequeño burgués y comenzará a anidar ideas peligrosas sobre lo que el país necesita.
La amenaza vendrá además si este gobierno no lo hace bien en lo que se supone debe hacer bien, administrar, crecer económicamente y generar seguridad (control), porque ahí vendrá la pregunta ¿si ellos no pudieron, a quiénes deberíamos convocar entonces? Y ahí la pista se pone pesada, porque se podría elegir muy mal.

PS y PSOE estrechan Caminos de Trabajo Conjunto

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Al mediodía del pasado viernes, acompañado de sólo un asesor y con total sencillez, llegó hasta la sede central del Partido Socialista Héctor Gómez, Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), iniciando así su primera visita a Chile.

Se trató de un prolongado y distendido encuentro donde se analizaron las situaciones de contingencia de Chile y España. Oportunidad en que Gómez expuso en detalle un análisis de la situación política y electoral en su país.

La autoridad española fue recibida por el Secretario General del PS, Andrés Santander, quien junto al senador Carlos Montes, encabezaron el conversatorio. Tras el encuentro, la Mesa Directiva del PS invitó a Gómez a visitar el Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos del Partido Socialista bajo la dictadura cívico militar.

Al respecto, Santander manifestó que el partido “tiene una relación de amistad de largos años con el PSOE, y en ese contexto recibimos la visita de su Secretario de Relaciones Exteriores, para seguir estrechando vínculos con un partido hermano. En este encuentro acordamos trabajar en conjunto, pues la lucha por la igualdad es un desafío de los y las socialistas en todo el planeta”-

La reunión fue una clara muestra del nivel de relaciones del PS chileno con el español, y forma parte del plan de trabajo conjunto ya iniciado. Cabe, también, señalar que Gómez es muy cercano  Cristina Narbona y a Pedro Sánchez.

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